(EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, amenazó hoy a Occidente con cortarle la llave del gas y el petróleo si pone un tope a los precios de los hidrocarburos rusos, y también con romper el contrato de exportación de cereal con Ucrania si no levanta las sanciones.
«Existen obligaciones contractuales, contratos de suministro. Y si se toma algún tipo de medida política que contradiga los contratos, simplemente no los cumpliremos», dijo Putin durante el VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del lejano oriente ruso.
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La amenaza se produce justo cuando el G7 y la Unión Europea (UE) barajan diferentes medidas para contrarrestar el encarecimiento de las tarifas del gas ruso, que superan los 3.000 euros por cada mil metros cúbicos.
PUTIN ADVIERTE A EUROPEOS DE UN CRUDO INVIERNO
Rusia «no suministrará nada si va en contra de nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón», agregó.
Putin insistió en que el Kremlin tiene intención de cumplir con sus compromisos, pero si alguien intenta imponerle su voluntad al margen de los contratos adquiridos, advirtió que responderá como en el famoso cuento ruso popular ruso sobre el zorro y el lobo, en el que el primero invita al segundo a pescar metiendo la cola en un agujero de hielo en el río y al final lo pilla congelado por ingenuo.
«¡Congélate, congélate, cola de lobo!», recitó, en alusión a los europeos.
El líder ruso no dudó en considerar una «tontería» la iniciativa de limitar el coste del gas suministrado por el consorcio estatal Gazprom, aduciendo que eso «únicamente provocará un aumento de los precios».
Putin culpó del dramático encarecimiento del hidrocarburo a los propios clientes europeos de Gazprom, que les ofreció contratos con precios fijos a largo plazo cuando la tarifa era de 300 dólares, pero Europa optó por pagar al contado.
Recordó que durante décadas la UE contó con una «ventaja competitiva» gracias a los hidrocarburos rusos, ya que son mucho más rentables que el gas natural licuado de EEUU. te
«Si quieren renunciar a esa ventaja, nosotros no nos enfadaremos. El mercado de Europa siempre se consideró premium, pero la situación en el mundo cambia muy rápido y desde hace no mucho, al comienzo de la crisis en torno a Ucrania, dejó de serlo», señaló.
EL GAS RUSO NO ES UN ARMA
Negó que el Kremlin utilice la energía como arma contra Europa, a la que acusó de meterse en un callejón sin salida debido a las sanciones adoptadas por la campaña militar rusa en Ucrania.
El viernes pasado Rusia suspendió indefinidamente el flujo a Europa a través del gasoducto Nord Stream, que conecta Rusia con Alemania por el mar Báltico, tras alegar una fuga de aceite en la única turbina aún en funcionamiento en la estación compresora de Portovaya, en la región de Leningrado.
No obstante, Putin explicó que los trabajos de mantenimiento y reparación de las turbinas se rigen por la legislación del Reino Unido, uno de los principales abanderados de las sanciones contra Rusia.
«No, no es un arma, ¡ellos mismos se han arrinconado por las sanciones», recalcó.
También dijo que estaba dispuesto a reanudar el Nord Stream 2 «mañana mismo», pero que este gasoducto también está sancionado desde antes del inicio de las hostilidades en Ucrania.
Y subrayó que Rusia «no tiene problemas» para exportar sus hidrocarburos, ya que «la demanda en los mercados mundiales es muy alta» y puso como ejemplo a China, cuya economía crece igual que la necesidades energéticas, según el jefe del Kremlin.
REVISIÓN DE ACUERDO DE CEREALES CON UCRANIA
Con respecto a Ucrania, se mostró muy airado con el hecho de que sólo 60.000 de los dos millones de toneladas de cereales ucranianos exportados desde puertos del mar Negro hayan tenido como destino a «los países más pobres».
«Excluyendo a Turquía como mediador, prácticamente todo el grano que sale de Ucrania no va a los países más pobres, sino a Europa. Solo 2 de 87 barcos va a los países en vías de desarrollo», recalcó.
Por ello, se mostró dispuesto a «pensar en cómo limitar los destinos de la exportación del grano y otros alimentos por esa ruta. Sin falta conversaré al respecto con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan».
Durante décadas los europeos «actuaron como colonizadores, ahora siguen actuando del mismo modo» con los países en vías de desarrollo. «Les siguen engañando», añadió.
Putin alertó de una «catástrofe humanitaria inédita» ya que, según la ONU, de 135 millones de personas sin acceso a productos básicos en 2019 hemos pasado a 345 millones.
NADA QUE PERDER
Putin también defendió su decisión de intervenir militarmente en Ucrania, acción que consideró respaldada por el precedente creado con Kosovo, ya que, adujo, en 2008 el tribunal internacional de la ONU defendió el derecho de autodeterminación de una región sobre el gobierno central serbio.
«Esto es aplicable a Kosovo. ¿Y por qué no es lo mismo para las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk? Es lo mismo», señaló.
Por ello, Rusia tiene derecho a reconocer dichas repúblicas separatistas -Putin lo hizo el 21 de febrero- y firmar acuerdos de amistad y cooperación, que le obliga a ayudarles «en caso de agresión», como ocurre ahora con Kiev, explicó.
Y se mostró «convencido» de que Rusia sólo saldrá ganando de esta crisis, ya que fortalecerá su soberanía ante lo que llamó «agresión económica, financiera y tecnológica» occidental.
«Estoy seguro de que ni hemos perdido ni perderemos nada», afirmó.
De hecho, consideró que Washington ha perdido la hegemonía política y económica -el mundo ha perdido la confianza en el dólar, el euro y la libra esterlina como monedas de cambio y reserva, según Putin-, pese a que los europeos han sacrificado su bienestar para mantener la «dictadura de EEUU en los asuntos mundiales».
Eso sí, afirmó que Rusia no inició las hostilidades en Ucrania, pero seguro que las terminará.