Redacción (ALN).- El virus de papiloma humano o VPH es el virus de transmisión sexual más frecuente. Millones de hombres y mujeres en todo el mundo lo padecen, pero para las mujeres este virus podría ser mortal.
Y es que el VPH tiene un altísimo riesgo oncogénico en mujeres y es la causa de aproximadamente el 95 % de los casos de cáncer de cuello uterino. Solo por citar un ejemplo, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte oncológica de las mujeres venezolanas entre los 25 y los 69 años.
Los expertos señalan que desde el momento del contagio hasta el desarrollo del cáncer podrían pasar hasta 15 años, y solo entre 5 y 10 % de las infectadas con el virus desarrollarán lesiones premalignas y, eventualmente, cáncer.
Un síntoma que denuncia su presencia
Las verrugas genitales son el príncipal síntoma que denuncia la presencia del VPH. Generalmente, este síntoma está asociado con algunos de los tipos de VPH «benignos».
Pero hay otros tipos, considerados de alto riesgo y asociados a lesiones precancerosas de cuello uterino y, en menor proporción, de cánceres de pene, vulva, vagina y orofaringe.
A nivel mundial, los genotipos de VPH-16 y el VPH-18 son responsables de hasta 70 % de los casos de cáncer de cuello uterino.
¿Se puede tratar el VPH?
Una infección por VPH en sí no puede ser tratada. Existen medicamentos que puede aplicar a una verruga. Si no funcionan, su atención médica podría congelarla, quemarla o extirparla quirúrgicamente.
Existen tratamientos para los cambios celulares causados por la infección con VPH de alto riesgo. Incluyen medicamentos que se aplican al área afectada y varios procedimientos quirúrgicos.
En general, las personas con cáncer relacionado con el VPH reciben los mismos tipos de tratamiento que quienes tienen cáncer no causados por el virus. Una excepción a esto son las personas que tienen ciertos tipos de cáncer de boca y de garganta, las que pueden tener diferentes opciones de tratamiento.
¿Se pueden prevenir las infecciones?
El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina por completo, el riesgo de contraer o propagar el VPH. Si usted o su pareja es alérgica al látex, puede usar condones de poliuretano. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Las vacunas pueden proteger contra varios tipos de VPH, incluyendo algunas que pueden causar cáncer. Las vacunas brindan la mayor protección cuando se aplican antes de exponerse al virus. Esto significa que es mejor que se apliquen antes de que se vuelvan sexualmente activas.
Con información de Últimas Noticias y Medicineplus.