Redacción (ALN).- De toda crisis siempre surgen oportunidades. La guerra comercial que libran Pekín y Washington no es una excepción. Según la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en China, las compañías españolas pueden aprovechar el hueco en el mercado agroalimentario chino. Sobre todo, el sector porcino, el de los cítricos y el vino.
A pesar de que las guerras comerciales son negativas para el comercio global en general, la disputa entre China y Estados Unidos dejará un hueco en el mercado agroalimentario del gigante asiático que las empresas españolas pueden aprovechar, tal como señala un análisis de la agencia EFE.
Desde el 6 de julio, Pekín aplica aranceles de 25% a un total de 545 productos agroalimentarios importados de EEUU por un valor total de 34.000 millones de dólares, entre los que se incluyen algunos que España vende también a este país, como la carne de cerdo, frutas y vino.
El sobrecoste que representa ahora la compra de esos productos a EEUU causará previsiblemente una caída de la demanda y la búsqueda de proveedores alternativos -pues es poco probable que los compradores reduzcan su consumo-, y aquí es dónde las empresas españolas tienen una ventaja competitiva.
Según explicaron a EFE fuentes de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España (Ofecome) en Pekín, el sector porcino -carne y despojos, que representa el 50% de las exportaciones agroalimentarias de España a China- “es el que podría notar estas medidas de forma más importante a corto y medio plazo”.
España es ya el primer proveedor de carne y despojos de cerdo a China, seguida de Alemania y Estados Unidos
España es ya el primer proveedor de carne y despojos de cerdo a este país (con un valor de 393 millones de euros en 2017 y una cuota de mercado de 20%), seguida de Alemania y Estados Unidos (con proporciones de 17,6% y 13%, respectivamente).
EEUU vendió en 2017 a China carne porcina por valor de 253 millones de euros cumpliendo con los gravámenes de 12% para la carne congelada y de 20% para la fresca que soportaban todos los países de la Organización Mundial de Comercio (OMC) -incluida España- hasta hace poco.
Pero la guerra comercial y la primera oleada de aranceles que aprobó Donald Trump llevaron a Pekín a subir los aranceles a la carne de cerdo estadounidense hasta 37% para la congelada y 45% para la fresca.
“Suponiendo que un aumento de precio de 25% se tradujese directamente en un descenso de la demanda de productos estadounidenses, se puede establecer una cuota de 266 millones de euros que sería el hueco máximo aproximado que los estadounidenses dejarían libre para otros grandes competidores como España”, apuntaron en la oficina comercial española. Esta oportunidad no pasa desapercibida para los exportadores españoles, aunque preferirían que se evitara una batalla comercial.
“Imponer aranceles al comercio de carne internacional es una medida que no afecta positivamente al desarrollo del mercado a nivel global”, explicaron a EFE fuentes de la compañía cárnica El Pozo, que en los cinco primeros meses de este año ha sido la cuarta exportadora de carne porcina a China con 19,11 millones de euros.
No obstante, esta firma reconoce que la situación “podría tener un efecto rebote positivo en este mercado, es decir, las exportaciones españolas hacia China podrían aumentar debido a la falta de producto estadounidense”, lo que generaría un ligero aumento de precios y una oportunidad de comercializar más las piezas nobles de cerdo.
Más oportunidades para las empresas españolas
En el mercado de cítricos también hay oportunidades para España, que entró en China en 2014 y ya es el quinto proveedor trasSudáfrica, Australia, EEUU y Egipto. Washington, con una cuota cercana a 18%, soportará aranceles de 36% para limones y naranjas y de 37% para el resto de cítricos, frente a los 11% y 12% que asume España.
Además, este mercado interesa por su crecimiento: China importó 53% más cítricos en 2017 que en 2016, mientras que el incremento interanual del primer trimestre de 2018 fue de 52%. En ambos periodos, las exportaciones españolas crecieron más que la media (67% y 69% respectivamente), según datos de la Ofecome.
En el mercado de cítricos también hay oportunidades para España, que entró en China en 2014
El cítrico español se asemeja al estadounidense en estacionalidad y precio (ambos del hemisferio norte y a 1.220 euros/tonelada), lo que podría convertirlo en un sustituto del norteamericano. Sin embargo, Rafael Jiménez, exmiembro del centro que la Unión Europea tiene en Pekín para apoyar a sus pymes, cree que los compradores chinos podrían escoger cítricos más baratos, como los egipcios, cuyo precio “es muy competitivo”.
En cuanto a la fruta con hueso, EEUU (segundo proveedor de China) sufrirá un arancel de 50% para los albaricoques y de 35% para el resto, mientras que España -que introdujo este producto en China en 2016 y es el sexto proveedor- paga tarifas de 25% y 10%.
En el mercado del vino, el hueco que dejará EEUU será inferior, ya que es el sexto país exportador a China, tras Francia, Australia, Chile, España e Italia, y a un precio medio muy superior al español. Dado el tipo de vino estadounidense, Jiménez cree que será sustituido por el australiano, “aunque Australia tiene sus propios roces con China ahora mismo”, advierte.