María Rodríguez (ALN).- Cuentan las autoras de El séptimo Rafael, biografía no autorizada de Rafael Correa, que el tiempo en que Lenín Moreno estuvo como embajador honorífico de Ecuador en Ginebra (entre 2007 y 2013) “trataron de darle al vicepresidente Jorge Glas el perfil presidencial”. Pero las encuestas no lo acompañaron. Tuvieron que traer al hoy mandatario a hacer campaña. Ahora bien, “Moreno decidió pasar a la historia por sí mismo”, según resumen en esta entrevista al diario ALnavío.
Lenín Moreno lleva en el cargo de presidente de Ecuador algo más de un año, pero le bastaron los dos primeros meses para distanciarse de su antecesor, Rafael Correa, y empezar una etapa de transición en el país. “Lenín Moreno decidió pasar a la historia por sí mismo en vez de ser el títere de Correa”, subraya al diario ALnavío la periodista Ana Karina López, una de las autoras de El séptimo Rafael, la biografía no autorizada del expresidente ecuatoriano (Leer más: Dos periodistas explican por qué Rafael Correa “terminó ahogado en su propio ego”).
La periodista Mónica Almeida, la otra autora del libro, explica también a este diario que cuando Moreno asumió la Presidencia de Ecuador “ya no era su mano derecha”. Almeida recuerda que Moreno fue vicepresidente de Correa desde 2007 hasta 2013. Ese año “se marchó a Ginebra como embajador honorífico. Estuvo alejado de toda la peor época del correísmo, donde [Correa] controlaba todos los poderes. Es la razón por la que Moreno tenía esa popularidad. No tenía desgaste”, relata Almeida.
“Moreno estuvo alejado de toda la peor época del correísmo, cuando Correa controlaba todos los poderes”
En el tiempo en que Moreno estuvo fuera de Ecuador (hasta 2016), “trataron de darle a Jorge Glas el perfil presidencial. Él sí es la mano derecha de Correa”, subraya Almeida. Glas asumió la Vicepresidencia en 2013 con Correa como mandatario. Y también fue el número dos de Lenín Moreno hasta que este lo apartó del cargo el 3 de agosto de 2017, tras criticar las políticas del nuevo Ejecutivo y después de las acusaciones de corrupción que salpicaron en esos días al vicepresidente.
En octubre Glas entró en prisión preventiva y en diciembre la justicia ecuatoriana lo condenó a seis años de prisión por asociación ilícita con la constructora brasileña Odebrecht. Desde el primer momento y hasta la fecha Correa defiende la inocencia del que fuera su número dos, incluso habla del condenado como “preso político” (Leer más: Rafael Correa cree que tras la condena de su vicepresidente ahora irán por él).
“Correa y Glas compartieron grupo de scouts y proceden de la misma ciudad [Guayaquil]. La relación es muy muy estrecha. Incluso Glas empezó a hacer sabatinas esa época [como vicepresidente] imitando la voz de Correa. Pero las encuestas no les daban. Por eso tuvieron que traer a Lenín Moreno de Ginebra a hacer campaña”, relata Almeida y puntualiza: “Lo más popular en ese momento era Lenín Moreno y la dolarización”.
División adelantada entre mandatarios
Ahora bien, López matiza que “ni el propio Lenín pensó que iba a hacer esto”, en el sentido de distanciarse tan rápido de su predecesor. “Quizá pensó que en un año tomaría distancia, pero las circunstancias lo obligaron a hacerlo antes”, subraya Almeida. Entre esas circunstancias estaban el proceso judicial en curso contra Glas y que Correa “quería darle la lista de ministros”, apunta esta periodista. “Es como que sientes que [Correa] va a salir y seguir gobernando”, puntualiza López, aunque recuerda que algunos ministros de Moreno son “más correístas” que el propio Correa y que para el mandatario es “difícil encontrar el equipo adecuado”.
¿Cómo es Moreno? “Es una persona más suave y conciliadora que Correa”
Pero, ¿cómo es Moreno? “Es una persona más suave y conciliadora [que Correa]. Cuando estás al borde de la muerte [fue víctima de un asalto y una bala le atravesó la médula] ves la vida de una manera distinta”, apunta Almeida y añade: “Ha demostrado valentía a pesar de estar en una silla de ruedas. Él no es el tipo que se sienta frente a sus ministros y les grita y les insulta, como en la era Correa. Es otra persona”, concluye Almeida, no sin antes puntualizar que “nunca sabes el rato que estás en el poder cómo esa droga te va a afectar” (Leer más: Cómo se curó Lenín Moreno de los dolores que le dejó un balazo).