(EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo este miércoles que el juicio político iniciado en su contra para destituirle por un escándalo financiero revelado en los papeles de Pandora «se basa en hechos falsos» y declaró estar «muy confiado en que el Senado va a desecharlo».
«Estamos convencidos de que esta acusación no tiene ningún fundamento, ni en los hechos ni en el derecho. Después de una detenida lectura, hemos concluido que está basada en hechos falsos, mañosamente relatados o en simples conjeturas», indicó en rueda de prensa el mandatario conservador.
Es la primera vez que Piñera se refiere al asunto, luego de que la madrugada del martes la Cámara de Diputados aprobara en una sesión de casi 24 horas que la acusación constitucional presentada por la oposición («impeachment» en Chile) avance al Senado, el órgano que se encargará de juzgarle y donde se requiere un quórum más alto de dos tercios.
El juicio político empezará a ser discutido el martes en el Senado, apenas unos días antes de que Chile celebre el 21 de noviembre las elecciones más trascendentales e inciertas de su historia reciente en las que se decidirá precisamente al sucesor de Piñera.
«Esta acusación obedece al clima enrarecido de la política chilena y que los chilenos pudieron observar en la larga noche en que se debatió esta acusación en el Congreso y que en nuestra opinión tiene un claro e injustificado interés electoral», agregó el gobernante.
La oposición lo acusa de haber faltado al principio de «probidad» y «comprometer gravemente el honor de la Nación» luego de que los papeles de Pandora revelaron presuntas irregularidades en la venta en Islas Vírgenes Británicas de la Minera Dominga a un íntimo amigo de la familia presidencial nueve meses después de que este asumiera el cargo para su primer mandato no consecutivo (2010-2014).
Según reveló el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), la venta del proyecto debía producirse en tres cuotas, pero la última estaba condicionada a que la zona no fuera declarada de protección ambiental, una decisión que dependía de Piñera, quien podría haber incurrido en un conflicto de intereses.
El presidente, una de las fortunas más grandes de Chile, defiende que se desvinculó de sus negocios a través de fideicomisos ciegos en 2009 y que lo revelado ya fue sobreseído en 2017, aunque el Ministerio Público ha abierto una nueva investigación.
«Se decretó que no había ninguna irregularidad y además se estableció mi total inocencia», insistió Piñera, quien se mantiene en el cargo pero no podrá salir del país hasta que finalice el proceso.
Se trata del juicio político contra un presidente que más ha avanzado en la historia del país y es el segundo intento de juzgar políticamente a Piñera, tras el fallido conato de noviembre de 2019 por presuntas violaciones a los derechos humanos en medio del estallido social, las protestas más graves desde el fin de la dictadura.