Leticia Núñez (ALN).- ¿A quién favoreció la mayor participación electoral en Colombia? ¿A Iván Duque o a Gustavo Petro? Expertos consultados por ALnavío tienen claro que el verdadero ganador es el país. Y gana porque por primera vez en 20 años no se impuso la abstención. Porque hubo participación récord. Porque fueron los primeros comicios en paz. Sin la amenaza de la guerrilla. La paz da otro paso. No hay vuelta atrás.
Más de 19 millones de colombianos acudieron este domingo a votar. Fueron los primeros comicios presidenciales en paz. Sin la amenaza de la guerrilla. La primera vuelta dejó una participación de 53,5% del censo. Es la cifra más alta desde 1998. Por primera vez en muchos años no ganó la abstención. Tampoco la desafección hacia la política. Y eso, como afirma la internacionalista Beatriz de Majo, es algo que favorece al país. “Gana Colombia”, asegura en declaraciones al diario ALnavío. Pero no queda ahí. Hay al menos otros cuatro factores que explican por qué Colombia fue la gran ganadora en los comicios del domingo, más allá del triunfo del conservador Iván Duque y del resultado histórico de la izquierda con el pase a segunda vuelta de Gustavo Petro.
1.- Más participación que abstención
Históricamente Colombia ha registrado niveles de abstención elevados. En las últimas presidenciales, celebradas en 2014, casi 60% de los ciudadanos optó por quedarse en casa. Pero, ¿por qué la gente no vota? ¿A qué se debe la aversión hacia la política? Según De Majo, “los partidos le han fallado a la población en proveerles paz durante medio siglo, desde que empezaron las agresiones de los alzados en armas”. También señala que en el interior del país “hay una desconfianza notable por la incapacidad de los gobernantes de resolverles sus problemas más inmediatos”, a lo que se suman “episodios de corrupción de funcionarios gubernamentales”.
Pero este domingo el panorama cambió. Colombia celebró sus primeras elecciones en paz tras la firma de los acuerdos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) a finales de 2016. Juan Manuel Santos dejará la Presidencia en agosto tras ocho años en el poder en una gestión en la que ganó el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para acabar con más de 50 años de conflicto.
Santos: “Los acuerdos de paz son irreversibles. No importa quién llegue al poder. Tendrá que continuarlos”
De ahí que la mayor participación electoral sea un factor que “favorece al país”. Según De Majo, “es una señal de que comienza a haber conciencia de que votando se cambia el rumbo del país”. Sobre todo, dice, porque “50 años de guerra interna habían sembrado en el ánimo de la ciudadanía la convicción de que no tiene sentido votar porque los partidos no atienden a los clamores, las exigencias y las necesidades de la población”. Ella lo tiene claro: “Gana Colombia”.
2.- Elecciones sin la guerrilla
Fueron las primeras elecciones en paz y también las primeras sin la amenaza de la guerrilla. La jornada se desarrolló en “plena normalidad”, tal como apuntó el Consejo Nacional Electoral (CNE) al cierre de los colegios electorales.
De hecho, la percepción de que el proceso electoral no vería acciones violentas de grupos guerrilleros también explica la mayor participación electoral, según explica José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Simón Bolívar, al diario ALnavío (Ver más: 5 factores que juegan en contra de Gustavo Petro en la segunda vuelta en Colombia).
A ello también se refirieron tanto Duque como Petro. “Quiero un país de legalidad, un país donde se respire seguridad en todo el territorio”, dijo el conservador al votar en Bogotá. Mientras, Petro abogó por “un presente y futuro” sin odio ni venganza.
Además, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, heredera política del grupo insurgente, terminó retirándose de la campaña en marzo por la frágil salud de su líder, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, y en medio de un fuerte rechazo social.
En las elecciones legislativas del pasado 11 de marzo, el partido apenas obtuvo 52.532 votos en el Senado y 32.636 votos en la Cámara de Representantes. Ninguna de las dos votaciones les alcanzó para conseguir un curul. Sin embargo, según los acuerdos de paz de La Habana, tendrá cinco escaños en cada Cámara.
3.- En la práctica se consolida la paz
Ya lo dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la visita que realizó a Madrid hace dos semanas: “Los acuerdos de paz son irreversibles. No importa quién llegue al poder. Tendrá que continuarlos” (Ver más: Para Santos la paz se ha impuesto al fantasma del chavismo). Asimismo, la Corte Constitucional dictaminó que ningún gobierno en los próximos tres periodos podrá emitir ningún decreto que vaya en contra de los acuerdos firmados.
Duque es el único candidato que quiere cambiar dichos acuerdos. No la totalidad, sino algunos aspectos. “La letra del pacto subsistirá, pero Duque actuará sobre aquellos elementos del proceso que aún no están resueltos, como la entrega de armas, la administración del régimen especial de Justicia para la paz y la reparación a las víctimas”, explica De Majo, recordando que la mitad de los votantes estuvo a favor de los acuerdos de La Habana. No hay vuelta atrás.
En este sentido, Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), subraya que ningún partido tendrá mayoría en el Congreso, lo que dificulta aún más posibles cambios en los acuerdos. En caso de llegar al poder, Duque tendrá que pactar. “Y pactar va a suponer renunciar a determinadas cosas”, dice el experto, para después zanjar: “El margen de maniobra del nuevo presidente estará muy acotado” (Leer más: ¿Echará para atrás Duque el acuerdo de paz de Santos con las FARC?).
4.- Se renueva la dirigencia política
Colombia también ganó con la renovación de la dirigencia política. Savia nueva. Iván Duque es un abogado de 41 años con estudios en Estados Unidos. Y Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá y exguerrillero, busca convertirse en el primer presidente izquierdista en la historia del país.
En tercer lugar, quedó el independiente Sergio Fajardo. Fueron apenas 250.000 votos menos que Petro. Según Alfredo Rodríguez, director del master en Políticas Públicas de Seguridad y Defensa en la Universidad Camilo José Cela (Madrid), “si Fajardo hubiese alcanzado ese punto que le ha separado de la segunda vuelta, habría sido el próximo presidente, con los votantes de Petro”. En declaraciones a ALnavío, Rodríguez concluye: “Podemos decir que a Fajardo lo ha separado un punto de la Presidencia”.
Santos no podía reelegirse. En junio de 2015, el Congreso de Colombia eliminó la reelección indefinida.
5.- El objetivo: fortalecer la economía
Dice De Majo que la economía de Colombia aún es “muy enclenque”. De ahí que uno de los retos para el próximo presidente sea su fortalecimiento. En 2017 creció 1,8%, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), y en el primer trimestre de este año se expandió 2,2%. Un ritmo inferior al 4,4% que logró en 2014.
“Podemos decir que a Fajardo lo ha separado un punto de la Presidencia”, según Rodríguez
Para afianzar la senda del crecimiento, Duque pretende reducir impuestos a las empresas. Entre sus propuestas está, por ejemplo, la exención de 10 años en el impuesto sobre la renta a inversiones productivas en el campo que generen un mínimo de empleos formales. Igualmente defiende la reducción del gasto público (Ver más: Este es el plan de Duque para que el PIB de Colombia crezca por encima de 5%).
Por su parte, Petro habla de una reforma del IRPF, un nuevo impuesto a las grandes fortunas, incrementar la base impositiva y el universo fiscal de 7,4% a casi 13%, y plantea sistemas universales y gratuitos en educación y salud. El problema, a juicio de Gustavo Palomares, presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos, es cómo llevarlo a la práctica. “Ahí radica precisamente la debilidad más importante de Petro. El presupuesto nacional ha disminuido y tendría que incrementar casi cuatro puntos del PIB para hacer la mitad de lo que propone”, señaló en un acto celebrado en la Casa de América en Madrid.
Otro punto importante es la creciente producción petrolera de Colombia. “El país va a terminar siendo mejor y mayor productor de petróleo que Venezuela. Extender esa ventaja económica a otros sectores es también de suma importancia porque puede apuntalar otros sectores de la industria”, señaló De Majo.