Redacción (ALN) .- El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, explicó este sábado las razones por las que el tema del frenazo económico en Venezuela es «complejo».
«No solo porque hay comportamiento desigual entre sectores, regiones y personas. Sino también por el efecto de la economía ilícita y las remesas. Además del grado de informalidad en el empleo y los negocios. Así qué hay ser cuidadoso en el análisis. En fin, lo menos relevante es que un ‘restaurante de altura’ cierre», expresó.
Asimismo, indicó que la inflación de abril medida por Ecoanalítica «muestra un ligero incremento con respecto a marzo pero sigue en terreno de un dígito».
«Por el lado de los precios denominados en dólares, la variación es bastante pequeña. La dinámica de precios no solo es reflejo de lo que pasa en el ámbito cambiario sino también de una dinámica de consumo y ventas que sigue en terreno negativo aunque no tanto como entre enero y febrero», señaló en su cuenta en Twitter.
El tema del frenazo económico en Venezuela es complejo: no solo porque hay comportamiento desigual entre sectores, regiones y personas. Sino también por el efecto de la economía ilícita y las remesas. Además del grado de informalidad en el empleo y los negocios. Así qué hay ser…
— Asdrúbal R. Oliveros (@aroliveros) April 29, 2023
Los salarios en el país
Asdrúbal Oliveros acotó que la inédita crisis vivida en Venezuela desde el 2014 ha llevado a un deterioro sostenido de los salarios, «lo cual ha convertido a Venezuela en el país con la menor cobertura promedio sobre la canasta básica alimentaria de la región».
«Para el cierre del 2022, en Ecoanalítica estimamos el salario promedio del sector privado en $170. Sin embargo, puede haberse deteriorado con los descalabros cambiarios recientes si consideramos que un 40 % del sector privado formal e informal gana en bolívares. Y ese sector, que representa 77 % de la población empleada en Venezuela, mantiene una situación mejor que el sector público: donde 89 % de los sueldos están fijados en bolívares.», sostuvo.
Además, apuntó que el salario promedio de $170 del sector privado contrasta claramente con la canasta básica alimentaria que es cercana a los $500. «Similarmente, la canasta de bienes y servicios se ubica en $930», dijo.
«Es decir, que la cobertura salarial promedio de las canastas es apenas de 34 % y 18 % respectivamente. Y el panorama es desalentador: un estudio del BID y el IESA publicó una encuesta en 2021 que encontró un entorno laboral con bajos salarios y poca mano de obra calificada», manifestó.
Oliveros comentó que se reportó dificultad de captación de capital humano experimentado y una fuerza laboral que carece de motivación y compromiso. A su juicio, «algo normal en una situación salarial tan precaria. Entonces, ¿cómo hacemos desde las empresas para enfrentarla? Con cinco elementos claves»:
- Ante los ajustes de sueldo, las empresas deben tomar en cuenta el aumento del índice de precios en dólares (estimado en 50 %) como referencia de la dinámica nacional de los precios: aunque es complicado realizar un ajuste que vaya al mismo ritmo de los precios en divisas.
- La empresa debe comunicar los resultados propios de la organización con los empleados: si hay o no aumento de ventas, ya que la situación de la empresa en el contexto nacional explica por qué los aumentos de sueldos no son los esperados.
- Otro elemento clave es comparar los salarios de la empresa respecto a otros actores del sector que sean equivalentes en tamaño: esto ayudará a entender si la empresa está en desventaja al competir por la búsqueda o la retención del escaso capital humano calificado.
- En empresas pequeñas y medianas se debe construir una política salarial segmentada que considere distintos intereses para los paquetes por edades del empleado como otros elementos de segmentación.
- Enfoque particular: la empresa debe entender bien el perfil de cada empleado y cuidar a empleados claves a pesar del escalafón en el que estén, minimizando el riesgo de que los empleados se vayan: por su experiencia, el costo de salida es mayor que el costo de retención.
Asdrúbal Oliveros destacó que llega el mes de mayo y la expectativa de aumentos salariales es bastante moderada, «tanto en un sector público plagado de conflicto social debido a la baja capacidad como en un sector privado que tuvo un inicio de año económicamente complicado».
«Este contexto implica para las empresas un desafío a la hora de construir una estrategia salarial que se centre en cuidar el ‘core’ del negocio y ajustar el tamaño de las empresas a la nueva realidad del mercado», sentenció.