Daniel Gómez (ALN).- Josu Jon Imaz, director general de Repsol, dijo que el objetivo principal en Venezuela es garantizar la salud e integridad de sus trabajadores. Por eso cuenta con un comité interno que representa a más de 100 empleados y que organiza charlas de salud mental, prevención de diarrea, ictus e incluso de trombosis por viajes. La compañía no deja ninguno de estos temas al azar.
Repsol afirma en su informe de gestión que una de las actuaciones “más significativas de 2019 es la unificación de la información sanitaria”. Datos “específicos” de los diferentes mercados para afrontar los riesgos con “campañas de salud y bienestar a nivel internacional que se adaptan a las especificidades del país”.
Por eso en Venezuela los temas seleccionados en charlas preventivas son significativos:
– Salud mental.
– Diarrea
– Ictus.
– Enfermedades trasmitidas por el agua.
– Trombosis por viajes.
– Higiene postural.
Esta es la lista de las charlas preventivas que ofrece Repsol a sus trabajadores en Venezuela, tal como se lee en el informe. Charlas que como se dijo, están adaptadas a la realidad del país.
“Una empresa se tiene que adaptar al contexto. En este caso Venezuela no se entiende en términos de país sino en términos casi de guerra. La situación económica, política, la emergencia humanitaria, la incapacidad de planificar el futuro, la vida diaria, es algo que afecta a muchos venezolanos”, dijo al diario ALnavío el psicólogo venezolano Máximo Peña.
El experto dice que en Venezuela se vive en un contexto de estrés. “Y el estrés laboral es uno de los problemas más importantes de la salud metal, catalogado incluso por la Organización Mundial de la Salud como una epidemia. Además, en Venezuela no sólo es el estrés. Es que el agua que sale del grifo no la puedes beber, es que apenas hay agua envasada, por eso son normales las diarreas. Al final lo que está haciendo Repsol es enfocar su programa de salud en la realidad de Venezuela”.
“Venezuela al final es un país del que se han ido más de cuatro millones de personas. Y nadie se va de un país por gusto. El estrés que sufre el venezolano medio, y por supuesto los trabajadores de cualquier empresa, es propio de países en guerra”
En el informe de Repsol se puede ver cómo nombra ejemplos muy concretos de lo que ocurre en otros países. En Ecuador, por ejemplo, se han ejecutado campañas de vacunación “para prevenir influenza”. También programas “de desparasitación” para todo su personal en Quito y charlas “para prevenir el riesgo físico por ruido, mediciones en puestos de trabajo, de nutrición, seguridad alimentaria, manipulación de alimentos por parte del personal de catering y trabajos de altura”. Otro caso es el de Colombia, donde se organizan actividades centradas en sistemas de inteligencia y riesgos laborales. Y Bolivia, donde se efectúan “reconocimientos médicos anuales y campañas de inmunización”.
Como se ve, las actuaciones en Ecuador, Colombia y Bolivia entran dentro de la cotidianidad de los países. Pero en ningún caso abordan temáticas tan delicadas como las de Venezuela en asuntos de salud mental y salubridad.
“Venezuela al final es un país del que se han ido más de cuatro millones de personas. Y nadie se va de un país por gusto. El estrés que sufre el venezolano medio, y por supuesto los trabajadores de cualquier empresa, es propio de países en guerra”, apuntó Máximo Peña.
Un país infeliz
En los últimos tiempos también han salido informes que justifican por qué vivir en Venezuela es un problema. Estos son algunos ejemplos:
– Aumentan los suicidios en Venezuela. Un estudio publicado por el Observatorio Venezolano de la Violencia el pasado diciembre señaló que la tasa de suicidios era de 10 por cada 100 habitantes en 2019, el triple que en 2014.
– Un país infeliz. A mediados de 2019 se publicó otro estudio de la encuestadora Delphos que indicó que en Venezuela sólo 2,5% de las personas afirman ser felices.
– Agua que no se puede beber. El Laboratorio y Consulta de Parasitosis Intestinales de la Universidad Central de Venezuela ha venido afirmando que ocho de cada 10 personas en Caracas tienen parásitos en su organismo por culpa del agua contaminada. Parásitos que, con suerte, sólo causan una diarrea.
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Por todo lo anterior tampoco extraña que en la conferencia de resultados de este jueves, Josu Jon Imaz, director general de Repsol, dijera que el “objetivo principal” de la compañía es “proteger a los trabajadores y garantizar la seguridad y la operación”.
A nivel global, la compañía cuenta con una estrategia de salud y bienestar “para sensibilizar y ayudar a los empleados a cuidarse”. De ahí las campañas de salud, el monitoreo de los riesgos en cada país y la creación de comités específicos.
En Venezuela Repsol cuenta con “tres delegados en representación de los trabajadores”. En concreto, está representado el 75,5% de los empleados, precisa el informe. El documento también detalla el número de trabajadores en Venezuela: 141, siendo el 93,7% “directivos, gerentes y jefes técnicos que proceden de la comunidad local”. Es decir, de Venezuela.