Juan Carlos Zapata (ALN).- Pese a que dijo en el discurso de investidura de este sábado que el plan del gobierno era la lucha contra la corrupción y la impunidad, el presidente de México también señaló que no iba a ir contra los corruptos del pasado. ¿Cuál es el otro plan?
Andrés Manuel López Obrador tiene un plan. Adecentar México. Difícil tarea. Al escucharlo, no cabe otra conclusión: el mandatario de México tal vez considera que con sólo expresarlo, que con sólo decir “no voy a robar”, los demás seguirán el ejemplo. Los demás son los amigos. Los familiares. Los funcionarios que gobernarán con él. Y los empresarios que necesariamente tendrán que entenderse con el Gobierno. En todo caso, López Obrador señaló que es posible acabar con la corrupción. Con la terrible corrupción. Raíz de los males de México.
La persecución llevaría a la dinámica de la fractura, lo haría perder tiempo en el afán de construir el país que sueña. “La nueva Patria”. Y la misma fractura le impediría pacificar el país. “Es un asunto de Estado y como tal hay que enfrentarlo”, señaló. Y esto es un mensaje a sus seguidores, que no se les ocurra caer en la dinámica de la persecución
-Mi activo es la honestidad -dijo. Para que los demás supieran cuál es la línea. Y si dijo que “estamos preparados para no fallarle al pueblo”, esto tiene que ver no sólo con la gestión en políticas públicas sino también con la lucha contra la corrupción, o que el Gobierno que comenzó este lunes, tenga como norte la limpieza administrativa y ponerle límites a la impunidad. “El alto ideal es la honestidad”, dijo. Y la corrupción es un delito grave, apuntó. Y para marcar el ejemplo, la eliminación del fuero que impide la investigación de los funcionarios, incluyendo al Presidente. El Presidente es el primero que podrá ser investigado.
Pero también señaló que no perseguirá a los que robaron antes. A los corruptos de los gobiernos pasados. Pese a reconocer que la corrupción se “convirtió en la principal función del poder político”, apuntó que acabará con aquella y la impunidad “sin perseguir a nadie”. López Obrador señala que el plan es regenerar. Ahora, admite que si se abren expedientes de corrupción, hay que comenzar por los de más arriba. Por los funcionarios públicos de arriba, por los políticos de arriba, por los empresarios. La verdad es que siempre terminan expuestos los más débiles.
¿Pero por qué la negativa a la persecución?
Primero, apuntó, no quiere convertir la lucha en un “circo” ni un “simulacro”. Y se entiende. Pues muchas veces los casos revientan y no llegan a nada. Se quedan en escándalo. Se lanzan nombres y cifras. Un show. Un circo. Que termina en simulacro. Estas palabras entrañan un mensaje: que de llegarse a investigar un hecho, esto debe conducir hasta las últimas consecuencias.
Segundo, porque no habría cárceles suficientes para todos los corruptos. Y ello arroja la dimensión del problema en México.
Tercero, porque López Obrador se niega a que el país, con la persecución, entre en una dinámica de fractura. Y aquí cabe acotar la misma dimensión del problema. El universo involucrado. Los intereses involucrados. La trama. Los factores. Los partidos. La sociedad misma.
Cuarto, porque la persecución que llevaría a la dinámica de la fractura, lo haría perder tiempo en el afán de construir el país que sueña. “La nueva Patria”. Y la misma fractura le impediría pacificar el país. “Es un asunto de Estado y como tal hay que enfrentarlo”, señaló. Y esto es un mensaje a sus seguidores, que no se les ocurra caer en la dinámica de la persecución.
Quinto, el presidente de México dejó en claro que no “es mi fuerte la venganza”. Y apuntó: “Si bien no olvido soy partidario del perdón y la indulgencia”.
Sexto, para López Obrador más importante que castigar los errores del pasado, es “evitar los delitos del porvenir”. Porque, señaló, “hay que ponerle punto final a esta terrible historia”. Hay que empezar de nuevo.
Séptimo, este punto tiene que ver con el plan estratégico. Con el ideal. Hay que leer bien lo que dice López Obrador. Y es lo siguiente: Que más importante que meter presos a sus personajes, lo importante es “abolir el régimen neoliberal”. Ese régimen que promueve la corrupción.