Redacción (ALN).- Una empresa española de calzado infantil vio en internet la posibilidad de reinventar un negocio tan clásico. En 2012, cuatro padres sin tiempo, cansados de no encontrar zapatos de calidad a buen precio para sus hijos, pusieron en marcha Pisamonas. En cuatro años, la empresa pasó de apenas 500.000 a 7,2 millones de euros (unos 7,6 millones de dólares) en facturación. Vende para casi toda Europa y está haciendo una pequeña prueba en China. Todavía no operan en América Latina, pero «estaremos ahí», aseguró su CEO.