Daniel Gómez (ALN).- Para el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, Nicaragua es un “socio estratégico”. La relación diplomática está cumpliendo 75 años y por eso el canciller del país latinoamericano, Denis Moncada, se encuentra en Moscú. Ambos se reunieron este viernes. Nicaragua es, junto a Venezuela y Cuba, uno de los principales aliados de Rusia en la región.
Rusia y Nicaragua quieren ampliar “aún más la base jurídica de la cooperación bilateral”. También “avanzar en la conclusión de acuerdos entre ambas naciones en la esfera aduanera, de orden público, de educación, de salud, en materia técnico-militar y en el ámbito del uso de la energía nuclear con fines pacíficos”.
Esto dice la declaración conjunta que firmaron en la mañana de este viernes el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, de visita en Moscú por el 75º aniversario de las relaciones bilaterales.
Moncada no ofreció declaraciones personales, pero sí Serguéi Lavrov. Este se expresó en favor del régimen de Daniel Ortega, con un discurso que a los venezolanos les resultará familiar:
“Rusia apoya al gobierno legítimo de la República de Nicaragua, considera inaceptable interferir en los asuntos internos de un Estado soberano, cuya gente ha demostrado su capacidad para determinar de manera independiente los caminos de desarrollo, resolver problemas internos y resistir resueltamente la presión externa, las sanciones unilaterales e ilegítimas”.
Cabe recordar que en abril de 2018 el pueblo nicaragüense estalló pacíficamente contra Daniel Ortega. Pero este respondió con violencia y represión. En los 100 días que duraron las protestas murieron 561 personas y hubo 4.578 heridos, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
Por las muertes y la violencia es que la comunidad internacional exige a Ortega que celebre nuevas elecciones. Cosa que Lavrov y Moncada no comparten. Esto dicen en su comunicado conjunto:
“Reafirmamos la disposición de Rusia y Nicaragua a continuar sus vigorosos esfuerzos encaminados a combatir la politización de la agenda internacional en la defensa de derechos humanos y el uso de los derechos humanos como pretexto para intervenir en los asuntos internos de los Estados soberanos y emplear contra ellos las medidas coercitivas unilaterales”
“Reafirmamos la disposición de Rusia y Nicaragua a continuar sus vigorosos esfuerzos encaminados a combatir la politización de la agenda internacional en la defensa de derechos humanos y el uso de los derechos humanos como pretexto para intervenir en los asuntos internos de los Estados soberanos y emplear contra ellos las medidas coercitivas unilaterales, que van más allá de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como resistir a los intentos de erosionar el carácter intergubernamental de las actividades de las organizaciones internacionales, universales y regionales, falsificar y reescribir la historia con el fin de socavar el sistema actual de relaciones interestatales y el derecho internacional”.
Sobre sanciones, el gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que Rafael Antonio Ortega Murillo, el hijo mayor de Daniel Ortega, fue sancionado por presunta corrupción y lavado de dinero para financiar el régimen de su padre.
Cabe recordar que Rusia define a Nicaragua como “socio estratégico”. Un pujante socio, como también lo son el régimen de Venezuela y Cuba en América Latina. Funcionarios de Nicolás Maduro y de Raúl Castro han paseado por el Kremlin este año. Los rusos también han estado en Caracas y La Habana.
Maduro visitó Rusia en octubre. Allí arribó a acuerdos de cooperación en todo tipo de materias. Salud, ciencia, militar, tecnología… Pero no consiguió lo que más quería: dinero, préstamos. No así Cuba. Cuando el primer ministro, Dimitri Medvédev, visitó La Habana anunció inversiones de 331,5 millones de dólares.
Rusia siempre dice que Latinoamérica es una región importante. Lo cierto es que tiene verdadera influencia geopolítica en Venezuela, Cuba y Nicaragua, sobre todo por los acuerdos políticos, y por la herencia soviética en tiempos de Guerra Fría en los casos de La Habana y Managua. Pero para Rusia lo económico es prioritario. Que se lo digan a Bolivia.
Moscú, pese a no estar de acuerdo con la salida de Evo Morales ni con el gobierno interino de Jeanine Áñez, acepta los cambios y está de acuerdo con la celebración de nuevas elecciones. El presidente Vladímir Putin fue claro al respecto en la cumbre de los Brics celebrada en noviembre en Brasil. Allí dijo: “Confiamos en que, sea quien sea el que llegue al poder en Bolivia, se mantenga el interés por desarrollar las relaciones con Rusia”. Y añadió: “Estamos dispuestos a cooperar con las autoridades que recibirán un mandato legítimo del pueblo de este país”.
A Putin no le importa quién se sostenga en el poder en Bolivia sino los intereses de Rusia
Sobre Nicaragua, explica la agencia rusa TASS que el comercio bilateral con Rusia creció 68% en los nueve primeros meses de 2019 respecto a 2018, totalizando 51,7 millones de dólares.
El último hito ruso en Nicaragua se dio el pasado abril, cuando se lanzó el primer lote comercial de la vacuna contra la gripe. Un lote elaborado en el Instituto Méchnikov de Managua.
Rusia también suministró 550 autobuses para el transporte urbano, construyó silos y molinos e importó 133.000 toneladas de trigo para que fuera procesado en Nicaragua. En agosto de 2016, el régimen de Ortega compró 50 tanques de guerra rusos T-72B1 por 50 millones de dólares.
Una nota divulgada por el Kremlin dice que Lavrov y Moncada también trataron el estado de Glonass, acrónimo de la estación terrestre del Sistema Global de Navegación por Satélite.
Rusia instaló Glonass en Nicaragua en 2017. La estación ha sido definida como “enigmática” e “inquietante”. Un reportaje de la BBC explica cómo por los alrededores sólo pasaban camionetas negras, con vidrios oscuros, conducidas por técnicos rusos. También se exponen tesis de analistas y expertos que dicen que Glonass es un centro de espionaje en Centroamérica, cosa que Nicaragua niega.
Cuando se inauguró, el régimen de Ortega explicó que Glonass recopilará información para controlar los barcos que operan en el país y será de ayuda a las autoridades para combatir el narcotráfico, prevenir desastres naturales y dar seguimiento al cambio climático.