Daniel Gómez (ALN).- Los magnates Elon Musk y Warren Buffett protagonizaron una guerra dialéctica de lo más apasionante. En ella se habló de fosos, caramelos e incluso, de criptomonedas. Musk, que conoce la aversión de Buffet por las divisas digitales, se aprovechó de ellas para asestar el golpe final.
Son astutos, brillantes y contrarrevolucionarios. Iconos cada uno de su época. Warren Buffett, de 87 años, es historia viva del mundo bursátil. Considerado el inversor más importante de todos los tiempos, ha llegado a la cima del negocio sin pisar Wall Street porque lo detesta. Algo insólito en este terreno. Por su parte, Elon Musk, de 46, es un inventor que ya ha transformado tres industrias: la financiera, la automotriz y la espacial. Hoy su gran reto es llevar al hombre a Marte.
A la vista está que hay muchas cosas que los unen. También que son magnates. Buffettt es el tercer hombre más rico del mundo según Forbes. La revista le calcula una fortuna de 83.000 millones de dólares. A mucha distancia de Musk, cuyo patrimonio no supera los 20.000 millones de dólares. Una cantidad, por cierto, nada despreciable.
En este punto terminan las coincidencias. De hecho, Buffettt y Musk protagonizaron una guerra dialéctica de lo más apasionante que ha llegado a todos los foros de monedas virtuales. Y es que en esta batalla han aparecido fosos, caramelos e incluso, criptomonedas.
La aversión de Buffettt por las criptomonedas es ya conocida. Él considera que se trata de un activo improductivo que está generando una burbuja. Lo ha dicho en varias ocasiones. No obstante, el pasado sábado sorprendió a todos con una nueva definición para el bitcoin: “Es veneno para ratas”, declaró a la cadena estadounidense CNN.
Después de las declaraciones de Buffettt, Musk publicó en Twitter el siguiente mensaje: “Cryptocandy”, criptocaramelo en español. Parece desconcertante pero no lo es. Detrás hay una larga historia que comenzó el 2 de mayo, día de la conferencia de resultados de Tesla.
Cryptocandy
— Elon Musk (@elonmusk) 5 de mayo de 2018
El conflicto entre magnates
“Si tu única defensa contra los invasores es un foso, no durarás mucho. Lo que importa es el ritmo de innovación. Ese es el determinante primordial de la competitividad”, dijo Musk en dicha conferencia, de la que informó The New York Times.
Musk no se refería a los fosos de una mazmorra. Foso es un término acuñado por Warren Buffettt para definir las ventajas competitivas de una determinada marca. Algo así como las barreras de entrada que provoca una patente, o un determinado sector, como el negocio de bajos costos.
Preguntado por las palabras de Musk, Buffettt respondió en tono jocoso: “Elon puede atreverse con algo novedoso en algunas áreas. Pero no creo que quiera ir tras nosotros con los caramelos”. El veterano magnate lo dijo porque su empresa, el fondo de inversión Berkshire Hathaway, posee la firma de golosinas See’s Candies.
Musk se tomó la respuesta de Buffettt como un desafío. “Estoy creando una empresa de dulces y va a ser increíble”, dijo inmediatamente en Twitter. También añadió que hasta el fondo de Buffettt invertiría en ella. Y entre una cosa y otra sentenció: “Cryptocandy”.
El mensaje puso punto y final a la batalla, al tiempo que abrió un debate que aún perdura en Twitter y en foros de internet. ¿Va Musk en serio? ¿Cambiará las reglas en el negocio de los caramelos? ¿Esta nueva empresa tendrá algo que ver con criptomonedas? ¿O fue un simple ataque a Buffettt? Por ahora, parece que la intención de montar la empresa de dulces es real. “Voy súper súper en serio”, apuntó en Twitter.