Daniel Gómez (ALN).- ¿Hay que tenerle miedo a la inteligencia artificial? En un reciente informe la consultora PwC dice que no. Que el único miedo es que la sociedad no se adapte a los nuevos métodos, pues sostienen que la inteligencia artificial generará más empleos de los que quitará.
Nadie se salva de la inteligencia artificial. Ni siquiera los periodistas. En las oficinas de The Washington Post cuentan con Heliograf, un robot que escribe noticias sobre política y eventos deportivos valiéndose de fuentes de datos abiertas, como las encuestas previas a unas elecciones, o las estadísticas de un partido de fútbol.
Como Heliograf hay otros muchos robots que, valiéndose de inteligencia artificial, pueden realizar cualquier tarea, ya sea en una redacción de periódico, en una obra en medio de la selva, en un hospital, o en un mercado de hortalizas.
Esto sin duda es una amenaza para el futuro del empleo, porque significa que las máquinas más pronto que tarde podrán sustituir a las personas. Pero la consultora PwC quiere dar una versión más positiva del asunto. En un reciente informe dijo que:
Para 2030 la inteligencia artificial generará 15,7 billones de dólares.
Esto provocará un incremento del 26% del PIB mundial.
La productividad aumentará 40%.
El consumo, 60%.
¿Pero qué pasará con el empleo?
“Es probable que cualquier pérdida de trabajo debido a la automatización sea compensada ampliamente a largo plazo por los nuevos empleos creados como resultado de la economía más grande y rica que estas nuevas tecnologías hacen posible”, reza el informe de PwC, titulado ¿Realmente los robots nos robarán el empleo?
La consultora no está sola con su tesis. Un estudio del Foro Económico Mundial estima que se desplazarán 85 millones de puestos de trabajo y se crearán 97 millones nuevos empleos en 26 países en 2025.
Para que esto ocurra la fuerza laboral tendrá que renovarse. El informe de PwC dice que el 3% de los trabajos actuales podrán ser automatizados por la inteligencia artificial. Un número que seguirá creciendo, porque a mediados de la década de 2030 el 30% de los empleos serán automatizados, poniendo en riesgo al 44% de los trabajadores. Al menos a aquellos que no sepan adaptarse. Y adaptarse significa:
– Recapacitar a los trabajadores de los empleos que pueden ser sustituibles.
– Una formación que aborde los nuevos modelos de inteligencia artificial.
– Mentalizar a la sociedad de que las máquinas ya están aquí.