Daniel Gómez (ALN).- Mientras Venezuela prácticamente desaparece de las cuentas de bancos, petroleras y aseguradoras, Telefónica consigue aumentar los ingresos en el país del colapso y de la hiperinflación. ¿Por qué?
Telefónica factura 58 millones de euros en Venezuela en los nueve primeros meses de 2019, según el informe de cuentas del tercer trimestre presentado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Los ingresos de Telefónica en Venezuela suponen un incremento de 42 millones con respecto al mismo periodo de 2018. El dato sorprende, porque hasta el año pasado, todos los negocios en el país iban cuesta abajo.
Todo tiene su explicación. La compañía explicó en el segundo trimestre que la mejora en Venezuela se debe a un cambio contable. Es el siguiente:
“Las operaciones de Telefónica en Venezuela ajustadas por inflación se convierten al tipo de cambio de cierre de Bolívar Soberano/Euro. A cierre de septiembre 2019 la Compañía utiliza un tipo de cambio sintético de 33.777,1 Bolívares soberanos/USD”.
En 2018 la compañía tocó fondo en Venezuela. Sólo ganó 18 millones de euros. Un derrumbe que comenzó en 2012, año en el que la compañía registró su último gran resultado: 3.338 millones de euros.
En 2018 la compañía tocó fondo en Venezuela. Sólo ganó 18 millones de euros. Un derrumbe que comenzó en 2012, año en el que la compañía registró su último gran resultado: 3.338 millones de euros.
Con este cambio contable, los negocios de Telefónica en Venezuela contribuyen a la mejora de ingresos registrada a nivel global: 36.023 millones de euros entre enero y septiembre, 0,7% más.
En el apartado que no le fue tan bien a Telefónica fue en el de beneficio. Al contrario. El grupo español registró un beneficio neto de 1.344 millones de euros entre enero y septiembre, 50,6% menos que en el mismo periodo de 2018.
El motivo es el coste del Plan de Suspensión Individual. Un plan que terminó el 1 de octubre y que permitió a los trabajadores de 53 años o más suspender de forma voluntaria la relación con la compañía. Se apuntaron 2.636 trabajadores al plan. Y tuvo un impacto negativo en las cuentas de 1.732 millones de euros. Pero esto es una estrategia con visos de futuro.
La deuda, que es la gran preocupación de los accionistas de Telefónica, cayó 8,1% hasta los 38.293 millones de euros en el tercer trimestre de 2019.