Carlos Deseda (ALN-Rendivalores).- Si bien la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos) puede hallar argumentos para reducir las tasas de interés luego de los recientes reportes de empleo e inflación en los Estados Unidos, hacerlo podría servir también como una red de seguridad ante las políticas del presidente Donald Trump, quien, a los ojos de muchas autoridades monetarias, ha causado hasta la fecha más daños que beneficios.
El presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, y otras autoridades, insisten en que sólo pueden evaluar lo que está sucediendo en la economía y la respuesta política adecuada, y no tratar de adivinar qué hace o podría hacer el gobierno de EEUU.
Asimismo, Donald Trump reanudó esta semana sus ataques contra la FED, alegando que la política de ese organismo le puso en desventaja en sus negociaciones comerciales con China porque ese país, con un control político más estrecho de su banco central, podría devaluar su moneda o usar otras herramientas para compensar los aranceles impuestos a las importaciones chinas. El inesperado anuncio a principios de mayo de un alza en los aranceles para productos provenientes de China y la amenaza de la imposición de tasas a las importaciones mexicanas se sumaron a las dificultades que deberá enfrentar la Reserva Federal.
Los datos económicos recientes ya están complicando el trabajo de la FED. Las autoridades esperaban una desaceleración de la economía, pero pensaban que sería modesta e insuficiente como para justificar un recorte de tasas. La próxima semana quedará claro si esto es suficiente para que la FED ponga directamente sobre la mesa la tan solicitada medida.
Los datos económicos recientes ya están complicando el trabajo de la FED. Las autoridades esperaban una desaceleración de la economía, pero pensaban que sería modesta e insuficiente como para justificar un recorte de tasas. La próxima semana quedará claro si esto es suficiente para que la FED ponga directamente sobre la mesa la tan solicitada medida. Las autoridades de la entidad se reunirán los días 18 y 19 de junio para emitir sus proyecciones actualizadas.
De igual forma, deberán decidir si mantienen su enfoque “paciente” sobre los cambios en las tasas desde el rango actual entre el 2,25% y el 2,5%, o si descartan esa descripción en una señal de que están abiertos a moverse más pronto que tarde. No obstante, los mercados de bonos han sido agresivos a la hora de prever una baja de tasas a fines de año y las acciones estadounidenses han subido con fuerza en la última semana por el optimismo generado ante el aumento de la probabilidad de un recorte de tasas, sobre todo tras el débil informe de empleo del viernes.
Por su parte, economistas de Goldman Sachs y otras firmas han descontado presiones de Trump y argumentan que el panorama económico aún no garantiza un recorte de tipos.
Sin embargo, las situaciones de incertidumbre deben manejarse de la mejor manera posible. La paciencia y la inteligencia son claves para mitigar riesgos, y como dice Peter Lynch, inversionista y empresario estadounidense: “Nadie puede predecir las tasas de interés, el futuro de la economía o de los mercados financieros. Olvida todos esos aspectos y concéntrate en qué está actualmente sucediendo con las empresas en las cuales invertiste”.