Daniel Gómez (ALN).- Es un todos ganan. Se lo explican a ALnavío los expertos en relaciones internacionales. Lo es porque Cuba necesita inversión extranjera. Porque los empresarios españoles buscan proyectos en los cuales participar. Porque los cubanos quieren opciones de desarrollo. Y lo es porque Pedro Sánchez y Madrid quieren recuperar peso en la comunidad internacional.
Un hotel de cinco estrellas superior acogerá el foro hispano-cubano de inversiones que tendrá lugar este viernes en La Habana. Se trata del Iberostar Grand Packard, que, inaugurado hace dos meses, se erige como símbolo de la histórica alianza que une a las empresas españolas con Cuba. Una alianza que se ha debilitado luego de tres décadas de ausentismo español y que el presidente, Pedro Sánchez, tratará de reforzar en esta visita oficial.
Sin embargo, el acercamiento a Cuba no es un interés exclusivo de los empresarios españoles ni tampoco de Sánchez. Es una relación de doble vía. De hecho, son los políticos de La Habana quienes aguardan con más ansias las inversiones desde España.
“Realmente, esta visita es más importante para Cuba que para España. Cuba necesita socios que inviertan en el país para sostener la deuda ya que Venezuela no puede ayudar a la isla”, explica a ALnavío Anna Ayuso, investigadora senior para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (Cidob).
La deuda de Cuba es de 13.421 millones de euros y es conocida la situación de aislamiento internacional de la isla, y por ende, su limitación para captar divisas. Por eso necesita inversiones. Estas ya vienen de China, que es su primer socio internacional, y en menor medida desde Rusia. Pero también necesita inversiones de España, que este 2018 ha superado a Venezuela como segundo socio comercial.
“A Cuba le interesa la parte económica y a España también. Sobre todo, en el turismo. Pero hay empresas de maquinaria y alimentarias con muchos intereses allí”, apunta Ayuso.
Las exportaciones españolas al país caribeño alcanzaron 921 millones de euros entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, un incremento de 5,7%. Además, el superávit comercial de España con Cuba se amplió 14% hasta 792 millones de euros.
Los empresarios españoles quieren recuperar la influencia en Cuba
Aun así, los empresarios quieren más. Ellos miran a futuro. Y es que en el proceso de apertura que ha iniciado Cuba, España se está quedando en un segundo plano. Por eso José María Viñals, director de Lupicinio International Law Firm (un bufete de abogados que asesora a empresas españolas en Cuba), celebró la visita de Sánchez.
“Supone un gesto de diplomacia económica muy importante en un país donde la economía es planificada y socialista. Allí todo tiene un lenguaje y un trasfondo de carácter político”, dijo Viñals a este diario en una reciente entrevista.
El abogado explicó que el empresariado español comienza a perder influencia en Cuba. Esto también lo ha apuntado el canciller español, Josep Borrell, quien lamenta el tiempo perdido en los gobiernos anteriores.
Hay evidencias de esta menor influencia. Y el hecho es que perdieron dos importantes proyectos frente a empresas francesas. Uno es la ampliación del aeropuerto de La Habana, entregado a Bouygues Inmobilier y a Aéroports de Paris en una concesión de 50 años. Y el otro es una planta de gas que recibió la petrolera francesa Total.
Esto, además, coincidió con la visita que el expresidente francés François Hollande hizo en julio de 2017 a Cuba. Un acto de diplomacia económica. Como el que también hizo el expresidente estadounidense Barack Obama cuando visitó La Habana en marzo de 2016 y propició la llegada de grupos como Airbnb al país.
Sánchez quiere reforzarse ante la UE
Es un todos ganan. Gana Cuba. Ganan las empresas. Y también gana Sánchez. Para la investigadora del Cidob, la visita del presidente es una oportunidad de recuperar la influencia perdida en el país caribeño respecto a otros países europeos como Francia, y respecto a la propia Bruselas.
“Para Sánchez es importante retomar la iniciativa en Cuba. Hay que recordar que fue la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, la que negoció un acuerdo diplomático con La Habana. De ahí la Unión Europea pasó de una posición crítica, a una estrategia de compromiso constructivo, de acompañar las reformas a las que se comprometió Raúl Castro y que, se supone, continuará Miguel Díaz-Canel en la Presidencia”, explica Ayuso. “Se trata de que España, que ha quedado apartada, retome el papel como principal inversor en la isla”.
Núñez: “A veces estar más cerca de un régimen puede ayudar a influir más en él”
En este todos ganan también hay que señalar a los cubanos. Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares, explica a este diario que una política “más pragmática” desde Madrid puede mejorar el rumbo de las inversiones, y, en consecuencia, lograr un avance democrático en la sociedad.
“Llevar a cabo una política voluntarista y de cruzada por la democracia no es como funcionan las relaciones internacionales. Los países se mueven por intereses. A veces estar más cerca de un régimen puede ayudar a influir más en él. Si rompes con un régimen la capacidad de influencia es nula. Pero si eres un actor internacional con cierta cercanía, o con cierta capacidad de llegada, se puede tener más peso a la hora de pedir la excarcelación de presos y más libertades”, dice Núñez.
En este sentido también se pronunció Ayuso. “Las inversiones generan empleo. Y los empleos, ingresos. Y esto va abriendo espacio en la sociedad. Más capacidad de emprendimiento, el auge de una clase media, y, en definitiva, menos independencia del Estado”.
Pese a todo, la investigadora recuerda que Cuba es una economía planificada. Aunque las empresas extranjeras lleguen a la isla, en casi todos los casos tienen que hacerlo con el acompañamiento de una corporación local y estatal.
En busca de proyectos millonarios
Sánchez parte de Madrid hacia La Habana este jueves a las 12 del mediodía. Le acompañan la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, quien a principios de noviembre se reunió con el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, en Londres. Allí confeccionaron la visita.
Junto a los políticos también irá una nutrida delegación de empresarios. Ni La Moncloa ni la Cámara de Comercio han confirmado quiénes estarán allí. Hasta ahora el dato es un misterio. Pero algunos sí han adelantado su estancia en La Habana.
Uno de ellos es Luis Gallego, presidente de la aerolínea Iberia. La directora general de Air Europa, María José Hidalgo, también estará en el foro. Otro que irá es el presidente de Aena, Maurici Lucena. Se sabe que él se reunirá con las autoridades cubanas para localizar oportunidades en infraestructura aeroportuaria.
También habrá representantes de hoteleras como Meliá, Iberostar, Barceló, Be Live, Globalia, Roc Hoteles, Blau Hoteles, Valentín Hoteles y el grupo Sampol. Otros sectores como las telecomunicaciones estarán cubiertos por Telefónica, según pudo saber la agencia AP. Bancos como BBVA, Bankia y Sabadell también forman parte de la delegación.
Como informó el director de ALnavío, Juan Carlos Zapata, existe un inventario de miles de proyectos que pueden requerir inversiones por más de 10.000 millones de dólares. Con mucho espacio para el turismo, pero también para infraestructuras, transporte y telecomunicaciones. En ese hotel de gran lujo de La Habana los 200 empresarios que acudirán tendrán tiempo de analizar cada proyecto.