María Rodríguez (ALN).- Roberto Castello Branco llega a la presidencia de Petrobras con un plan de libre mercado bajo el brazo. Quiere ampliar el programa de desinversiones iniciado en 2016 para remontar al gigante petrolero, buscar más socios privados y reducir la aún abultada deuda, que hace dos años llegó a ser de récord.
El economista Roberto Castello Branco ya es el nuevo presidente de la petrolera estatal brasileña Petrobras. Llega con las ideas -liberales- muy claras. Tras asumir el cargo, Castello Branco dio a entender que impulsará sus ideas de libre mercado en la mayor estatal de América Latina para beneficiar a un colectivo en concreto: los accionistas, tal como recoge la agencia EFE. Así, habló de cinco prioridades, que incluyen seguir con el plan de desinversiones de la compañía iniciado en 2016, buscar más socios privados y reducir la deuda de la estatal, que hace dos años llegó a ser récord.
De su lado tiene al presidente Jair Bolsonaro y al ministro de Economía, Paulo Guedes. Todos son defensores del libre comercio y eso entusiasma a los mercados. Los títulos de Petrobras se dispararon 6% sólo porque Guedes afirmó tras asumir el cargo de ministro que las filiales de refino y distribución entran en los planes de privatización de la compañía.
Para Castello, estas son, una a una, las cinco prioridades de una nueva Petrobras:
1 Ampliar el programa de desinversiones
En 2016 una nueva dirección de Petrobras anunció un profundo plan de reestructuración para la compañía. ¿Los motivos? Las malas cifras de años anteriores, provocadas por la mayor recesión en Brasil en varias décadas, la fuerte caída de los precios del petróleo, el gigantesco escándalo de corrupción que protagonizó la estatal, el aumento de la deuda hasta niveles históricos y la mala gestión del gigante brasileño.
Así, además de reducir significativamente sus inversiones y de poner en marcha un severo plan de reducción de gastos, la empresa anunció la venta de activos por 21.000 millones de dólares en 2017 y 2018. Ahora, Castello defiende seguir con el programa de desinversiones de la estatal e incluso ampliarlo.
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2 Acelerar la producción
Otra de las prioridades del nuevo directivo de Petrobras será acelerar la producción. Castello Branco insistió en la necesidad de centrar las inversiones en la explotación de las gigantescas reservas ya descubiertas por Petrobras en aguas profundas y en el horizonte geológico del presal. Esto tiene otra lectura. Si se potencia la producción en aguas profundas, otros activos podrían ser incluidos en el plan de desinversiones.
Y si Petrobras aumenta la producción, lo lógico es que esto se vea traducido en una mejora de las cuentas. En 2018 la compañía dejó atrás los cuatro años de pérdidas provocadas por la recesión económica y los escándalos relacionados con la operación Lava Jato, así como las consecuentes compensaciones a los accionistas. De enero a septiembre la compañía ganó 5.548 millones de euros, 371% más que un año antes. Eso sí, en esta mejora del balance el alza de los precios del crudo tiene mucho que ver. Habrá que esperar para saber si esta apuesta por la producción también da sus frutos.
3 Atraer competencia en áreas de refino y de gas natural
Según Castello, otra preocupación de la empresa es el monopolio que prácticamente ejerce en las áreas de refino y de gas natural. En lugar de conformarse con la falta de competencia u optar por la venta de activos, el directivo defiende la adopción de medidas para atraer a otras empresas que puedan competir con Petrobras, tal como recoge EFE.
4 Buscar socios privados para acceder a nuevas tecnologías
Para el nuevo directivo, el gigante petrolero no puede trabajar al margen de la innovación. Así defiende la búsqueda de socios privados en varios proyectos, especialmente por la posibilidad de tener acceso a nuevas tecnologías.
5 Reducir la deuda de la compañía
El economista, que ya integró la dirección del Banco Central brasileño y del gigante minero (también de Brasil) Vale, afirmó que otra prioridad -la quinta- en el nuevo plan es reducir la deuda de la compañía. Según Petrobras, la deuda líquida de la empresa en dólares cayó 13% desde finales de 2017 hasta mediados de 2018. Es decir, de 84.871 millones de dólares a 73.662 millones de dólares.