Daniel Gómez (ALN).- Nicolás Maduro firmó 264 acuerdos con el viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov, pero no resolvió lo urgente: Venezuela necesita inversión ahora y no en 2030. Por lo menos en Cuba el primer ministro, Dimitri Medvédev, concluyó su visita con inversiones de 331,5 millones de dólares. Aunque también les lanzó una advertencia.
Si la confianza del presidente Vladímir Putin se midiera en millones de dólares, entonces Nicolás Maduro tiene un problema.
Es cierto que la visita del viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov, a Caracas dejó promesas millonarias y un reguero de palabras, tinta y papel. También flores. Las mesas de trabajo en el Palacio de Miraflores estaban decoradas con vistosos ramos. Azules. Amarillos. Blancos. Quizá para amenizar la firma de los 264 acuerdos que sellaron Maduro y Borisov.
Los números son vistosos. No así el contenido. Sobre todo, si se compara con lo ocurrido en Cuba, donde las inversiones sí se concretaron. Además, hay que tener en cuenta el rango de la visita.
A La Habana viajó el primer ministro ruso, Dimitri Medvédev, quien es el superior de Borisov. Medvédev estuvo allí jueves y viernes. Así que pudo ir el sábado a Caracas, cuando se produjo la reunión de Borisov con Maduro, pero Putin le encomendó esa tarea al número dos de Medvédev. Mientras, Maduro sigue esperando que un alto cargo ruso visite el Palacio de Miraflores. A Cuba este 2019 han ido el primer ministro y el canciller, Sergei Lavrov, y a Caracas han arribado sus respectivos números dos: Borisov y el vicecanciller, Sergéi Ryabkov.
¿Qué pasa con los acuerdos que firmó Maduro?
Maduro y Borisov tocaron todas las áreas: militar, energética, científica, tecnológica, agrícola… En total, estos 264 acuerdos contemplan inversiones por 4.000 millones de dólares. Eso dijo el ministro de Industria y vicepresidente del área económica de Maduro, Tareck El Aissami. Pero:
– ¿Cuáles son esos proyectos?
– ¿Cuándo se concretarán?
– ¿Cuándo se ejecutarán las inversiones?
Como dijo el propio Borisov, los detalles de la asociación tendrán que esperar. “Intentaremos elaborar un documento estratégico para la próxima comisión intergubernamental, que determinará las relaciones entre nuestros países durante un largo periodo”. Ese periodo apunta hacia 2030.
Los más de 300 millones que logró Cuba
La concreción que faltó en Caracas sí la hubo en La Habana. Medvédev se reunió con el presidente Miguel Díaz-Canel y con el presidente del todopoderoso Partido Comunista, Raúl Castro. Además de buenas palabras, espaldarazos y promesas casi tan suculentas como las que hizo Borisov a Maduro, hubo anuncios claros y precisos:
– 220 millones de dólares para los ferrocarriles cubanos.
– 110 millones de dólares para encontrar petróleo.
– 1,5 millones de dólares para una embotelladora de agua.
El primero de los anuncios tiene que ver con una vieja promesa rusa. En 2017, el gobierno de Putin prometió modernizar el transporte ferroviario en Cuba con inversiones de 2.000 millones de dólares. Dos años después se están viendo los frutos de aquel compromiso.
En un mensaje para la televisión cubana, Anton Zubikhin, presidente de la firma de inversión rusa Sinara, aseguró que antes de 2020 habrán invertido 220 millones de dólares en el país. De hecho, ya lo están haciendo. Sinara se comprometió a entregar 75 locomotoras a Cuba. De estas, 51 ya se encuentran en el país, mientras que el próximo año llegarán otras 19.
Para 2020, Sinara también enviará 80 ferrobuses de los 300 que prometió suministrar. Y según Anton Zubikhin, 200 técnicos cubanos estuvieron recibiendo formación en Rusia para operar correctamente las máquinas.
Luego está el compromiso de Holding Aqua, una empresa rusa especializada en la extracción, distribución y comercialización de agua mineral.
Holding Aqua opera la planta Testi en Cuba y de aquí a 2020 contemplan 1,5 millones de dólares de inversión para comprar nuevos equipos, implantar una nueva línea de producción, embotellar agua en latas de aluminio y construir una nueva planta de almacenamiento de 3.000 metros cuadrados. Así lo anunció la agencia TASS el sábado.
Estos son los países que más dinero le deben a Rusia
En lo simbólico La Habana también le ganó a Maduro. No sólo por el rango. No sólo por el contenido. También por los gestos. Medvédev inauguró la perforación del primer pozo petrolero horizontal en el campo Boca de Haruko. Fue un acto por todo lo alto. Se retrató al lado de los equipos. Estampó su firma en una de las piezas. Y activó la perforación, a la que también le sigue inversión: 110 millones de dólares que pondrá la firma rusa Zarubezhneft para ver si el yacimiento cumple lo prometido: 3.000 millones de toneladas de crudo.
Desde 2011, Zarubezhneft y la empresa estatal cubana Cupet han estado implementando un proyecto para aumentar la recuperación de petróleo en el campo Boka de Haruko. Pero es ahora cuando Rusia decidió darle un nuevo impulso.
Pese a lo conseguido, en La Habana no se deben confiar. Al llegar a Moscú, en entrevista con la cadena Rusia-1, Medvédev dijo: “Todo ha cambiado en este mundo, la Unión Soviética ya no existe, Cuba está cambiando, y no hay duda: no podemos continuar con ninguna ayuda irrevocable que luego tendría que cancelarse. Todas nuestras relaciones ahora son bastante pragmáticas”.
El primer ministro ruso habla de pragmatismo. No hay que olvidar que, en 2014, Putin perdonó el 90% de la deuda que Cuba mantenía con la Unión Soviética, unos 31.700 millones de dólares.
En la actualidad, esta deuda es de 3.200 millones. ¿Cuba paga? “A diferencia de lo que sucedió hace algún tiempo, digamos, hace 20-30 años, en la época soviética, cuando nadie consideraba el dinero en este caso, ahora nuestros amigos cubanos pagan. E incluso durante mis conversaciones y negociaciones con el jefe de Estado, enfatizó varias veces: si hemos retrasado algo en algún momento, no se preocupe, que lo pagaremos todo”, dijo el primer ministro.