Leticia Núñez (ALN).- No es un destino cualquiera, ni una elección al azar. A Chile y Japón les unen más de 120 años de relaciones bilaterales. Por eso, Michelle Bachelet escogió el país asiático para realizar la última gira internacional como mandataria, ya que el 11 de marzo entregará la banda presidencial a Sebastián Piñera. Tokio es también el cuarto socio comercial de la nación suramericana. Así, y tras reunirse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ambos acordaron elevar el nivel de los vínculos bilaterales a una “asociación estratégica”.
Las relaciones entre Chile y Japón se remontan al siglo XIX. Allá por 1860 un primer buque japonés llegó a puertos chilenos. Fue sólo el primer paso de lo que hoy es un vínculo más que consolidado. Apenas unas décadas después, en 1897, se concretó la apertura del primer consulado chileno en Japón, concretamente en Yokohama. Y ese mismo año se suscribió el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. Desde entonces han pasado 120 años y la relación camina viento en popa.
Buena muestra de ello es la visita oficial que ha realizado estos días la presidenta chilena, Michelle Bachelet, a Japón. Lo hace, además, cuando apenas faltan dos semanas para que deje el Palacio de La Moneda y entregue, como ya hizo en 2010, la banda presidencial a Sebastián Piñera (Ver más: El monopolio presidencial de Bachelet y Piñera en Chile).
El viaje tiene una importante carga de simbolismo. Por un lado, Bachelet se reunió con el emperador Akihito. Justo cuando ambos se retiran. Ella tras cumplir dos mandatos no consecutivos (2006-2010 y 2014-2018). Él abdicará el 30 de abril de 2019 por motivos de salud después de acceder al trono en 1989. Finalizará así la era Heisei y permitirá la asunción al trono imperial de su hijo, el príncipe Naruhito.
Con el Emperador Akihito conversamos sobre la fortaleza de la relación entre Chile y Japón, reflejo de los 120 años de amistad y de los horizontes compartidos sobre cómo avanzar hacia un mundo más integrado y justo. pic.twitter.com/m8flXE2Xut
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 26 de febrero de 2018
La cita fue este lunes en el Palacio Imperial y duró unos 30 minutos, según confirmó la Casa Imperial nipona a la agencia EFE. Tal como publicó después Bachelet en su cuenta de Twitter, conversaron sobre “la fortaleza de la relación entre Chile y Japón, reflejo de los 120 años de amistad y de los horizontes compartidos sobre cómo avanzar hacia un mundo más integrado y justo”.
Por otro lado, igualmente simbólica fue la visita que la presidenta chilena realizó al monumento a las víctimas de Nagasaki el fin de semana. Ya en su anterior viaje a Japón, en 2007, Bachelet acudió al Museo de la Paz de Hiroshima. En esta ocasión, se comprometió con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, a presionar a Corea del Norte para que cumpla las resoluciones de Naciones Unidas.
Abe anunció que elevará el nivel de las relaciones bilaterales con Chile a una “asociación estratégica”
En una rueda de prensa conjunta, Bachelet señaló: “Analizamos con mucho detalle la realidad de las regiones a las cuales pertenecemos, respecto de Asia pusimos especial énfasis en el análisis de los desafíos que plantea la política de Corea del Norte”. En este sentido, subrayó que existe una “firme posición conjunta a favor del desarme y la no proliferación nuclear” y que estas son dos materias en las que Japón y Chile mantienen “una permanente cooperación”.
Abe, por su parte, comentó que ambas naciones “comparten los mismos principios fundamentales de libertad, democracia, derechos humanos e imperio de la ley” y recordó la “cálida acogida” que Chile ha brindado a los emigrantes japoneses.
“Un Chile mejor emerge integrado al Asia Pacífico”
A estos dos elementos se añade otro fundamental: el económico. Y es que Japón es el cuarto socio comercial de Chile, por detrás de China, Estados Unidos y Brasil, con un intercambio que llegó a 8.305 millones de dólares en 2017, un 18% más que en 2016, según datos publicados por el Gobierno chileno. Chile vende a Tokio minerales de cobre, salmones, filetes congelados de truchas, madera, cátodos y cobre refinado, entre otros productos.
De ahí que Bachelet recordara estos días que el Pacífico asiático siempre ha sido para Chile “de gran importancia”, lo que se manifiesta en 12 acuerdos comerciales con países de esta región. Según indicó la mandataria, el 51% de las exportaciones chilenas se dirige a esta zona del mundo.
En paralelo avanzan las relaciones que desde Santiago se tejen con Pekín. Chile y China firmaron en noviembre de 2017 la profundización del tratado de libre comercio bilateral que regía desde 2005. Según resaltó entonces Bachelet, “nuestro intercambio bilateral se ha cuadriplicado. Con el Protocolo de Profundización firmado hoy, incorporamos la economía digital y de servicios. Un Chile mejor emerge integrado al Asia Pacífico”.
Según indicó Bachelet, el 51% de las exportaciones chilenas se dirige al Pacífico asiático
La creación del Comité Empresarial chileno-japonés en 1979 constituyó otro hito en las relaciones económicas entre ambos países, así como el Acuerdo de Libre Comercio suscrito en 2006 y que entró en vigencia en 2007. Ambos mecanismos, tal como subraya la Embajada de Chile en Tokio, “contribuyeron enormemente a la relación y al extraordinario auge de las inversiones japonesas en Chile. De hecho, en 2014, Chile fue el tercer socio comercial latinoamericano de Japón y el segundo exportador de la región al mercado japonés, con envíos que superaron los 7.500 millones de dólares”.
Otro aspecto a destacar es el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), actualmente Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), un acuerdo de libre comercio firmado en 2016 para rebajar las barreras comerciales y establecer, entre otros asuntos, un mecanismo de arbitraje de diferencias entre Estados e inversores. Chile ya firmó en 2005 el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico con Brunei, Nueva Zelanda y Singapur, al que en 2008 se sumaron otros países como Japón, Canadá, EEUU, Australia, México, Perú, Vietnam y Malasia.
Sobre este acuerdo también hablaron Bachelet y Abe. “Chile y Japón seguirán avanzando y profundizando nuestra relación bilateral” con la desgravación arancelaria total para algunos productos y preferenciales para otros en el marco del CPTPP, dijo la presidenta chilena. Además, el primer ministro japonés valoró el mantenimiento de un orden marítimo “libre y abierto”, así como la posibilidad de que aumente el intercambio de jóvenes a través de las universidades, e impulsar la cooperación en materia de prevención de desastres, medio ambiente y deportes.
El último paso: una “asociación estratégica”
Con todos estos elementos, Abe anunció que elevará el nivel de las relaciones bilaterales con Chile a una “asociación estratégica”. Algo que compartió Bachelet: “Es muy necesario seguir estrechando el diálogo y el entendimiento”.
Un entendimiento que a partir del 11 de marzo le toca seguir forjando a Sebastián Piñera. Hasta ahora, todos los presidentes chilenos han visitado Japón estando en el cargo. Lo hizo Patricio Aylwin en 1992 y también Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 1994.
“Un Chile mejor emerge integrado al Asia Pacífico”, dijo Bachelet tras firmar un acuerdo de libre comercio con China
Dos años más tarde, en 1996, visitó Chile el primer ministro japonés Ryutaro Hashimoto, como antesala de lo que sería al año siguiente la celebración del centenario de las relaciones diplomáticas. En esa ocasión, Frei visitó Japón por tercera vez (había viajado también en 1995 para una reunión de líderes del Foro de Cooperación Asia-Pacífico). El presidente Ricardo Lagos hizo lo propio en 2003, así como el primer ministro Junichiro Koizumi, en 2004.
Después, llegó el turno de Bachelet en 2007, mientras que Piñera ya ha visitado el país asiático en dos ocasiones: en 2010 y en 2012.
A su regreso, la presidenta tiene prevista una ronda de reuniones bilaterales con los futuros ministros del gabinete de Piñera, el envío del proyecto de nueva Constitución al Congreso y la aprobación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.