Daniel Gómez (ALN).- Evo Morales fracasó. La estrategia de generar el caos en Bolivia a través de un vacío de poder no le funcionó y ahora el gobierno está en manos de la oposición. Por eso el MAS, su partido, regresa a a Asamblea Legislativa y se hace de las presidencia en Congreso y Senado. Un movimiento que sin duda añade interrogantes al futuro del país. ¿El MAS impondrá su mayoría parlamentaria para anular la presidencia de Jeanine Áñez? ¿Querrá devolver a Evo Morales al poder? ¿O simplemente participará en la transición de Bolivia?
“El partido de Evo Morales juega dos cartas”, dice al diario ALnavío el investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares, Rogelio Núñez.
– Ganar influencia desde las instituciones.
– Presionar en las calles.
Regresar a la vida política es un factor clave en este momento. Evo Morales quiso aplicar el libreto de Hugo Chávez. Generar un vacío de poder, incendiar las calles, generar el caos y que se evidenciara que Evo Morales era la única garantía de estabilidad. Esperaba que los militares le restituyeran. Por ello este jueves se sorprendió del papel del Ejército.
Evo Morales no lo puede creer: creyó que estaba blindado por los militares
Así que el plan fracasó.
La oposición se movió rápido. Se venció el vacío de poder porque ya existe un gobierno interino articulado y reconocido por las Fuerzas Armadas, así como por la comunidad internacional. Incluso Rusia, quien apunta que Jeanine Áñez es, pese a todo, la líder del país.
“A todas luces fue un error de Evo Morales”, dice Rogelio Núñez. Y lo dice porque el partido del expresidente, el Movimiento al Socialismo (MAS), es la fuerza mayoritaria en la Asamblea Legislativa con 88 diputados por 42 de la oposición.
“Ese gobierno interino lo pudieron dirigir desde el MAS. Pero no quisieron. Y ahora lo que no quieren es dejar la cancha vacía. Teniendo como tiene el MAS los dos tercios de la cámara su capacidad de incidir en el proceso electoral y en el gobierno interino es total. Un gobierno interino que además es muy heterogéneo y que no tiene una representación real”, dice Rogelio Núñez.
Y agrega: “Con datos en la mano, el MAS es el único partido con representación real en toda Bolivia. El resto de formaciones son grupos heterogéneos, que, además, en las últimas elecciones, cometieron el error de ir separados, aunque luego haya habido fraude. Pero según las últimas encuestas, el MAS sigue reuniendo aproximadamente un 35% del voto, más que ninguna otra formación política”.
Este jueves, los parlamentarios del MAS regresaron al Senado y nombraron a Eva Kopa Murga, también del MAS, nueva jefa del hemiciclo. De este partido también es el nuevo vicepresidente, Pedro Montes González. La segunda vicepresidencia fue a parar a la opositora Carmen Eva Gonzáles, del Frente de Unidad Nacional. Mientras, en la Cámara de Diputados, Sergio Choque, líder de la bancada mayoritaria del MAS, fue elegido como presidente del parlamento.
¿Presionará el MAS para tumbar a Jeanine Áñez?
Una cosa está clara: el escenario político se oscurece en Bolivia con la vuelta de los diputados del MAS. Se sabe que el nombramiento de Jeanine Áñez se produjo sin el quorum exigido en la Asamblea Legislativa. Cabe recordar que no hubo quorum porque los diputados del MAS no quisieron acudir a la sesión.
Gobierno y el MAS negocian para pacificar Bolivia
La asambleísta del MAS, Betty Yañiquez, y la expresidenta del Senado, Adriana Salvatierra, se reunieron con el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano. Al gobierno interino le pidieron:
– El de Evo Morales a Bolivia.
– Un salvoconducto para los dirigentes de los movimientos sociales.
– Garantías para el trabajo de los legisladores.
“Si llegamos a un ámbito de pacificación tienen todas las condiciones para quedarse en Bolivia”, dijo Justiniano.
Xinhua.
¿Pero es posible que desde el Congreso busquen anular el nombramiento de Jeanine Áñez, o al menos cuestionarlo? “Es posible”, dice Rogelio Núñez.
¿Y es posible que desde el Congreso se presione para que Evo Morales regrese al poder? “No debería ser así”, apunta el analista, y lo explica:
– Se supone que la dimisión de Evo Morales es irrevocable.
– Se supone que Evo Morales, por lo que ha dicho a los medios internacionales, que su intención es la de regresar a Bolivia, pero no como presidente.
– Que hoy la presidencia del país la tenga una mujer de la oposición es culpa de la estrategia de Evo Morales.
Añade Rogelio Núñez: “Creo que la estrategia que seguirá Evo Morales y el MAS es hacer una pinza. Presionar en las instituciones, y presionar en la calle”.
La segunda carta de Evo Morales: la presión popular
Pero ocurre una cosa: Evo Morales no tiene la fuerza de antaño en las calles. Como dice el analista, su segunda carta es la de generar presión ciudadana. Estos, sin embargo, no han respondido con la intensidad esperada. Más bien los movimientos cívicos opositores han liderado la protesta.
¿Cuál es la explicación?
“Algo que suele ocurrir mucho con movimientos sociales que llegan al poder, como es el caso de Evo Morales, es que cuanto más se alarga su presencia en el poder, la capacidad de movilización disminuye. Con respeto de la palabra, es como si estos revolucionarios movimientos se aburguesaran”, apunta Rogelio Núñez.
Dice que algo parecido le ocurrió al Partido de los Trabajadores en Brasil. Un partido que ganó el apoyo de movimientos sociales y sindicatos que juntos, auparon desde las calles a Lula da Silva a la presidencia. El problema, añade, es que con el paso de los años este movimiento se fue acomodando, hasta el punto de no responder de forma contundente al impeachment de Dilma Rousseff, sucesora de Lula. En esa ocasión fue al contrario. Y en Bolivia también está siendo así: los movimientos cívicos tienen más poder de calle que Evo Morales.