María Rodríguez (ALN).- Cuando los ahorros se terminan y las ayudas llegan con cuentagotas, la astucia sale a escena. Los más de 9.000 pensionistas venezolanos que residen en España llevan 24 meses sin cobrar y “la situación es realmente trágica”, según describe la asociación gallega. La asturiana plantea para todos negociar la deuda con el gobierno de Nicolás Maduro a cambio de bajarse la cuantía de la pensión: “Más vale cobrar, aunque sea en perjuicio nuestro”.
La odisea de los más de 9.000 pensionistas venezolanos en España continúa. El gobierno de Nicolás Maduro lleva dos años sin pagar sus pensiones y la situación de desprotección económica se agudiza: los ahorros se terminan y las ayudas de las instituciones españolas llegan con cuentagotas. Los afectados llevan tiempo hablando de un problema de “exclusión social”, económico y político por “incumplir -subrayan- el Convenio de Seguridad Social entre España y Venezuela”, en vigor desde 1990.
Ahora el tono es, si cabe, más firme: “Esto es una cuestión de vida o muerte, no es un capricho de alguien. Hay gente que no come o que lo hace únicamente gracias a Cáritas. La situación es realmente trágica”, explica al diario ALnavío Andrés Varenkow, presidente de la Asociación de Pensionistas y Jubilados de Venezuela en Galicia (Apejuveg).
Varenkow: “Hay gente que no come o que lo hace únicamente gracias a Cáritas. La situación es realmente trágica”
Frente a este escenario, Asopeve Asturias (Asociación de los Pensionistas y Jubilados de Venezuela en Asturias) tiene un plan: “Planteamos la posibilidad de negociar la deuda de 24 mensualidades -más las extras y complementos, por lo que en total serían 31 mensualidades- con la condición de que Venezuela comience a pagar las pensiones este enero. La pensión podría equipararse al salario mínimo interprofesional que hay en España, que para 2018 es de 735,90 euros. Es una propuesta para Asturias (con unos 2.000 afectados) y España”, relata al diario ALnavío Sergio Primiani, presidente de la asociación asturiana, y subraya: “Más vale cobrar esa cantidad todos los meses, aunque sea en perjuicio nuestro [la mayoría de las pensiones reclamadas supera los 1.000 euros] a no cobrar nada o estar dependiendo de ayudas económicas”.
Asopeve Asturias envió por carta esta propuesta al embajador de Venezuela en España, Mario Isea Bohórquez, el pasado 8 de enero para que la traslade al Gobierno venezolano. En ella subrayó lo “imperativo” de que se reinicie el pago de las pensiones regularmente “para dar solución a un problema que se está enquistando”.
Esta asociación es una de las más activas en reclamar que se cumpla el Convenio y, al mismo tiempo, que las autoridades españolas otorguen ayudas sociales a los afectados (el Instituto Nacional de Seguridad Social de España no las concede porque los pensionistas venezolanos aparecen como beneficiarios de una pensión devengada, aunque no cobrada).
Así, Asopeve Asturias consiguió que quienes lo solicitaron (y cumplían todos los baremos) empezaran a cobrar desde marzo de 2017 un salario social básico financiado por la Junta General del Principado de Asturias. Esto se traduce en unos 500 euros mensuales para un matrimonio y 300 euros para una persona soltera sin hijos, aunque las cifras pueden variar dependiendo de otros factores.
Sergio Primiani afirma que les gustaría extrapolar lo conseguido a otras regiones de España, pero como esta partida depende de los presupuestos de las comunidades autónomas y ayuntamientos, ha de pelearla cada asociación.
Y así lo han hecho en Canarias, aunque a su manera. El Gobierno insular concederá este año una línea de ayudas de 553 euros mensuales. El beneficiado la recibirá de forma indefinida hasta que vuelva a cobrar la pensión de Venezuela u otros ingresos, según publica el periódico canario Diario de Avisos.
No pasa lo mismo en Galicia. Según Varenkow, los pensionados de esta región (unos 2.000) no cobran nada, salvo 60 que ganaron una sentencia judicial y ahora cobran entre 350 y 550 euros de ayuda. Estos recurrieron un decreto de 2005 en el que se equipara la pensión reconocida con el ingreso real. Las cuentas corrientes de los afectados demuestran que la realidad es otra.
El presidente de la asociación gallega añade que hay otros 440 casos pendientes en tribunales pero que las audiencias están previstas para 2019 porque los juzgados están colapsados. “Emprender un camino de un año o año y medio para llegar a una sentencia… ¿A qué se está jugando, a que muera la gente?”, insiste.
Pero Varenkow tiene mucho más que decir, no se calla: “Como colectivo, los retornados de Venezuela somos los más discriminados de todas las posibles colonias que existen en España. Pareciera que es mejor que nos vayamos a Marruecos, tiramos el pasaporte español, nos quemamos un poco la piel y regresamos en una patera. Y ahí sí vamos a tener los derechos que el español retornado no tiene y se le niega por estar reconocida una pensión que no cobra”, afirma indignado.
El presidente de la asociación gallega señala que le parece una “vileza” lo que se está haciendo a la gente. “Hay varios de nuestros asociados que murieron este año. No voy a decir que fue por la falta de pago, pero para algunos la tristeza tiene que haber afectado realmente”, explica, aunque recuerda que “Venezuela jamás ha dicho que no va a pagar”.
La promesa de Nicolás Maduro cae en saco roto
En la carta de Asopeve Asturias remitida al embajador venezolano en Madrid también se recuerda la entrevista del periodista español Jordi Évole al presidente Maduro, emitida por La Sexta. En ella, Maduro reconoció que había una situación de impago de las pensiones por parte del Gobierno venezolano, aduciendo como causa la crisis económica que atraviesa el país. “Maduro se comprometió públicamente a resolver este problema en el mes de diciembre y a la fecha de hoy no hay ningún comunicado oficial al respecto por parte del Gobierno venezolano”, detalla la carta.
Ante la promesa de Maduro, Varenkow afirma: “Tuve que sonreírme ante el sarcasmo”
Preguntado Primiani por cómo se sintió al escuchar la promesa de Maduro, afirma: “Pensé ‘esto es increíble’. Fue un gesto de cara a la galería, nada más” y añade que Maduro mintió al decir que sólo era un grupo de pensionistas que habían tenido problemas. “No es un grupo, somos más de 13.000 pensionistas [en todo el mundo] que no perciben la pensión desde hace dos años. Ahí se equivocó”, añade Primiani.
A Varenkow le vino un sentimiento similar al de Primiani. “Tuve que sonreírme ante el sarcasmo. Era obvio que el incumplimiento iba a estar ahí. Y no sé cómo alguien puede pronunciarse públicamente de una manera tan poco ética y seria sobre un asunto tan importante”, explica. En definitiva, “nos sentimos todos muy burlados con esa declaración y reconozco que algunos asociados quisieron creérselo y lo creyeron hasta el 31 de diciembre”, dice el presidente de la asociación gallega.
Las protestas de los pensionados llegan al Congreso
El 12 de enero la diputada Mercé Perea i Conillas en nombre del Grupo Parlamentario Socialista presentó a la Mesa del Congreso de los Diputados de España una Proposición No de Ley (PNL) “sobre medidas para paliar la situación de desprotección generada a los pensionistas españoles afectados por la prolongada suspensión del pago de sus pensiones por parte del Gobierno de Venezuela”, para su debate en el Pleno.
El PSOE presentó a la mesa del Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley sobre medidas para paliar esta situación
Esta Proposición No de Ley fue debatida y aprobada por 22 votos a favor y 14 en contra en la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso el pasado 13 de diciembre. Producto de ello, Asopeve Asturias pidió una reunión urgente con la ministra de Empleo y Seguridad Social de España, Fátima Báñez, de la que aún no han tenido respuesta, según informan desde la asociación.
En esta PNL se insta al Gobierno, entre otras cuestiones, a reactivar los complementos a mínimos para que los afectados alcancen la pensión mínima española (que según los baremos supera los 500 euros) hasta que los españoles residentes en España vuelvan a recibir las pensiones venezolanas.
Mientras tanto, las asociaciones no se quedarán de brazos cruzados y ya preparan nuevas protestas para comienzos de este año. “Es realmente trágica la situación y vamos a movilizarnos”, insiste Varenkow. “Más vale tarde que nunca”, concluye Primiani.