María Rodríguez (ALN).- La reelección indefinida aprobada en Ecuador en 2015 dio pie a dos periodistas ecuatorianas para indagar sobre la figura, personalidad y el pasado del expresidente Rafael Correa. El resultado es el libro El séptimo Rafael, una biografía no autorizada. En esta entrevista con el diario ALnavío, las autoras destacan la “facilidad de palabra” y capacidad de convencer de Correa.
La reforma constitucional por la que se aprobó la reelección indefinida en Ecuador en 2015 –en el mandato de Rafael Correa– dio pie a dos periodistas ecuatorianas a indagar sobre la figura y personalidad del expresidente Correa. El resultado de esa investigación es el libro El séptimo Rafael, presentado recientemente en España y que se lanzó en Ecuador apenas unas semanas antes de que Lenín Moreno sustituyera a Correa en la Presidencia del país en mayo de 2017 (Leer más: Ecuador confirma que las elecciones en América Latina se deciden por una cabeza).
Las autoras son Ana Karina López, especializada en periodismo político y socia fundadora de Fundamedios (Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios) y Mónica Almeida, jefa de redacción en Quito del diario El Universo desde 1997.
En esta entrevista con el diario ALnavío, las autoras hablan de Correa como una persona trabajadora, obcecada, que persigue lo que quiere y siempre va por el camino más directo. “Para llegar a un lugar le da igual cómo, pero tiene que llegar”, explica López. Destacan igualmente su “facilidad de palabra y la manera de explicar las cosas, que llega a convencerte”.
“Correa llevó a cabo una política tan personalista que gobernaba en la misma forma que veía el mundo”
No obstante, “terminó ahogado en su propio ego”, subraya López y continúa: “Llegó un momento en que la gente no le podía decir lo que él no quería oír”. Cuando lo oye llegan las descalificaciones, apuntan las autoras.
En 2015 Correa “era una persona que quería perennizarse en el poder. En ese momento empezamos a estudiar [en profundidad] quién era él”, explican. “Queríamos averiguar qué había de verdad en el mito que se había creado en torno a Correa”, insiste López. “Un presidente que llevó a cabo una política tan personalista y que gobernaba en la misma forma que veía el mundo: esa cosa violenta de confrontar, de enfrentar. Y en eso se ha convertido el país”, apunta Almeida.
Intentaron entrevistarse con el entonces mandatario para que les hablara sobre su personalidad. Primero no recibieron respuesta. Después desde círculos afines a Correa les preguntaron quién imprimiría el libro, cuál sería la editorial (Aperimus), el título, quién lo iba a vender, etc. En definitiva, el libro se publicó como una especie de biografía no autorizada con información filtrada tras más de un centenar de entrevistas con el entorno del expresidente. “Lo que hicimos fue plasmar en blanco y negro en el papel lo que al menos tres fuentes nos confirmaron”, detalló Almeida antes de precisar que decidieron no citar fuentes.
“Correa se creó el mito del hombre ilustrado que tenía todas las respuestas, sabía todo y era el único que podía conducir al país”, relata López. “El Robin Hood de América del Sur”, apostilla Almeida. Se le escapó un detalle: que su delfín podía echar por tierra sus 10 años de legado, como cuando Moreno -ya presidente- promulgó una consulta popular en la que los ecuatorianos votaron sí a eliminar la reelección indefinida aprobada en 2015 (Leer más: Lenín Moreno desmantela el legado de Rafael Correa en el primer año de gobierno).
¿Por qué ‘el séptimo’ Rafael?
“Decidimos que no podía ser una historia sólo sobre él, sino sobre el país. Así que empezamos a investigar sobre sus abuelos. Correa es el séptimo Rafael Correa de la familia. El primero fue un capitán de navío español que partió de Portugal y atracó en Chile”, relata López. Finalmente, los Correa llegaron a Ecuador. Primero a la zona de la sierra, después a la costa. Allí nació su abuelo, también Rafael Correa, su padre (ídem), y su hermano mayor, que se llamó Fabricio, por lo que al político le tocó el nombre de Rafael. El séptimo Rafael de la saga.
En la obra las autoras hacen un repaso minucioso sobre los lugares donde vivió y fue educado este séptimo Rafael. “En su mayoría eran instituciones verticales (casi siempre religiosas) y donde había una máxima autoridad que era incuestionable”, relata Almeida.
Las autoras destacan su “facilidad de palabra y la manera de explicar las cosas, que llega a convencerte”
El exmandatario “editaba la historia haciéndose el hombre más espectacular de Ecuador”, insiste Almeida. Ambas autoras lo describen como una persona que necesita “mucha aceptación y que cree que tiene la última palabra de todo y que nadie lo puede criticar”.
Correa llegó a la Presidencia de Ecuador en 2007 “sin oposición”, afirma López, por lo que tuvo que crearse un adversario. ¿Los candidatos posibles? Las fuerzas armadas, la Iglesia y la prensa. “Con los militares no podía enfrentarse porque llevan armas, con la Iglesia tampoco porque la gente [en Ecuador] es muy católica. Entonces con quien podía encararse era con la prensa”, subraya López. Es la búsqueda del enemigo a quien culpar de todos los males. “Desde 2009 declaró a la prensa como el peor enemigo de su Gobierno”, apostilla Almeida.
La retahíla de insultos de Correa
Es conocida la retahíla de insultos que Correa era capaz de proferir a sus adversarios. En la obra aparecen anotados aproximadamente un centenar, todos seguidos, y “de lo más floridos”, como los describen López y Almeida: desde agoreros del desastre, cavernario, enano latin lover, gallinazos, ladilla, matón de barrio, narcopolíticos, sicarios de tinta, tiene un zapato en la cabeza, traidor… hasta vendepatria.
Pero hay muchos más, como los que profirió el político a Moreno después de que el mandatario anunciara en abril de 2018 que se investigará la presunta financiación de las FARC a una campaña del expresidente. Correa llamó en 48 horas “inepto”, “mentiroso compulsivo”, “desequilibrado”, “ridículo”, “falso” e “ignorante” a Moreno (Leer más: Rafael Correa estalla en insultos tras la nueva acusación de recibir dinero de las FARC).
Y es que, aunque en su gira por Madrid en abril Correa dijo estar retirado de la política, parece que aún tiene muchos mensajes que lanzar (Leer más: La agenda “imposible” de Rafael Correa en su gira por España).