Antonio José Chinchetru (ALN).- El crimen organizado es la mayor amenaza contra los medios de comunicación y sus profesionales en México. Sin embargo, el poder político no es ajeno a los asesinatos y amenazas contra los informadores. Tanto el veterano periodista Francisco Castellanos como Juan Carlos Juárez denuncian en la Casa de América en Madrid la complicidad de muchos miembros de los gobiernos estatal y federal con los cárteles.
Francisco Castellanos es un veterano periodista del semanario mexicano Proceso, donde trata temas de seguridad y crimen organizado. Ha sufrido en carne propia el acoso a los informadores por parte de las organizaciones de criminales. En un acto organizado este jueves en la Casa de América en Madrid por Radio Nacional de España y Reporteros Sin Fronteras (RSF) con motivo del Día Internacional de la Libertad de Prensa denunció la complicidad de gran parte de las autoridades de México con el crimen organizado. Dijo que ya no se puede ejercer el periodismo de investigación sobre los políticos por este motivo.
Castellanos señaló que “la mayoría de los casos” de asesinatos de periodistas en México (se han producido 13 desde mayo de 2017) son culpa de organizaciones de los cárteles. Destacó que “en México existe una subcultura del narcotráfico” que antes no era tan violenta, pero que ha evolucionado a peor. Según dijo, en el pasado los narcotraficantes eran “inversionistas” que “se mataban entre ellos” pero ahora la violencia también afecta a los periodistas.
“Ahora ya se han metido con los medios de comunicación”, apuntó antes de añadir: “El principal enemigo de los medios de comunicación es el crimen organizado”. Aseguró que “se lleva con miedo” la experiencia de haber sido secuestrado dos veces y las amenazas, “pero es una profesión que amo”.
“El crimen organizado ha terminado con el periodismo de investigación”
Castellanos sostuvo: “El crimen organizado ha terminado con el periodismo de investigación”. Agregó que no sólo ha acabado con el que indaga sobre el narcotráfico y el crimen organizado, sino también con el que tiene como objetivo los políticos. Esto se debe, según afirmó, a que muchos de ellos “están protegidos” por las organizaciones criminales. Denunció que en México “hay un gobierno autoritario, un gobierno corrupto. Casi todos, no todos porque hay alguna excepción, están al servicio del narcotráfico”.
Como ejemplo de los riesgos del ejercicio del periodismo, contó la situación en el estado de Michoacán: “Sacar cámaras en la calle en Michoacán es un riesgo de que te tomen, de que te secuestren”. Manifestó que hay secuestros que tienen como objetivo pedir un rescate, pero que en otros el capturado es asesinado.
Juan Carlos Juárez, reportero del estado de Tamaulipas residente de forma temporal en Barcelona, denunció que “para que el crimen organizado haya llegado al periodismo” antes ha golpeado a otros sectores. “Ya cargó contra toda la sociedad”, aseguró. Este periodista señaló: “No te explicas que el narco, que el crimen organizado avance solo”. Afirmó que en su Tamaulipas “avanzó con el apoyo muy fuerte del gobierno (estatal) y también con un apoyo muy fuerte de una parte de la sociedad”.
Juárez explicó que la violencia va más allá del narco, que también hay una “gran parte del Estado” que la ejerce. Se refirió en concreto a acciones del Ejército y la Marina en las que han muerto civiles que nada tenían que ver con el crimen.