Moris Beracha (ALN).- El mindfulness, también conocido como atención o concentración plena, es una técnica de meditación basada en centrarse en el presente activamente. Consiste en entender lo que no podemos controlar, para vivir cada experiencia al máximo, y también aceptar las emociones, pensamientos, recuerdos o palabras propias y ajenas.
Es irónico preocuparse por realizar las actividades diarias y olvidar dedicarse un tiempo para uno. Podemos asumir que se trata de realizar las actividades del día a día pensando en nosotros mismos, pero se trata realmente de enfocarnos en nuestro bienestar físico y mental.
El mindfulness, también conocido como atención o concentración plena, es una técnica de meditación basada en centrarse en el presente activamente. Entender lo que no podemos controlar, para vivir cada experiencia al máximo, y también aceptar las emociones, pensamientos, recuerdos o palabras propias y ajenas.
Algunos de los beneficios son:
- Aumenta la creatividad, la concentración y la productividad.
- Disminuye el estrés.
- Ayuda a manejar las emociones negativas y reducir los pensamientos tóxicos.
- Potencia las conexiones personales.
- Mejora la calidad del sueño y la memoria.
- Ayuda a gestionar la depresión y la ansiedad.
- Protege de enfermedades.
Además, en el trabajo ayuda a focalizar y mejorar el rendimiento, es por esto que muchas empresas ofrecen cursos para que sus empleados apliquen el mindfulness.
Por qué el mindfulness es efectivo contra la depresión
¿Cómo empezar?
Lo primero es entender que es normal que cueste al principio y empezar con ejercicios fáciles de respiración de unos 10 minutos. También se pueden usar aplicaciones, libros o buscar algún mentor que nos ayude. Lo principal es tener paciencia y estar dispuesto a cambiar nuestro estilo de vida.
Otra forma sencilla de comenzar es ampliar nuestra conciencia y dejar de actuar en modo automático. Incluso las tareas más sencillas o rutinarias como cepillarnos los dientes, desayunar o ir al trabajo pueden ser una buena oportunidad para la reflexión con el fin de vivir plenamente en el tiempo presente y dejar las angustias y la incertidumbre que produce el futuro. La única manera de poder experimentar la plenitud es viviendo el hoy.
Como dice la monja Pema Chödrön: “La peor agresión a nosotros mismos, la peor de todas, es permanecer ignorante por no tener el valor y el respeto para tratarnos a nosotros mismos con honestidad y ternura”.