Redacción (ALN).- Estados Unidos ha vivido su invierno más frío en más de tres décadas. Desde 1989, los termómetros no habían bajado tanto como este febrero. ¿Esto quiere decir que el calentamiento global está desapareciendo? No, dice rotunda la Organización Meteorológica Mundial.
Los datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos apuntan que, entre el 11 y el 16 de febrero de 2021, se batieron 62 récords diarios de temperaturas frías mínimas. Y, entre el 15 y el 16 de febrero, se superaron 69 marcas diarias de temperaturas frías mínimas.
Estos números convierten a este febrero en el mes más frío que recuerda EEUU desde 1989, y a este invierno como el más frío que ha sufrido el país en tres décadas.
Para los negacionistas, los números de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica son el ‘argumento perfecto’ para rechazar el cambio climático y el calentamiento global. Pero la cosa no es tan sencilla.
Este miércoles el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la Organización Meteorológica Mundial explicó que, aunque las olas de frío son cada vez más infrecuentes, estas no han desaparecido.
“Es prácticamente seguro que se producirán con mayor frecuencia temperaturas cálidas y con menor frecuencia temperaturas frías extremas en la mayoría de las zonas terrestres en escalas de tiempo diarias y estacionales a medida que aumenten las temperaturas medias globales. Es muy probable que las olas de calor se produzcan con mayor frecuencia y duración. Seguirán produciéndose extremos invernales ocasionales de frío”, apuntan en un reciente informe.
Es el momento para establecer “nuevas normas climáticas”
Otra cosa que perturba a la Organización Meteorológica Mundial es la disparidad de temperaturas y tendencias registradas entre el hemisferio norte y el sur este invierno. Mientras que en Rusia y Norteamérica las temperaturas se situaron “muy por debajo de la media observada entre 1991 y 2020”, estas se encuentran “muy por encima” del promedio registrado en el Ártico y “en una banda que se extiende en dirección este partiendo desde el noroeste de África y el sur de Europa hasta China”.
Estas tendencias han llevado a la Organización Meteorológica Mundial a plantear unas “nuevas normas climáticas”.
Resulta que, hasta finales de 2020, el período de referencia estándar más actual y ampliamente utilizado para calcular las “normas climáticas” era el período de 30 años entre 1981 y 2010, explica el organismo en un comunicado. Pero en una reciente reunión de la Comisión de Servicios de la Organización se recomendó adoptar a nivel mundial un nuevo período de referencia de 30 años, de 1991 a 2020.
“Este cambio se considera necesario para apoyar a los responsables de la toma de decisiones en sectores susceptibles al clima como la agricultura, la salud, la energía, las infraestructuras y el transporte. Sin embargo, a efectos de comparación histórica y de seguimiento del cambio climático, la Organización mantiene su recomendación de usar el período entre 1961 y 1990 para el cálculo y el seguimiento de las anomalías climáticas mundiales relativas a un período de referencia fijo y común”, agregó.