(EFE).- La Policía Montada de Canadá utiliza «spyware», o programas informáticos espía, para intervenir teléfonos celulares en investigaciones que afectan a la seguridad nacional, o casos delictivos graves, según reconoció en documentos remitidos al Parlamento canadiense.
Según señaló la publicación Politico, es la primera vez que la Policía Montada de Canadá reconoce de forma pública el uso de «spyware», una herramienta cuestionada por su uso en países como Arabia Saudí, México y El Salvador para controlar a políticos opositores, activistas y periodistas.
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Son escasos los países democráticos que reconocen públicamente el uso de «spyware» por parte de sus fuerzas de seguridad.
La Policía Montada de Canadá explicó que una de sus unidades está especializada en interceptar comunicaciones cifradas que no pueden ser intervenidas por métodos tradicionales y que para ello utiliza herramientas informáticas que instala en teléfonos móviles.
Esta herramienta les permite acceder a mensajes de texto, correos electrónicos, fotos, videos, archivos de audio y otra información además de activar el micrófono y cámara del celular para grabar sonido e imágenes sin el conocimiento del propietario, lo que excede las capacidades de las interceptaciones tradicionales de teléfonos.
La Policía Montada de Canadá también indicó que utiliza el «spyware» con autorización judicial.
Aunque los documentos no indican si la Policía Montada de Canadá utiliza el programa Pegasus para el espionaje de celulares, el funcionamiento descrito es idéntico al de la herramienta de la firma israelí NSO.
El centro canadiense de investigación Citizen Lab, denunció en un informe dado a conocer en abril que Pegasus ha sido utilizado para espiar a políticos independentistas en Cataluña (España).
El director de Citizen Lab, Ron Deibert, calificó este miércoles en Twitter como «gran noticia» la revelación de que la Policía Montada de Canadá utiliza «spyware».
Deibert añadió que Canadá carece de una política que establezca el uso doméstico o internacional de «spyware mercenario» y que es necesario un «debate nacional» aunque no solicitó una investigación sobre su empleo por parte del país norteamericano.