Juan Carlos Zapata (ALN).- Un analista dijo al diario ALnavío: A Maduro no le fue mal ni bien en Rusia. La verdad es que le fue más mal que bien. ¿Qué logró en concreto? Nada firme. Promesas hacia el futuro. ¿Y hacia el presente? Maduro ha tenido que aceptar la línea de Putin de negociar, de dialogar, más allá de la iniciativa que ha firmado con un sector de la oposición que no es representativo de las fuerzas mayoritarias de Venezuela. Juan Guaidó tenía razón cuando dijo este martes: Van a regresar a la mesa facilitada por Noruega, y lo harán. Putin lo ha pedido así.
Nicolás Maduro ha llegado a Caracas lleno de promesas. Pues otra cosa no ha podido conseguir de parte del presidente Vladímir Putin en Moscú. Lo que dice Maduro haber conseguido en Rusia es un rosario de planteamientos hacia el futuro. Un poco más de los que también expuso la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, cuando volvió a Caracas luego de su visita a Moscú hace un mes. El gobierno de Putin no pasa del papel. Los planes están allí. Las propuestas están sobre la mesa. Pero hay que actuar en política interna. Y es lo que Putin marcó como pauta esta vez al:
-Reconocer el Parlamento que preside Juan Guaidó.
-Decirle a Maduro que está bien el diálogo que mantiene con la oposición, pero que esa oposición no es la oposición.
No es la oposición. De hecho, hay que recordar que cuando se sucedían los cinco encuentros de Oslo y Barbados, los comunicados del gobierno de Noruega siempre daban cuenta de que quienes estaban sentados a la mesa eran los factores políticos clave de Venezuela. “Representantes de los principales actores políticos de Venezuela”, así reza en los resúmenes ofrecidos por Noruega al término de cada jornada.
Maduro fue el que se levantó de la mesa de negociación, y ahora dice que está listo para volver, que está “preparado” para volver de inmediato, para “asumirla”, porque “todas las puertas están abiertas”. Se trata de un mensaje que hoy con toda seguridad, Guaidó tendrá que responder, por una u otra vía. Cuatro días atrás, Stalin González, vicepresidente de la Asamblea Nacional, el Parlamento que reconoce Putin, señalaba que los representantes de Maduro no habían establecido ningún otro contacto con la mediación noruega. González es también miembro del equipo negociador de Guaidó. Esta nueva declaración de Maduro cambia el panorama. Pero se trata de un Maduro empujado u obligado por Putin quien dijo en Moscú:
-“Consideramos cualquier negativa a mantener un diálogo como irracional”.
-Negarse al diálogo es “perjudicial para el país”.
-Negarse al diálogo “sólo representa una amenaza para el bienestar de la población”.
Putin le marca la línea a Maduro. Y se coloca en la posición de Guaidó, quien repite: Hay que negociar para buscarle una salida a la crisis, a la tragedia humanitaria y al sufrimiento de los venezolanos. Putin ha dicho lo mismo con otras palabras.
-Es irracional no negociar.
-No hacerlo es perjudicial.
-Es una amenaza para el bienestar de la población.
-Putin matiza.
-Pero sabe que el pueblo de Venezuela sufre.
10 mensajes que lanza Putin recibiendo a Maduro en Rusia
Putin matiza pero el mensaje es para Maduro. Como el mensaje de hace un mes del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, a favor de la negociación. Dijo el general a mediados de agosto que cada vez que “se sientan a negociar nosotros nos alegramos”. O sea, se alegra la Fuerza Armada, la cual se inclina por la negociación. Esto mismo se lo habrá dicho Padrino López a su amigo, el ministro de la Defensa ruso, Seguéi Shoigu, y tal vez este se lo haya transmitido a Putin, y con toda seguridad los informes que recibe el mandatario de la embajada en Caracas, de Rosneft y su amigo Igor Sechin, van en la misma dirección, detallando el grado de la crisis, y detallando que el Ejecutivo de Maduro no posee herramientas para solucionarla.
Ahora queda claro que Putin presionó a Maduro. Y la presión viene por el lado de las propuestas para ayudar a Maduro en materia económica y financiera en caso que vuelva a la negociación y se despeje una solución política, que no puede ser otra que las elecciones. De allí, los anuncios de Maduro al arribar a Caracas
Ahora queda claro que Putin presionó a Maduro. Y la presión viene por el lado de las propuestas para ayudar a Maduro en materia económica y financiera en caso que vuelva a la negociación y se despeje una solución política, que no puede ser otra que las elecciones. De allí, los anuncios de Maduro al arribar a Caracas:
“Hablamos con claridad sobre todos los temas y tenemos una comisión mixta de cooperación de alto nivel que tiene organizado todo el mapa de temas comerciales, alimentarios, de temas de salud, energético, financiero, de inversiones. Estuvimos conversando sobre todas las nuevas inversiones para que la tecnología rusa venga a llevar adelante proyectos de desarrollo en Venezuela, en distintos campos de la minería, de la agroindustria y avanzar en todos los campos que Venezuela necesita en apoyo efectivo de experiencia productiva”. Maduro habló también de capital ruso que quiere invertir en Venezuela para que “lleve” proyectos de desarrollo en Venezuela. Todo con el propósito, dijo, de superar la economía de resistencia y pasar a otra fase.
Por lo pronto, Maduro también ha saludado el regreso a la Asamblea Nacional de los diputados chavistas. Coloca el gesto como una expresión política en el marco de la iniciativa de diálogo para la reinstitucionalización del país, lo cual está bien, pero no suficiente como parece sugerirle Putin. El reconocimiento de la Asamblea Nacional que preside Guaidó es un paso. El otro es retomar la negociación facilitada por Noruega. Hacia allá apunta Putin, que quiere que se le vea como un componedor en la solución de la crisis.