Zenaida Amador (ALN).- Nicolás Maduro ha arremetido contra Juan Guaidó en varias ocasiones en lo que va de año, pero no se ha atrevido a encarcelarlo debido a los costos asociados a una acción de esta naturaleza. Sin embargo, desde sus filas vienen trabajando para desmoronar el piso político de Guaidó, tratando de acabar con la Asamblea Nacional que, de paso, es el único poder público independiente y la única institución venezolana cuya legitimidad tiene pleno reconocimiento internacional.
En sólo una semana el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) señaló a 10 diputados de la Asamblea Nacional (AN) de haber cometido delitos como traición a la patria, conspiración, usurpación de funciones e instigación a la insurrección a propósito de los hechos del pasado 30 de abril, cuando Juan Guaidó, rodeado de efectivos militares, hizo un llamado al cese de la usurpación de la Presidencia por parte de Nicolás Maduro.
Según los señalamientos del TSJ, a estos parlamentarios no les corresponde un antejuicio de mérito “por tratarse de la comisión flagrante de delitos comunes”. De inmediato la Fiscalía General y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) se sumaron a la causa para avanzar hacia el encarcelamiento de Edgar Zambrano, Henry Ramos Allup, Luis Florido, Mariela Magallanes, José Simón Calzadilla, Américo de Grazia, Richard Blanco, Freddy Superlano, Sergio Vergara y Juan Andrés Mejía.
Diputados con inmunidad parlamentaria allanada, asilados o en el exilio: Juan Guaidó, Edgar Zambrano (detenido), Henry Ramos Allup, Luis Florido, Mariela Magallanes, José Simón Calzadilla, Américo de Grazia, Richard Blanco, Freddy Superlano, Sergio Vergara, Juan Andrés Mejía, Freddy Guevara, Julio Borges, Eudoro González.
Esto dio lugar a una cacería pública de los diputados, muchos de los cuales huyeron o se resguardaron, lo que pone en riesgo la operatividad de la AN, que viene resistiendo las dentelladas del régimen de Maduro para neutralizar a sus miembros a través de la persecución, la cárcel y los vericuetos legales que el resto de los poderes públicos chavistas articulan para tal fin.
La AN es la piedra en el zapato del chavismo desde diciembre de 2015, cuando electoralmente la oposición logró la mayoría del Parlamento. Desde ese mismo momento comenzó la estrategia de Maduro para neutralizar al Parlamento, al calificar de fraudulentos los resultados electorales del estado Amazonas y poniendo en entredicho a los cuatro diputados que resultaron ganadores por esa entidad (Julio Haron Ygarza, Nirma Estela Guarulla, Romel Guzamana y Miguel Leonardo Tadeo Rodríguez). Este caso es la muestra más clara del accionar amañado del régimen de Maduro, ya que hasta la fecha el TSJ no ha avanzado con un pronunciamiento al respecto, pero sí ha usado el tema para declarar a la AN en desacato y dejar sin efecto sus decisiones.
Por esta razón las leyes y medidas aprobadas por la AN no han logrado instrumentarse en Venezuela. Sin embargo, son altamente efectivas en la esfera externa, donde se las reconoce como válidas, mientras que Nicolás Maduro ha perdido su legitimidad al forzar un segundo mandato por vías írritas a partir del 10 de enero.
.hramosallup: La AN seguirá existiendo porque los venezolanos votaron mayoritariamente por ella. A nosotros no nos allana sino nuestra propia cámara, seguiremos sesionando y haciendo resistencia. El grupo hamponil que está en Miraflores tendrá que entreg… pic.twitter.com/ify3N9sxxX
— Acción Democrática (@ADNUEVAESPARTA_) 7 de mayo de 2019
Es precisamente esto lo que le ha permitido a Juan Guaidó el reconocimiento internacional como presidente encargado de Venezuela, luego de que el 23 de enero asumiera las funciones ejecutivas del país tras la usurpación del poder por parte de Maduro.
De la mayoría de 112 diputados que la oposición obtuvo en 2015 ya 17 están fuera del Parlamento, muchos de ellos en el exilio, refugiados en embajadas o presos. Sobre estos últimos ha saltado a los titulares de la prensa mundial el reciente caso de Edgar Zambrano, vicepresidente de la AN, a quien efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) remolcaron con su vehículo, donde había tratado de resguardarse.
El diputado Gilber Caro fue detenido el 26 de abril por efectivos de seguridad del Estado y a la fecha se desconoce su paradero, mientras que el diputado Juan Requesens, apresado en agosto de 2018, sigue sin ser debidamente presentado en tribunales.
La inmunidad parlamentaria del propio Juan Guaidó fue allanada ilegalmente por la ANC y sólo basta que las condiciones políticas lo permitan para que Maduro finalmente se juegue la carta de su encarcelamiento.
Se estrecha el cerco
La embestida incluye acciones intimidatorias de todo tipo como el cerco al Palacio Federal Legislativo, donde sesiona la AN, por grupos de choque afines a Maduro, quienes acosan, insultan y golpean a los diputados en episodios frecuentes con los que se busca impedir que el Parlamento opere.
Presuntamente estos mismos colectivos serían los responsables de hacer pintas en las viviendas de varios parlamentarios como William Dávila, Luis Florido, Luis Silva, Larissa González y María Beatriz Martínez. Entre las amenazas que escribieron se cuentan “vamos por ti” y “te tenemos ubicado”.
“No tienen pueblo ni pueden caminar junto a nuestra gente, la única opción de la dictadura es actuar entre gallos y medianoche para marcar las viviendas de nuestros dirigentes”, denunció Juan Guaidó ante tales acciones.
Pero hay más. La diputada Yanet Fermín denunció que “funcionarios del régimen” aflojaron las tuercas de los cauchos traseros de las camionetas en las que ella y su equipo se movilizaban la semana pasada en el estado Falcón para participar en asambleas de ciudadanos como parte de las acciones de calle convocadas por Guaidó. “Nos percatamos de este saboteo cuando casi se le sale el neumático a uno de los autos”, señaló.
Maduro mueve las piezas para una guerra de guerrillas
Hay otros 13 diputados que si bien siguen activos tienen señalamientos e investigaciones abiertas por parte de las distintas instituciones de Maduro, por lo que en cualquier momento podrían ser objeto de medidas que les impidan cumplir con sus funciones.
No hay que olvidar que las curules de la AN son ocupadas por un diputado principal, cada uno de los cuales tiene un suplente que cubre sus ausencias temporales. Tomando en cuenta las normas de operación de la AN se necesitarían 29 ausencias totales para impedir que el cuerpo sesione.
La oposición todavía cuenta con suficientes diputados activos para mantener viva la Asamblea, ya que los suplentes se han incorporado para cubrir los vacíos, pero la razzia desplegada por el TSJ, la ANC y la Fiscalía aprieta el paso y se desconoce su alcance en lo inmediato. Tampoco se descarta que por razones de seguridad en las próximas horas aumente el número de parlamentarios que busquen refugio en embajadas o que huyan del país.