Daniel Gómez (ALN).- Según el último estudio del Pew Research Center, 28% de los peruanos están dispuestos a tener un gobierno no democrático. En segundo lugar, a un punto de diferencia, figura México (27%). Y es que los mexicanos son los ciudadanos de Latinoamérica más proclives a implantar un Estado militar como sistema.
América Latina es la región del planeta más proclive a la instauración de gobiernos no democráticos. Perú encabeza esta tendencia, seguido de México. Lo dice el Pew Research Center en un informe publicado este martes.
El resultado sorprende. Sobre todo, en el caso de Perú, uno de los países suramericanos más estables en estos momentos. Mientras la economía peruana suma 100 meses consecutivos de crecimiento, el país disfruta del periodo más estable de su historia con cuatro gobiernos democráticos sucesivos. Pese a los buenos indicadores, hay un antecedente que incendia el ánimo de los peruanos: el escándalo Odebrecht.
El Pew Center, con sede en Washington, Estados Unidos, es uno de los think tanks sobre tendencias ciudadanas más prestigiosos del planeta. En “la primavera de 2017”, del 16 de febrero al 8 de mayo de 2017, preguntó a 41.953 personas de 38 países por su actitud frente a diferentes cuestiones sobre democracia.
Los resultados globales del estudio indican que existe un amplio apoyo a la democracia representativa y directa. Sin embargo, también hay un importante número que ve con buenos ojos un Estado no democrático como alternativa viable. Una forma de gobierno que, según el Pew Center, hace referencia a un gobierno militar o a un Estado representado por un líder fuerte.
México es la nación de Latinoamérica con más predilección a ser gobernada por los militares
América Latina es la región que encabeza la tendencia no democrática en todo el mundo. La muestra, realizada en siete países del continente (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela), dice que 24% de los encuestados está a favor de alternativas no democráticas cuando la media global es de 12%.
En Perú, 28% de los encuestados aboga por una administración no democrática, 46% se define como demócrata no comprometido y sólo 13% confía ciegamente en la democracia.
Los datos llaman la atención porque Perú es uno de los Estados más fuertes de Latinoamérica. Su institucionalidad es cada vez más sólida con esos cuatro gobiernos democráticos seguidos. La economía también avanza a buen ritmo. Casi todos los sectores están en pleno crecimiento. Y todo apunta a que los 100 meses sucesivos de crecimiento seguirán en alza. De hecho, las últimas estimaciones del Gobierno indican que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá 3,3% en 2017 y 4,2% en 2018.
El antecedente Odebrecht en Perú
Pero hay un problema. “La primavera de 2017” que estudia el Pew Center bien podría conocerse como la primavera de Odebrecht.
A principios de febrero, dos semanas antes de que comenzaran las encuestas del think tank, el caso Odebrecht empezó a golpear con fuerza el país. Primero se suspendió la obra del Gasoducto Sur Peruano, un proyecto de 7.000 millones de dólares (5.954 millones de euros) cuyo máximo responsable era la constructora brasileña.
Una semana después, salieron a la luz los rostros y montos del caso de corrupción más grande de Latinoamérica. En Perú, donde el desfalco se elevó a 29 millones de dólares (25 millones de euros), el escándalo salpicó a tres expresidentes: Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, además de la esposa de este último, Nadine Heredia. Se les señala por, presuntamente, haber recibido dinero a cambio de obras que realizó la constructora brasileña entre 2005 y 2014. De hecho, la investigación es tan ardua que ha requerido dos Fiscalías.
Eso provocó un terremoto que dura hasta hoy y que se refleja en la encuesta de Proética –Capítulo Peruano de Transparencia Internacional– publicada hace algunas semanas: la corrupción es el segundo problema que más preocupa a los peruanos, con 52% de menciones, sólo por detrás de la delincuencia, con 57%. Cabe destacar que según la misma encuesta, hace una década la corrupción era mencionada entre los principales problemas por 37% de las personas.
El informe de este martes del Pew Center no habla de corrupción. Se centra en la democracia y en su valoración como modelo. Por eso, aparte de la confianza ofrece otros indicadores de medición. Uno es la capacidad económica. “A nivel individual, la educación tiene un gran impacto en las actitudes sobre la gobernabilidad. En 22 de los países encuestados, las personas con niveles más altos de educación tienen más probabilidades de ser clasificadas como comprometidas con la democracia representativa que aquellas con menos educación”, reza el texto.
La regla no se cumple en Perú. Entre los encuestados que gozan de mayor educación, un tercio (32%) se muestra a favor de un gobierno militar. Mientras que entre los de menos formación, el 55% es proclive a ese sistema.
Este apartado deja otro dato alarmante para la democracia peruana. Dentro del segmento de individuos con mayor educación, sólo en Nigeria y Filipinas existe un mayor porcentaje de personas que se muestran a favor de un gobierno militar.
México es el que más apuesta por un gobierno militar
Si bien Perú aparece como el país latinoamericano más dispuesto a una gestión no democrática, México es la nación del continente con más predilección a ser gobernada por militares. Así lo señala el 42% de mexicanos frente al 40% de peruanos.
Por otro lado, México es el segundo país de Latinoamérica más proclive a un Estado no democrático. Con 27% se queda a un punto de igualar a Perú. En este caso, el caso Odebrecht no figura como antecedente.
El escándalo de la constructora brasileña no afectó tanto a la clase política mexicana. La imagen de ésta ya estaba muy deteriorada. El último informe de Transparencia Internacional reseña que la mitad de los mexicanos han pagado algún soborno al menos una vez en su vida. También que el 61% de los ciudadanos percibe que el Gobierno no hace lo necesario para detener la corrupción. Un grave problema que según este mismo informe está en auge.