(EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, ha lanzado un «aviso» nuclear a Occidente para que no autorice a Ucrania el empleo de misiles de largo alcance, con la aprobación de una nueva doctrina que permite respuestas nucleares a ataques convencionales contra los territorios de Rusia y Bielorrusia.
«Es un aviso que advierte de las consecuencias en caso de que esos países participen en un ataque contra nuestro país por diversos medios, no obligatoriamente nucleares», dijo hoy Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Putin dio anoche la orden de introducir cambios en la doctrina nuclear debido a que la situación político-militar en el mundo «está cambiando activamente», lo que propicia la aparición de «nuevas fuentes de amenaza militar y riesgos para Rusia y sus aliados».
El anuncio coincide con la visita a Estados Unidos del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, quien presentará este jueves al jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, su plan para la victoria, que incluye garantías de seguridad y el suministro de armamento para derrotar a Rusia.
Un nuevo órdago nuclear
Putin ya había sugerido hacía varios meses esa posibilidad, pero no se decidió a anunciar la nueva doctrina hasta que Moscú concluyó que, en realidad, la OTAN ya tomó hace mucho tiempo la decisión política de permitir que Kiev golpee objetivos en territorio ruso con sus misiles.
El miércoles, durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, destacó que «se amplió la categoría de Estados y alianzas militares» y «el listado de amenazas militares» contra las que se llevarán a cabo «acciones de disuasión nuclear», en alusión a la tríada rusa (misiles intercontinentales, submarinos atómicos y aviones estratégicos).
Al respecto, Peskov subrayó hoy que la nueva doctrina está dirigida «a los países inamistosos», en alusión a los miembros de la OTAN, además de Japón y Australia, entre otros.
Además, el portavoz mencionó como argumentos para el cambio «la confrontación sin precedentes provocada por la participación directa de los países occidentales, incluidas potencias nucleares, en el conflicto de Ucrania» y «los elementos de tensión que se acumulan en nuestras fronteras».
Eso sí, no confirmó que la nueva doctrina suponga ni un aumento del arsenal estratégico ni un pronto ensayo nuclear por parte de Rusia, aunque Moscú sí ha preparado un polígono militar en Nueva Zembla, escenario en 1990 del último ensayo atómico soviético.
Armas convencionales y drones enemigos
Putin señaló que «en la redacción renovada del documento, la agresión contra Rusia por parte de cualquier Estado no nuclear, pero con participación o apoyo de una potencia nuclear, será considerada como un ataque conjunto contra Rusia».
Con todo, el diario Kommersant precisa en su análisis que esa opción ya fue introducida por Rusia en 1995 y, de hecho, podía permitirle recurrir a dicho armamento contra las tropas ucranianas por penetrar en agosto en la región rusa de Kursk.
«Nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión en contra de Rusia y Bielorrusia como miembro de la Unión Estatal (…) Incluido si el adversario utiliza armamento convencional y crea una amenaza vital para nuestra soberanía», señaló el jefe del Kremlin.
Este punto si es interpretado por el diario como «bajar el umbral para el uso de armamento nuclear», ya que el documento de 2020 permitía esa posibilidad sólo si el ataque amenazaba la misma existencia del Estado.
A su vez, subrayó que la doctrina precisa «las condiciones del uso de armas nucleares por parte de Rusia (…) en caso de recibir información verídica sobre el despegue masivo de medios de ataque aeroespaciales y el cruce de nuestra frontera».
Por primera vez, el documento alude no sólo a la aviación y a aparatos hipersónicos enemigos, sino también a drones, un instrumento de guerra que ha adquirido una gran popularidad en los últimos años.
Ucrania y la UE rechazan las amenazas
La presidencia ucraniana no tardó en responder a lo que tachó de «chantaje nuclear», con el argumento de que es el único instrumento de intimidación del mundo del que dispone el Kremlin.
«Los otros instrumentos no funcionan (…). Es evidente que Rusia no entiende cómo frenar lo que se avecina en esta guerra», dijo Mijailo Podoliak, asesor presidencial, en Telegram.
Mientras, la Unión Europea rechazó este jueves «enérgicamente» las amenazas y recordó que simplemente es «la continuación de un comportamiento muy irresponsable e inaceptable por parte de Putin».
“No es la primera vez que Putin juega con su arsenal nuclear”, aseguró Peter Stano, portavoz comunitario de Exteriores, en rueda de prensa.
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