Redacción (ALN).- El presidente del Gobierno de España volvió a insistir, en rueda de prensa junto a Iván Duque, en que la salida para Venezuela pasa por el diálogo entre chavismo y oposición. En ese mismo acto evitó calificar al régimen bolivariano como “dictadura” y no respondió cuando le preguntaron si cree que Maduro debe ser llevado ante la Corte Penal Internacional.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no se sale del guion que estableció en el encuentro que mantuvo el lunes con el mandatario chileno, Sebastián Piñera, y ha mantenido toda la semana. Este jueves, en rueda de prensa conjunta con el presidente de Colombia, Iván Duque, insistió en que la salida para Venezuela es el diálogo (Ver más: Pedro Sánchez improvisa un diálogo en Venezuela alejado de la realidad). Preguntado sobre si Nicolás Maduro debe ser denunciado ante la Corte Penal Internacional, no respondió.
La estrategia de Sánchez no fue responder con una evasiva. Simplemente no dijo nada, actuó como si no hubiera escuchado la pregunta. Sí contestó Duque, recordando que “la pregunta nos la han hecho a los dos”. Afirmó que “el reto” de varios jefes de Estado es que se produzca esa denuncia.
Antes, en su intervención inicial, Duque había dicho: “Colombia es un país que ha abierto sus puertas con fraternidad a los hermanos venezolanos que han sido víctimas de una dictadura oprobiosa que ha ido eliminando las libertades y que ha arruinado económicamente a una sociedad”.
Sánchez: “Creemos que Venezuela tiene que empezar una conversación consigo misma y que se tiene que resolver entre venezolanos esta crisis”
Y le preguntaron a Sánchez por la expresión “dictadura oprobiosa” utilizada por el mandatario colombiano. Le consultaron qué opinaba de ese término para referirse al régimen de Nicolás Maduro. Como ya hizo cuando fue entrevistado por El Mercurio de Chile, respondió con una evasiva (Ver más: Pedro Sánchez se resiste a decir que el gobierno de Maduro es una dictadura). El presidente del Gobierno español dijo: “Creo que he sido bastante claro. No se puede llamar democracia a un sistema que tiene presos políticos, que tiene encarcelados por sus ideas”.
Sánchez insistió en el diálogo que ya había defendido varias veces a lo largo de la semana. El presidente del Gobierno español dijo: “Cada país es soberano de elegir cuáles son las estrategias que toma para resolver la crisis en Venezuela. Lo tenemos también claro, creemos que Venezuela tiene que empezar una conversación consigo misma y que se tiene que resolver entre venezolanos esta crisis que dura ya muchos años, que está trayendo mucha pobreza, mucha miseria y mucho sufrimiento al pueblo venezolano”.