María Rodríguez (ALN).- Más voces empiezan a cuestionar desde Colombia si el presidente Iván Duque está descuidando la política nacional por ser líder regional en la cruzada contra Nicolás Maduro. “De golpe estamos comprando un pleito más grande que nuestras capacidades”, advierte Jorge Bustamante, columnista del diario El Tiempo. Y enumera cuatro claves que harían “peligrosa” esta apuesta de Duque.
El reclamo al presidente colombiano Iván Duque de que no descuide la política nacional mientras se erige como líder regional contra Nicolás Maduro se expande. Primero se lo preguntó la revista Semana en portada: “¿Es esto lo que le conviene a Colombia?”. También la periodista y columnista de esta publicación María Jimena Duzán con el artículo “¿Y Colombia qué?” Ahora se lo plantea otro columnista, Jorge Bustamante, en una nota de opinión en El Tiempo de Bogotá.
El problema de Venezuela “es aún más grave para Colombia de lo que se percibe, por las posiciones preocupantes que han asumido el presidente Duque y su canciller [Carlos Holmes Trujillo]. De golpe estamos comprando un pleito más grande que nuestras capacidades”, critica Bustamante.
“¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente Duque? ¿Ubicarse como cascarón de proa en una vecindad inmediata no es una apuesta demasiado peligrosa?”, insiste el columnista. Y parafraseando al expresidente de Colombia Alfonso López Pumarejo, añade: “Nadie se juega lo que no está dispuesto a perder”.
No puede creer Duque que la salida de Maduro solucione los problemas de Colombia
En una entrevista con el diario ALNavío, la columnista María Jimena Duzán explica que “mientras Duque defiende la democracia en Venezuela, hace lo contrario en Colombia”, al no implementar los acuerdos de paz con las FARC. “Un plan de desarrollo”, afirma, hará más por la economía del país que el final de Maduro.
La periodista sostiene que Duque “está errado en su diagnóstico pensando que Colombia va a salir de sus problemas sólo si Maduro deja el poder”.
Por su parte, Bustamante advierte cuatro claves que harían que esta apuesta de Duque sea “peligrosa”.
1 Cuba
Que en la cuestión venezolana, el principal interlocutor no es “desde hace mucho tiempo” el régimen de Nicolás Maduro, sino Cuba, sus asesores, la inteligencia cubana, etc, “que maneja a Maduro y al Estado venezolano”, apunta el columnista. En este sentido, subraya que Cuba “está dispuesta a sacrificar hasta el último venezolano por defender sus intereses. Salvo que los compensen”.
2 China, Rusia, Irán y Turquía
Que los intereses geopolíticos y económicos de China, Rusia, Irán y Turquía en Venezuela son grandes. “¿Quién les va a garantizar sus activos políticos y económicos ante un eventual cambio de gobierno allí?”, se pregunta Bustamante.
3 Guerrilleros
El columnista también apunta como clave el tema de los guerrilleros de las FARC y del ELN, “activos o desmovilizados, que se encuentran refugiados y protegidos en Venezuela”. En este sentido, se pregunta si aceptarían un eventual cambio de gobierno, cuando “tienen abiertos canales económicos, de narcotráfico, de suministros…”.
4 Boliburguesía
Por último, Bustamante duda que “la boliburguesía chavista civil y militar esté dispuesta a ceder un centímetro sus prebendas” a cambio de amnistía. “Todo lo contrario. Ha demostrado que es proclive a seguir entregando por una bicoca todos los recursos naturales y estratégicos del país para perpetuarse en el poder”, concluye el columnista.
¿Tiene razón la revista ‘Semana’ cuando cuestiona el liderazgo de Duque contra Maduro?
Estas advertencias se suman a las de la columnista de la revista Semana María Jimena Duzán. En un artículo de opinión titulado “¿Y Colombia qué?”, Duzán subraya que, aunque se esté de acuerdo en que hay que acabar con la dictadura de Nicolás Maduro, “lo que sí resulta totalmente desproporcionado y poco ético es que [Duque] se preocupe tanto por restaurar la democracia en Venezuela cuando hace tan poco por fortalecer la nuestra”.
Por otro lado, un editorial de la revista Semana afirma que habría sido “menos peligroso” para el país que el Gobierno “se hubiera limitado a ser parte de un esfuerzo colectivo en el Grupo de Lima, sin asumir el coste y riesgo que Colombia tiene hoy”. Es decir, en el sentido de que una posible intervención militar podría llevar hasta Colombia tropas militares estadounidenses.