Leticia Núñez (ALN).- El drama se agudiza. Ya son 2,3 millones los venezolanos que han huido de su país, según Naciones Unidas. Es el 7% de la población. Mientras, el presidente Maduro llama “esclavos y mendigos” a los jóvenes que emigraron para “terminar limpiando pocetas [inodoros]”. Expertos consultados por ALnavío apuntan que el régimen criminaliza a los que se van: “Les convierten en enemigos. Eso te hiere como ser humano. Es una estrategia de crueldad emocional para que no se vayan más o vuelvan los que se marcharon”.
¿Qué busca Nicolás Maduro llamando “esclavos” a los jóvenes que emigraron de Venezuela? ¿Por qué les tilda de “mendigos”? ¿Qué pretende el régimen venezolano? Expertos consultados por el diario ALnavío tienen claro que detrás de las declaraciones de Maduro hay una “estrategia de criminalización” contra los migrantes. Y todo a pesar de que no se marchan por placer. Huyen del hambre, la falta de esperanza, la frustración y la inseguridad personal. Escapan, en definitiva, de una nación destruida.
“Es un recurso de todo dictador: culpabilizar al otro, que quien migre se sienta culpable. Maduro da a entender que el que se va es un traidor”, explica Pablo Carballo, investigador y profesor de Sociología en la Universidad de Costa Rica, en declaraciones a este diario.
En este sentido, Carballo señala que “el mensaje de Maduro es para toda la sociedad, aunque se refiera a los jóvenes. La lectura de patriotismo quizá no marque tanto a los jóvenes, pero sí a sus padres y madres. Es una forma de hacer que los padres se sientan culpables y pidan a sus hijos que vuelvan”.
El sociólogo considera que el régimen venezolano está aplicando una “estrategia de crueldad emocional para que la gente no se marche o que quien lo hizo vuelva”. Y es que tal como recuerda Carballo, la persona que migra “lo hace con el corazón en la mano y esto le hace vivir torturado emocionalmente”.
“El éxodo crecerá de forma exponencial. La forma en la que crece la diáspora asusta”, dice Tomás Páez
En esta misma línea se expresa el sociólogo Tomás Páez, autor de La voz de la Diáspora Venezolana. “Es una política de desconocimiento y desprecio. Aplican la misma estrategia de Cuba: convertir a los que se van en enemigos”, subraya a ALnavío.
Páez recuerda que no es la primera vez que el Gobierno venezolano hace este tipo de declaraciones. Primero aseguraron que los venezolanos se marchaban del país para sufrir porque Venezuela era un paraíso. Después, el hoy canciller Jorge Arreaza señaló que “no sólo sufrimos la fuga de cerebros, también sufrimos el robo de cerebros”. Y luego Maduro, al menos en dos ocasiones, ha criticado que muchos venezolanos se hayan ido para terminar “lavando pocetas [inodoros]” en Colombia y Perú.
Todo ello es “una ofensa a los venezolanos, un desprecio a los que están fuera”, subraya Páez, lamentando que el régimen de Maduro “desconoce la diáspora y la inmensidad del desplazamiento humano. La Unión Europea, Estados Unidos, Canadá… todo el mundo apoyándola y el Gobierno la desprecia”.
Asimismo, Carballo recalca que Maduro califica al migrante como “alguien que se vende y eso te hiere como ser humano y puede implicar que el país al que llegas te reciba mal”. No obstante, el régimen no puede ocultar la realidad de Venezuela. Un país sin agua potable, sin gas, con continuos apagones de luz, sin internet… Es decir, un país donde los servicios básicos no funcionan. Y además, el Gobierno racionará la gasolina pese a ser la nación con las mayores reservas petroleras del mundo (Ver más: Las políticas de Maduro aceleran el colapso del modelo chavista).
Este miércoles, Naciones Unidas estimó que 2,3 millones de venezolanos de los 32,8 millones de habitantes han salido del país principalmente hacia Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Según el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, “la gente cita la falta de alimentos como su razón principal para migrar y hay informes de que 1,3 millones de venezolanos sufren desnutrición”, tal como señaló en una rueda de prensa.
Dujarric también se refirió a la “gran escasez de medicamentos básicos y suministros médicos, que han llevado a un fuerte deterioro de la calidad de atención en los hospitales”. De igual forma, afirmó que “enfermedades antes erradicadas, como el sarampión, la malaria, la tuberculosis y la difteria están presentes nuevamente y van en aumento”.
De acuerdo con Páez, son múltiples las causas que empujan al éxodo. “Es la falta de medicinas, de alimentos, pero también la inseguridad. Sabes que sales de casa pero no sabes si regresarás. No hay luz ni agua. Es un país que se está derrumbando”. El sociólogo venezolano estima que ya hay “venezolanos en 90 países distintos y 300 ciudades”. Según sus cálculos, ya han dejado el país entre 3,7 y 3,8 millones de venezolanos.
¿Éxodo imparable?
Tanto Carballo como Páez consideran que el éxodo continuará. “Crecerá de forma exponencial. La forma en la que crece la diáspora asusta. La gente considera que no tiene otra opción que irse”, dice Páez. Mientras, Carballo agrega: “Discursos como el de Maduro generan más repudio. No sabemos hasta cuándo durará, pero la tendencia seguirá”.
Finalmente, Carballo critica otro aspecto del discurso de Maduro. “Transmite a los jóvenes que el país no sale adelante porque ellos se van. Y eso no es así. El Gobierno no ha hecho sus labores”, dice. Pero no sólo eso. En su opinión, “se habla muy libremente de que todos somos responsables. Con ello, el Gobierno trata de achacar a la juventud responsabilidades que no le competen. El responsable de la política migratoria es el Gobierno, no los jóvenes”, concluye.