Daniel Gómez (ALN).- El asesinato del capitán Rafael Acosta Arévalo por parte del régimen de Nicolás Maduro provocó la reacción de toda la comunidad internacional. Europa, la UE, EEUU, Canadá, el Grupo de Lima, la ONU… Todos expresaron su preocupación por el crimen y urgieron a una investigación. Pero hubo un texto que sobresalió por encima del resto. Escueto. De tres párrafos. Lo firmó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Se mostró preocupado por la muerte del capitán, por la crisis de Venezuela, por el estado de los derechos humanos y, he aquí la sorpresa, preocupado por la situación que viven los diputados de la Asamblea Nacional a los que el Tribunal Supremo de Justicia les ha retirado la inmunidad.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador dice que es neutral en el tema Venezuela. ¿Lo es? Muchos comparten la opinión del escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa: La neutralidad con una dictadura es complicidad.
Complicidad, en este caso, con el régimen de Nicolás Maduro, que acaba de sumar una nueva mancha a su expediente. El asesinato del capitán Rafael Acosta Arévalo, muerto tras ser torturado en la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
Por este asesinato, la Cancillería de López Obrador emitió un comunicado: “El gobierno de México lamenta la muerte del capitán venezolano Rafael Acosta Arévalo, quien falleció mientras se encontraba bajo custodia de autoridades venezolanas con aparentes signos de tortura”.
Hasta aquí todo normal. Un rutinario llamado en defensa de los derechos humanos. La sorpresa aparece en el segundo párrafo. “[El gobierno de México] reitera su preocupación por la situación de los derechos humanos y del debido proceso que se vive en Venezuela, así como de la inmunidad parlamentaria de los integrantes de la Asamblea Nacional de dicho país”.
¿Cómo es posible que un gobierno supuestamente cómplice con Maduro -como se dice- haga un alerta sobre la situación de los diputados venezolanos? ¿Sobre los 17 parlamentarios electos en las urnas a los que el régimen les ha retirado la inmunidad? ¿No es acaso sorprendente?
Anna Ayuso: “López Obrador mantiene distancia con Guaidó y está en contra de la injerencia exterior. Pero también ha dejado claro que él no es como Maduro ni va a hacer políticas similares”
“No tanto. López Obrador mantiene distancia con Guaidó y está en contra de la injerencia exterior. Pero también ha dejado claro que él no es como Maduro ni va a hacer políticas similares”, declara al diario ALnavío la investigadora senior para América Latina del Centro de Investigación y Documentación Internacional de Barcelona, Anna Ayuso.
“Supongo que es un intento de no quedar tan al margen de la corriente general latinoamericana, aunque cabe decir que López Obrador nunca va a romper la tradición en política exterior de México. Es uno de sus pilares ideológicos”, agrega el investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares, Rogelio Núñez.
Para los analistas, el comunicado de López Obrador también es un gesto hacia Estados Unidos. “Es lógico que en un tema de derechos humanos ponga distancia. También le beneficia en su relación con Donald Trump”, apunta Ayuso. “A López Obrador le interesa fundamentalmente lo que está pasando en EEUU. Es el principal destino de sus exportaciones y el vínculo que tienen los gobiernos es muy estrecho”, añade Núñez.
Este investigador insiste en que “López Obrador no es un aliado de Maduro”. Y no lo es porque la política exterior no es una prioridad para el mandatario mexicano. “Sólo hay que fijarse que López Obrador no ha ido a la cumbre del G-20. Además, él tiene una frase que se ha hecho muy famosa y que resume por qué la política exterior la introduce en un segundo plano”. Esta frase es: “La mejor política exterior es una buena política interior”.
Una reacción mundial
#Venezuela: Es imperativo que las autoridades lleven a cabo una investigación rápida, exhaustiva, eficaz, independiente, imparcial y transparente de la muerte del capitán de marina #RafaelAcostaArevalo, tras ser supuestamente torturado – @mbachelet: https://t.co/U6m1lZ2XLF
— UN Human Rights (@UNHumanRights) July 1, 2019
El caso es que el comunicado de López Obrador sorprendió al mundo. Fue escueto, apenas tres párrafos, pero con mayor contenido que el de otros gobiernos y organismos. Al menos se acordó de los parlamentarios.
En España el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo: “Demandamos investigación independiente de las circunstancias y respeto al debido proceso e integridad física del resto de personas bajo custodia de cuerpos de seguridad”.
Desde la Unión Europea, la jefa de la diplomacia, Federica Mogherini, pidió “una investigación completa e independiente”. Algo “necesario para que los responsables rindan cuentas”.
La expresidenta de Chile Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se dijo “conmocionada” y “profundamente preocupada por la muerte bajo custodia” del capitán “tras ser supuestamente torturado”. Y añadió: “Es imperativo que las autoridades venezolanas lleven a cabo una investigación rápida, exhaustiva, eficaz, independiente y transparente”.
Un tono más duro que en Europa -Bachelet está en Ginebra– emplearon en América. El gobierno de Estados Unidos, por medio de Megan Ortagus, portavoz del Departamento de Estado, dijo que “este asesinato sin sentido es una evidencia de que Maduro continuará matando a su gente, robando a la nación venezolana y mintiendo al mundo para quedarse en el Palacio de Miraflores”.
Por su parte, el Grupo de Lima, un organismo formado por los países de América Latina más Canadá que buscan una solución para Venezuela, compartieron un comunicado en el que se relata la muerte del capitán, y el consecuente mensaje de rechazo.
“El Grupo de Lima repudia las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas a las que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro somete a quienes considera sus opositores”, se lee en el comunicado.
Quizá este último mensaje se pueda entender como un gesto para los parlamentarios. Pero el comunicado de Andrés Manuel López Obrador, escueto, de apenas tres párrafos, tiene una referencia clara para esos 17 hombres y mujeres democráticamente electos a la Asamblea Nacional a los que el régimen de Maduro les ha arrebatado sus derechos como diputados.