Daniel Gómez (ALN).- Los diputados de Unidos Podemos revivieron el fantasma del antimperialismo yanqui en la comisión con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Sus argumentos fueron los mismos que emplea el régimen de Nicolás Maduro para sostener que el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente legítimo es una maniobra de Estados Unidos.
Los fundadores de Podemos admiten que en el pasado se equivocaron, hasta tal punto que reniegan del chavismo y critican la situación de Venezuela. “Es nefasta”, dijo el secretario general del partido, Pablo Iglesias. “Un desastre”, apuntó quien hasta hace unas semanas fue su número dos, Íñigo Errejón.
Pese al arrepentimiento, no reconocen a Juan Guaidó como presidente interino. Y para justificar la decisión, se apoyan en los mismos argumentos que emplea el régimen de Nicolás Maduro. Vuelve el antimperialismo yanqui.
A Íñigo Errejón y Pablo Iglesias los persigue el fantasma del chavismo
Leer más
Pablo Bustinduy es portavoz de Unidos Podemos en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. Este miércoles, aprovechando la presencia del canciller, Josep Borrell, le expuso por qué no quieren que el Gobierno de España legitime a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Bustinduy se agarra al derecho internacional. Al principio de no intervención. Para este diputado, “sería algo inédito, irresponsable y peligroso” que se legitime a Guaidó. Y pone un ejemplo.
“Si Repsol tiene un problema, a quién va a llamar”, se pregunta. Hay que puntualizar que esta empresa española es una de las petroleras más importantes que trabajan en Venezuela. “No va a llamar a Guaidó, porque él no controla el país”, explica.
Ahí tiene razón el diputado. Guaidó no controla el país. Menos aún la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), cuya cúpula fue entregada por Nicolás Maduro a los militares. Y en concreto al general Manuel Quevedo.
Bustinduy ve una operación planificada para formar un cambio de régimen en Venezuela. Una conspiración organizada por Estados Unidos, de la que, dijo, se han hecho partícipes Europa y España con ese ultimátum que le dan a Maduro.
Para el diputado, el papel que ha de seguir un gobierno como el de Madrid es el de la mediación. No el de la presión. Y se pregunta. “¿Qué piensan hacer al día siguiente de reconocer a Guaidó en un país en crisis, polarizado y dividido? ¿Qué buscan al alentar un escenario de confrontación? ¿Qué ha logrado en estos años su oposición radical al diálogo?”.
Una salida a la crisis venezolana
Es curioso que estas preguntas, estructuradas, enlazadas, persuasivas, se las lance a Borrell. Uno de los impulsores del grupo de contacto en la Unión Europea para que oposición y Gobierno dialoguen y vuelva la paz a Venezuela.
El diputado de Podemos: “Si Repsol tiene un problema, a quién va a llamar”, se pregunta. “No va a llamar a Guaidó, porque él no controla el país”
También es curioso que haya citado al expresidente de Uruguay José Mujica. “Están sonando fuerte tambores de guerra en el Caribe. Parecería que quieren convencerse, y a su vez convencernos a todos, de que la ilegitimidad eventual de unos se sustituye con la ilegitimidad de otros”.
Esta frase la dijo Mujica hace tres días. El mismo Mujica que en esa misma declaración admitió que la propuesta de la UE, la cual insta a Maduro a convocar elecciones antes del domingo, es una solución. “Mal que mal daría una salida”, agregó.
En este momento lo que Europa busca es eso. Una salida. Por elecciones. Y para los venezolanos. Ya lo dijo el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. “A algunos países sólo les interesa el petróleo, a nosotros nos interesa la gente y el sufrimiento de la gente venezolana”.
El caso, y por ese motivo lo legitiman los países, es que Guaidó también persigue estos ideales. Su hoja de ruta está clara. Fin de la usurpación ya que Maduro es ilegítimo desde el 10 de enero. Luego gobierno de transición, y finalmente, elecciones libres y avaladas internacionalmente.
¿EEUU detrás de Guaidó?
Sobre el papel de Estados Unidos en el plan de Guaidó, que según el diputado de Podemos le está apoyando por el petróleo tal como hizo anteriormente en Irak, Siria y Afganistán, es el propio presidente encargado venezolano el que dice, en una entrevista a El País, que esa es una versión equivocada.
“Algunos hacen ver que es un tema de Estados Unidos, pero ya son más de 60 países, casi 65, no sólo de Europa y América”, apuntó Guaidó.
La de la comunidad internacional es una apuesta. Y puede resultar fallida. Por eso Borrell dice que este tema lo están tomando con cautela. Porque la probabilidad de una guerra está ahí. Y con eso presiona Bustinduy.
“¿Que hacemos reconociendo a un presidente no electo cuyo enfrentamiento puede desembocar en una guerra civil?”, cuestionó. Aunque de forma retórica, ya que luego no encontró más respuesta que la de que España rechaza la “solución militar”.
Vuelta al antiimperialismo yanqui
Bustinduy centró su intervención en alentar los fantasmas del intervencionismo estadounidense. Que ha existido a lo largo de la historia, y más en América Latina, es una realidad que no se puede negar. Aunque tampoco se puede negar que el chavismo ha usado el antiimperialismo yanqui para crear un discurso de odio hacia el norte.
Miguel Ángel Bustamante, diputado de Unidos Podemos y miembro de Izquierda Unida, aunque representante de Izquierda Unida, así como vocal en la Comisión de Asuntos Exteriores, también insistió en la tesis antiimperialista.
Sus argumentos, no obstante, se tambalearon un poco más. Que se remitiera a las elecciones de mayo, en las que asegura, sí participó la oposición, habla por sí solo. También que dijera que la victoria de Maduro en mayo fue por mayoría absoluta, siendo esto sinónimo de un gran apoyo cuando se ve, y ahí están las imágenes, que las calles en Venezuela están tomadas por venezolanos que exigen un cambio.