María Rodríguez (ALN).- Una vez que asuma la Presidencia de México en diciembre, Andrés Manuel López Obrador tendrá que dilucidar qué hace con las rondas petroleras 3.2. y 3.3., aplazadas hasta febrero de 2019. También está pendiente si lanzará licitaciones en diciembre para perforar pozos petroleros, tal como se comprometió, y si buscará o no socios privados para explotar los nuevos yacimientos descubiertos por Pemex. Lo que López Obrador tiene claro es que quiere levantar “cuanto antes” la producción petrolera del país, que cae más de 40% respecto a 2004.
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ido suavizando su postura respecto a la apertura petrolera emprendida por Enrique Peña Nieto: de querer cancelar el centenar de contratos a revisarlos para que no haya ni rastro de corrupción. El próximo 1 de diciembre López Obrador tomará posesión del cargo y sobre la mesa tendrá al menos cinco asuntos pendientes en el ámbito petrolero: las rondas 3.2. y 3.3., una subasta para buscar socios a la estatal Pemex (Petróleos de México), licitaciones en pozos de petróleo en diciembre y si buscará o no socios privados para explotar los nuevos yacimientos descubiertos por la estatal Pemex este martes.
El Gobierno saliente pospuso las rondas 3.2. y 3.3. de septiembre de 2018 a febrero de 2019. También retrasó a febrero la subasta para buscar socios privados a Pemex en áreas del sur del país, que contienen crudo ligero, superligero y gas húmedo. Este evento estaba previsto para octubre de 2018.
Según informó la Secretaría de Energía, las nuevas fechas responden a que se requería más tiempo para que los potenciales inversores analizaran la información. El Ejecutivo de López Obrador tendrá que decidir en los tres casos si continúan adelante con las licitaciones, si se cumplen los nuevos plazos o si se siguen retrasando.
El Gobierno saliente pospuso las rondas 3.2. y 3.3. de septiembre de 2018 a febrero de 2019
En la ronda 3.2 se ofrecen 37 contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en las zonas Sabina-Burgos, en el norte del país; Veracruz y Tampico-Misantla, cercanas a costas del Golfo de México, y en Cuencas del Sureste, en el sur del país. La inversión estimada es de 89 millones de dólares, según recoge el diario mexicano El Economista.
La ronda 3.3. subasta nueve bloques de hidrocarburos en el estado Tamaulipas. La Secretaría de Energía estimó una inversión de más de 2.300 millones de dólares si se adjudican los nueve contratos.
Según el diario local Expreso.press sólo dos empresas han iniciado el proceso de precalificación en la última ronda: Pemex y la estadounidense Southern Geo México.
Este diario, que cubre la actualidad en Tamaulipas, subraya que la ronda 3.3. es la que menos interés ha causado, ya que en licitaciones anteriores participaron entre 23 y 84 empresas. Uno de los motivos puede ser que para la extracción de gas y petróleo en esta zona sea necesario utilizar el fracking (fragmentación hidráulica del subsuelo). Los detractores de esta técnica aseguran que es altamente contaminante.
En este sentido, López Obrador anunció a principios de octubre que bajo su mandato no se usará el fracking. De concretarse, la ronda 3.3. sería eliminada, informan en el Expreso.press.
¿Licitaciones en diciembre?
La cuarta tarea pendiente es el lanzamiento de licitaciones a comienzos de diciembre para la perforación de pozos petroleros, tal como se comprometió López Obrador en septiembre, según recoge Reuters. El objetivo es levantar la producción petrolera del país en “poco tiempo”, precisó el presidente electo, y añadió: “Ya estamos preparando el plan de rescate de la industria petrolera”, tal como recogió Forbes México.
Vinculado a ello está el anuncio de una inversión total de 16.300 millones de dólares para reforzar el sector energético mexicano y aumentar la producción petrolera (Leer más: La apertura petrolera de México atraerá 160.000 millones de dólares de inversión).
En agosto Pemex produjo un promedio de 1,8 millones de barriles por día. En lo que va de año la producción se ha reducido 6,6% según informa El Economista. De esta forma, encadena 14 años de descensos ininterrumpidos y un desplome de 45% desde el pico de producción de 2004, cuando se extrajeron de media casi 3,4 millones de barriles diarios.
López Obrador: “Ya estamos preparando el plan de rescate de la industria petrolera”
Según un informe de la agencia de calificación Fitch recogido por Expansión, el plan de licitaciones anunciadas para diciembre demuestra el compromiso del nuevo Gobierno de aumentar la producción de petróleo, al tiempo que maximiza los ingresos. Fitch apuntó que las transferencias de Pemex contribuyen en la actualidad con menos de 20% de los ingresos del Gobierno federal, cuando históricamente representaban de 25% a más de 30%.
Inversión pública y/o privada para los nuevos yacimientos
La quinta cuestión es sobre el anuncio de Pemex de este martes: el descubrimiento de dos yacimientos en el Golfo de México con potencial de 180 millones de barriles de petróleo. Estos hallazgos, sumados a otros cuatro campos de reciente desarrollo en la zona, aportarán a la producción de Pemex alrededor de 210.000 barriles de crudo por día (equivalentes a 11% de la producción petrolera actual), según informa la agencia EFE.
El desarrollo de los seis campos en conjunto requerirá inversiones entre 7.000 y 10.000 millones de dólares. Las inversiones para estas actividades hasta el momento serán parte del presupuesto de Pemex, aunque será decisión de la nueva administración buscar socios o mantenerlos como negocios del país, aseguraron directivos de la estatal mexicana, tal como publicó El Economista. Sea como sea, ya lo dejó claro Carlos Treviño, director general de la petrolera estatal: “Cuando encontramos este tipo de reservas estamos dando viabilidad al futuro de Pemex”.