Redacción (ALN).- Muchos se preguntan por qué la Reina Letizia permaneció sentada durante el besamanos en la cena de gala de Ámsterdam, durante su primer viaje de Estado de 2024 a Países Bajos. El motivo es que, además de la metatarsalgia crónica (el desgaste de los metatarsianos, que son los huesos que conforman el arco del pie), padece un neuroma de Morton que le fue diagnosticado en 2022.
Este problema de salud que la aqueja es una afección que puede ser muy dolorosa. Se trata de una lesión bastante común que afecta a los nervios del pie, especialmente prevalente en mujeres, a causa del uso de tacones altos y punteras de hechura estrecha. Este neuroma provoca un dolor ardiente y de tipo eléctrico.
En algunos casos pueden sentir alivio al comenzar a usar zapatos más bajos y con la puntera más abierta. Sin embargo, el dolor puede persistir y los pacientes con neuroma de Morton pueden necesitar inyecciones con corticoesteroides o una intervención quirúrgica.
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Además, esta patología también puede darse con mayor frecuencia en personas con deformidades en el pie (como pie plano o dedos en garra) y por practicar deportes que incluyen impactos frecuentes en la zona delantera del pie, como el baile o el atletismo.
¿Qué es el neuroma de Morton? El padecimiento de la Reina Letizia
Al neuroma de Morton también se le denomina neuroma interdigital o plantar y debe su nombre al médico que lo descubrió. Se trata de una irritación crónica del tejido alrededor del nervio entre los huesos metatarsianos del tercer y cuatro dedo del pie.
A la práctica, es una tumoración benigna (no es un tumor realmente), una masa fibrosa que se forma por el engrosamiento del tejido alrededor del nervio que discurre entre los dedos. Este aumento del tejido es una respuesta a la compresión o irritación mantenida en el tiempo.
Normalmente, no hay signos externos y la inflamación no se aprecia como un bulto exterior. El principal síntoma del neuroma de Morton es un dolor o ardor que «quema» en la planta del pie y que se desplaza hacia los dedos. Se siente como pisar un guijarro o una piedra.
Al evolucionar el neuroma, puede notarse un hormigueo o entumecimiento de los dedos del pie, e incluso pequeñas «descargas eléctricas». Todos estos síntomas empeoran con las actividades físicas o el uso de calzado estrecho y no suelen doler con el pie descalzo.
El tratamiento del neuroma de Morton en fases iniciales va dirigido a aumentar el espacio en que se irrita el nervio, cambiando de calzado y utilizando plantillas ortopédicas. También pueden recetarse sesiones de hielo y pomadas antinflamatorias.
También se pueden prescribir analgésicos y antinflamatorios. En etapas posteriores, es posible infiltrar corticoides para aliviar de forma temporal la inflamación alrededor del nervio. La fisioterapia también puede ayudar. Si esto no es efectivo, existe la posibilidad de realizar una cirugía de alto éxito.
Con información de La Razón