Redacción (ALN).- El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas dictaminó que España está violando “el derecho a la identidad, el derecho a ser escuchado, y el derecho a la especial protección de los niños privados de su entorno familiar”. ¿Por qué?
Cuando un menor no acompañado llega a España las autoridades tienen que determinar su edad. No basta con fiarse del testimonio del migrante, sino que tienen que realizarle una prueba. En este caso, una radiografía de huesos que tiene un margen de error de cuatro años. Esta oscilación es demasiado grande para un trámite que requiere precisión: la edad del migrante puede influir de forma decisiva en el futuro de estas personas.
El caso del joven guineano M.B. (se identifica de esta manera para proteger su identidad), sirve como ejemplo para dimensionar este problema.
M.B. llegó a España en patera en junio de 2017. Tenía 17 años, pero la prueba de huesos que le hicieron al llegar determinó que su edad era 21. Así que de la noche a la mañana se convirtió en adulto ante la ley. Y ser adulto ante la ley significa no contar con la protección del menor, no contar con un tutor legal y ser encerrado de forma inmediata en un centro de reclusión.
M.B. estuvo recluido en un centro de Madrid por más de 50 días. Su suerte fue que la Fundación Raíces obtuvo una copia de su certificado de nacimiento original en Guinea y demostró que tenía 17 años y no 21. Gracias a esto pudo salir del centro de internamiento, aunque nunca disfrutó de los derechos que le corresponden como menor de edad.
Por casos como el de M.B. -reportado en el blog de la ONU– el Comité de los Derechos Humanos del Niño de Naciones Unidas indicó este miércoles que España violó la Convención de los Derechos del Niño. En particular, “el derecho a la identidad, el derecho a ser escuchado, y el derecho a la especial protección de los niños privados de su entorno familiar”.
Un equipo de 14 expertos del Comité determinó que España no efectuó el procedimiento adecuado para determinar la edad de los jóvenes, en referencia a la radiografía de huesos.
Se trata de un trámite importante ya que al año llegan 2.500 niños migrantes a España, muchos de ellos no acompañados. Por ello, el Comité destaca “la importancia fundamental de determinar la edad de todo individuo que afirma ser menor de edad, dado que el resultado de dicha determinación condicionará si tienen derecho a protección en su calidad de niños”.