María Rodríguez (ALN).- Pese a que Abanca, entidad presidida por Juan Carlos Escotet, ya no lance una OPA sobre Liberbank, lo cierto es que sí le interesaba adquirir la entidad. Sobre todo por el elevado nivel de préstamos de Liberbank, que significa “una bolsa de clientes muy grande”, según explica un analista al diario ALnavío. Habría sido una forma de reducir la enorme brecha existente respecto a los principales bancos de España: Banco Santander, BBVA y Caixabank.
Abanca, entidad presidida por el venezolano Juan Carlos Escotet, dio un paso atrás este martes. Renunció a lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Liberbank (entidad de origen asturiano) y eso pese al interés mostrado en los últimos días. Pero, ¿por qué le interesaba a Abanca hacerse con la entidad de origen asturiano?
“Liberbank ha llevado en los últimos años una política de captación de préstamos hipotecarios fuerte. De hecho, eso ha propiciado una evolución positiva de la cotización”, explicó este lunes al diario ALnavío Darío García, analista de XTB.
En otras palabras, “Liberbank tiene un nivel de préstamos muy grande y eso es una bolsa de clientes muy grande. Sería comprar prácticamente las hipotecas que emite la entidad, y que tienen su origen en las diferentes cajas de ahorros que dieron lugar a Liberbank (Cajas de Ahorros de Asturias, de Extremadura, de Cantabria y el Banco de Castilla-La Mancha)”, insistió García.
Abanca tenía interés en “adquirir todo ese cómputo de clientes para incorporarlos a su balance”
Es decir, Abanca tenía interés en “adquirir todo ese cómputo de clientes para incorporarlos a su balance”, apuntó este analista. Se trataba de “crecer y ser más grande de manera inorgánica”.
“Al fin y al cabo hay una diferencia brutal con los principales bancos de España (Banco Santander, BBVA y Caixabank)”, explicó García. Y esa OPA podría haber sido una forma de “acortar esas distancias para competir en los mismos niveles de posibilidades”, tal como precisó el analista.
No obstante, García, como otros analistas consultados este lunes por el diario ALnavío, advertía que el mercado no creía que Abanca formalizase la OPA sobre Liberbank. Sobre todo porque el lunes las acciones de la entidad asturiana se encontraban lejos de los 0,56 euros por título que supuestamente tenía previsto ofrecer Abanca.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le dio 10 días a la entidad de Escotet para lanzar la OPA. Insuficientes para estudiar los dados que necesita de Liberbank, según explicó Abanca en un comunicado a la CNMV. Tampoco ayudó que Liberbank siguiese trabajando en una posible fusión con Unicaja, cuyas negociaciones empezaron en noviembre.
El mercado nunca se tomó en serio la OPA de Abanca sobre Liberbank
Abanca también tanteó en 2017 una fusión con Liberbank. Nunca se planteó lanzar una oferta pública de adquisición de acciones sobre Liberbank, aunque sí hubo conversaciones para sopesar una posible integración de ambos bancos mediante una fusión o compra amistosa, según publicó el diario asturiano La Nueva España. No obstante, tras la exploración de diversas opciones, los contactos cesaron.
Lo que está claro es que el apetito de Abanca es insaciable. El Gobierno de Portugal dio luz verde en noviembre para que Abanca se hiciese con la filial española de Caixa Geral por 364 millones de euros. El consejo del mayor banco luso ya había elegido la oferta de la entidad de Escotet, pero faltaba el visto bueno del Gobierno.
Esta operación de compra de activos se suma a otras oportunidades que no ha dejado escapar Abanca, como la adquisición de Deutsche Bank Portugal en marzo de 2018 y Popular Servicios Financieros en mayo de 2017.