Redacción (ALN).- Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe destaca el papel de China en la inversión extranjera directa hacia Latinoamérica. En 2017, China fue el mayor inversor de la región con 18.000 millones de dólares en fusiones y adquisiciones. En cambio, la IED de China a nivel global cayó 36% en el mismo periodo. La Cepal explica las razones de esta paradoja.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) destaca en su último informe sobre inversión extranjera directa (IED) el papel de China en la región. Por un lado, la institución subraya que este país asiático fue el mayor inversor de América Latina en 2017 con 18.000 millones de dólares en fusiones y adquisiciones. En cambio, sostiene que la IED de China cayó a nivel global 36% en el mismo periodo, hasta registrar 124.630 millones de dólares.
¿Cómo se explica esta paradoja? La Cepal subraya que esta caída se produjo “después de que el Gobierno [chino] ajustara sus mecanismos de control para alinear mejor los flujos de IED con las prioridades estratégicas del país”.
En otras palabras, el Gobierno chino afirmó que restringirá las inversiones inmobiliarias o en fondos de inversión que no tengan un objetivo concreto y apoyará las que se encuadren en una estrategia clara: de alta tecnología, manufactura avanzada e investigación y desarrollo (I+D); en hidrocarburos, minería y recursos naturales; en el sector agropecuario, silvicultura y pesca, y en servicios logísticos y financieros.
En 2017 China recibió 136.320 millones de dólares y se convirtió en el segundo mayor receptor de IED del mundo tras Estados Unidos
“Esto no hace sino reiterar la estrategia de largo plazo del Gobierno chino con respecto a la IED entrante y saliente, que consiste en aprobar e incentivar tan sólo aquellas actividades coherentes con sus objetivos estratégicos de desarrollo”, insiste la Cepal.
Este ajuste de las políticas llega tras la fuerte expansión de las inversiones chinas en el exterior en 2016, que alcanzaron 196.149 millones de dólares, sobrepasando por primera vez los flujos de entrada (en 2017 China recibió 136.320 millones de dólares en IED). “El gran aumento de las inversiones chinas volvió a alimentar las suspicacias de muchos gobiernos, especialmente de países desarrollados, que renovaron sus mecanismos de control para vetar ciertas adquisiciones”, apunta la Cepal en el informe.
Considerando las fusiones y adquisiciones completadas en 2017, China fue el mayor inversor en América Latina. “Si bien se posicionó en sexto lugar en cuanto a la cantidad de operaciones (completaron 15 en el año), la magnitud de estas -en torno a 18.000 millones de dólares- representó 42% del volumen registrado en la región”, explica la Cepal.
La participación de las empresas de la Unión Europea fue menor que en 2016 (13% del volumen), al igual que la de Estados Unidos y Canadá (7% y 6%, respectivamente). No obstante, la Cepal matiza que estos dos países siguen siendo líderes en cantidad de operaciones. En el caso de Canadá destacan las adquisiciones en el sector minero. En América Latina se concentran en Brasil y México y, en menor escala, en Argentina y Chile, aunque sin una clara orientación sectorial.
Por el contrario, las adquisiciones de China se concentraron casi exclusivamente en Brasil: empresas chinas participaron en cinco de las 20 mayores operaciones del año. “La mayor parte de estas se concentraron en el ámbito energético, uno de los sectores estratégicos en la expansión internacional de China, y en el sector agropecuario, en el que el país también ha mostrado un fuerte interés internacional, principalmente en el negocio de las semillas”, concreta la Cepal.
Entre las inversiones destacadas está la licitación ganada por State Power Investment Corporation China en Brasil. Con ella se adjudicó la central hidráulica de Sao Simao por 2.220 millones de dólares.
En Brasil también, la china CITIC Agricultural Industry Fund Management compró los activos del centro estadounidense Dow AgroSciences Sementes & Biotecnologia. Entonces pagó 1.100 millones de dólares.
El otro gran movimiento de empresas chinas en América Latina tuvo lugar en Argentina. Shandong Gold Mining compró 50% de Mina Veladero por 960 millones de dólares.
En 2017 China recibió 136.320 millones de dólares y se convirtió en el segundo mayor receptor de IED del mundo tras Estados Unidos. Las entradas de IED en China han crecido ininterrumpidamente en los últimos 10 años, pero el aumento de las salidas de IED ha sido aún más espectacular: en el mismo período, pasaron de 27.000 millones de dólares a 124.630 millones. “Si bien todavía está lejos de ser el principal país inversor en el extranjero, en los últimos años se ha posicionado ya como el tercero del mundo, tras Estados Unidos y Japón”, concluye el informe.