Moris Beracha (ALN).- Uno de los servicios que estamos viendo cada día más en el mundo son los delivery o repartos a domicilio que se pueden pagar con criptomonedas. Cada día nos percatamos del uso del bitcoin y las ciudades de América Latina no son la excepción.
En la mayoría de los casos son jóvenes chefs milenials, que además de ser aficionados a la gastronomía y al buen comer, son tecnológicos y en muchos casos seguidores de las nuevas tendencias del mundo financiero, que también invierte en restaurantes.
Una de las ventajas que tiene esta modalidad de pago es que en primer lugar se hace desde alguna aplicación que se descarga en el teléfono móvil; segundo, permite transacciones al exterior de manera que desde cualquier parte del mundo una persona puede pagarle un exquisito delivery a sus seres queridos; y todo esto sin los recargos de comisiones que tradicionalmente tiene el uso de tarjetas de débito o crédito y la referencia en distintas divisas.
En la mayoría de los casos son jóvenes chefs milenials, que además de ser aficionados a la gastronomía y al buen comer, son tecnológicos y en muchos casos seguidores de las nuevas tendencias del mundo financiero, que también invierte en restaurantes
La situación con los restaurantes y las criptomonedas ha llegado al punto de que ya existen rankings de los mejores centros gastronómicos donde se puede pagar con dinero digital; y por supuesto Nueva York es pionera en ofrecer una guía de esos lugares: el North 3rd Street Market en Williamsburg, Brooklyn; La Sirene en Grand Street; Favor Taste en el East Side de Manhattan; Mu Ramen en Long Island; Taso Tangbao y The Horny Ram en Midtown, y el Taureau en el Village.
Sin embargo, el uso de las criptomonedas y en específico el pago con bitcoin tiene sus detractores y en las publicaciones de negocios hay artículos dirigidos a advertir los riesgos de pagar con este tipo de dinero.
Está por supuesto el aspecto legal, que por el momento no afronta mayores restricciones, aunque ya empiezan a aparecer regulaciones en la materia; también están quienes alegan que se trata de un medio aún no masivo (hasta el momento a ningún establecimiento se le ha ocurrido decir que sólo acepta bitcoin, sino que es una modalidad más junto al efectivo y a las tarjetas). Pero hay un elemento que los comercios deben tomar en cuenta: La cotización es volátil y cambia constantemente el valor de la moneda dependiendo de las condiciones del mercado.
Un punto clave es la seguridad. Es verdad que el bitcoin exime de transacciones físicas con billetes y monedas y eso reduce el riesgo de robos, pero existe incertidumbre porque hay que tomar en cuenta la posibilidad de ataques cibernéticos y la actuación de hackers.
En todo caso, lo cierto es que la moneda digital -en este caso hablamos del bitcoin- está cambiando la forma en que compramos los bienes y servicios a causa de la tecnología y la innovación, pero nunca nos quitará el buen comer.