Daniel Gómez (ALN).- Evo Morales quiere a José Luis Rodríguez Zapatero de mediador en Bolivia. En el gobierno de Alberto Fernández en Argentina dicen que es un hombre clave en la relación de España con Latinoamérica. Zapatero es uno de los impulsores del Grupo de Puebla. En Venezuela todavía quedan sectores que lo consideran el hombre del diálogo. Y en España su legado social marca la ruta para la coalición PSOE-Podemos.
La vieja y la nueva izquierda de España y Latinoamérica reivindican la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Lo señalan como un líder iberoamericano. Como un hombre importante para resolver los problemas de la región.
“Zapatero es amigo, le tengo mucho respeto y he visto lo que ha hecho en Venezuela. Sigo pensando que él y otros expresidentes deben hacer de mediadores para evitar un genocidio y una masacre [en Bolivia] y que sepa la Organización de Naciones Unidas lo que está pasando”, dijo el expresidente Evo Morales en entrevista con el diario español El Mundo este jueves.
También este jueves, y también en El Mundo, Pablo Gentili, secretario de Estado de Educación del gobierno de Alberto Fernández en Argentina, habló del expresidente español.
“Zapatero tiene una gran sabiduría. Es uno de los líderes políticos más importantes de Europa, es sin lugar a duda, el personaje político de España para América Latina”, afirmó Gentili.
Antes de incorporarse al gobierno de Argentina, Gentili fue jefe de gabinete del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, quien se prepara para ser el vicepresidente del área social del gobierno de España. Para ello, contará con un exasesor de Zapatero durante su primer mandato: Santiago Jiménez. Jiménez, todavía subdirector de la Oficina de Información Diplomática, dirigirá la agenda internacional de Iglesias. Un Iglesias que considera a Zapatero “el mejor presidente de la historia de la democracia”.
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Es conocida la buena relación entre el expresidente español y el fundador de Podemos. Se conocieron en 2014 y desde entonces, como reconoció el propio Iglesias, este le pide consejo para los asuntos importantes.
Pese a las simpatías con Iglesias, Zapatero sigue siendo socialista. De hecho, en el PSOE ha sido el principal valedor del pacto con Unidas Podemos. “Yo deseaba que se produjera”, declaró a radio Cadena Ser el pasado noviembre, cuando se anunció la coalición de gobierno aprobada este martes 7 de enero. De hecho, la respuesta de Pablo Gentili al diario El Mundo se da cuando el periodista le pregunta si Zapatero colaboró en el pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Zapatero emplea una misma fórmula para casi todo: el diálogo. Cuando era presidente logró el fin de ETA negociando. Con respecto a Cataluña señala al entendimiento político para resolver la crisis independentista. Lo mismo pide para Latinoamérica.
Impulsa un foro político en América Latina
En octubre de 2018 Zapatero acompañó al expresidente de Colombia Ernesto Samper en un acto en Madrid. Dijo que América Latina, más que bloques comerciales, más que acuerdos de libre comercio, lo que necesitaba era un bloque político. Y un año después Zapatero, Samper y otros 30 líderes latinoamericanos estaban en Buenos Aires reivindicando el Grupo de Puebla, considerado el foro progresista de Iberoamérica.
Cabe recordar que esa reunión del Grupo de Puebla la organizó el por entonces presidente electo argentino, Alberto Fernández. Este, en su visita a Madrid en septiembre, se reunió con Zapatero y hablaron de la necesidad de configurar un proyecto para Latinoamérica valiéndose de los nuevos liderazgos de izquierdas en la región: el de Fernández en Argentina y el de Andrés Manuel López Obrador en México.
En octubre Zapatero estuvo en México. No se reunió con López Obrador, pero sí le dejó un mensaje: que aprovechara su mayoría en las urnas para “impulsar un proyecto político en Latinoamérica”. El proyecto que más tarde le propuso el recién electo presidente Alberto Fernández en su viaje a Ciudad de México.
Venezuela y el diálogo
La influencia política de Zapatero también se siente en Venezuela. Pese a las críticas, todavía hay sectores que lo reivindican como el hombre del diálogo. Es el caso del diputado Timoteo Zambrano, del partido Cambiemos, quien se desmarcó del grupo que lidera Juan Guaidó para sentarse a negociar con Nicolás Maduro.
Zambrano, amigo de Zapatero, es uno de los integrantes de la Mesa Nacional de Diálogo que tanto promociona el régimen. Una mesa representada por una pequeña parte de la oposición y que de momento ha conseguido la liberación de 38 presos políticos. Los últimos 14 este martes.
Pese a los esfuerzos, los resultados del diálogo son insuficientes. El sector que representa Zambrano no tiene fuerza real. No es un contrapeso. Además, los logros del diálogo están siendo usados por Maduro para blanquear su imagen de cara al mundo. Aunque con golpes de Estado contra la Asamblea Nacional como el cometido el 5 de enero luce difícil.
En los diálogos en República Dominicana que facilitó Zapatero en 2018 entre la oposición y Maduro, también se logró la liberación de presos. Y no consiguió un acuerdo para elecciones presidenciales porque en el último momento intervino EEUU. “Algún día lo contaré todo”, advierte y advierte el expresidente español desde entonces.
Zapatero sigue sin contar cómo fue la supuesta intervención de Washington. En Venezuela los sectores radicales lo acusan de tender la mano a Maduro. En España recibe la misma crítica. Recientemente también lo atacan desde el gobierno interino de Jeanine Áñez.
Este jueves la Fiscalía de Bolivia llamó a declarar a Zapatero. Le piden que dé información sobre lo ocurrido en la embajada de México en La Paz a finales de diciembre, cuando un grupo de policías españoles encapuchados intentó entrar a la sede diplomática. Los policías de Bolivia lo impidieron. Temían que liberaran a los exministros de Evo Morales refugiados allí.