Moris Beracha (ALN).- Los profesores de educación básica, media y universitaria en el mundo entero están aplicando técnicas de mindfulness para ayudar a los estudiantes a concentrarse y rendir mucho más en los programas de estudio.
Los docentes han realizado acuerdos con los alumnos para que antes de abrir los cuadernos se queden sentados en una posición cómoda, con los ojos cerrados 15 minutos, concentrados en el presente y el ahora, dejando a un lado las distracciones, lo que les permite asimilar mucho mejor los contenidos que se dictan en las aulas de clase.
El mindfulness es una técnica que no sólo ayuda a relajar la mente, sino que disminuye los niveles de ansiedad. En casos específicos como situaciones de alta incertidumbre que viven algunas sociedades, se ha comprobado que tiene un efecto potenciador de la creatividad y del rendimiento.
Los docentes han realizado acuerdos con los alumnos para que antes de abrir los cuadernos se queden sentados en una posición cómoda, con los ojos cerrados 15 minutos, concentrados en el presente y el ahora, dejando a un lado las distracciones, lo que les permite asimilar mucho mejor los contenidos que se dictan en las aulas de clase.
Este fácil ejercicio que ha sido una práctica del budismo desde hace más de 2.500 años, y que no apela a preceptos religiosos, sino al autoconocimiento de la mente, se encuentra dando de qué hablar debido a los resultados positivos en el ámbito educativo mundial.
La práctica del mindfulness en las aulas de clase también ayuda a contrarrestar el estrés, la falta de concentración y la dispersión, y a mejorar la capacidad reflexiva, anulada muchas veces por una educación mecánica, basada en métodos automáticos y repetitivos.
Los ejercicios de conciencia plena dentro de las aulas ayudan a manejar la mente, enseñando cómo “dejar ir” o “soltar” aquellos pensamientos que no son la tarea presente: el estudio o el examen.
Las investigaciones de los últimos años muestran que al practicar mindfulness estamos fortaleciendo áreas cerebrales y circuitos relacionados con la atención, concentración, memoria, flexibilidad cognitiva o el bienestar emocional.
De ahí que muchas de las mejores universidades y colegios del mundo incluyan prácticas de concentración plena como conocimiento transversal dentro de sus programas de estudio.