Antonio José Chinchetru (ALN).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, insiste en el diálogo como estrategia frente al desafío independentista. Entrevistado en la Cadena Ser, Pedro Sánchez evitó aclarar si pactó con los separatistas la no aplicación del artículo 155 de la Constitución a cambio de su apoyo en la moción de censura que le llevó al poder.
La pregunta de la presentadora de la Cadena Ser a Pedro Sánchez fue directa. Le planteó si es cierto que había pactado con los independentistas no aplicar el artículo 155 de la Constitución a cambio de su apoyo en la moción de censura. La respuesta del presidente del Gobierno fue una evasiva y una exigencia al Partido Popular y a Ciudadanos: “Algunas veces uno se encuentra en la necesidad de tener que responder a cuestiones que ni tan siquiera se han planteado. La reflexión que le hago tanto al Partido Popular como a Ciudadanos es que algunas veces hacer oposición al Gobierno es apoyar al Gobierno para fortalecer al Estado”.
Sánchez dijo que “no se ha producido” la situación que justificaría la aplicación del 155
Antes ya había rechazado responder si estaba dispuesto a volver a activar el 155 para intervenir la autonomía catalana. Dijo que es un instrumento “constitucional” pero que “no se ha producido” la situación que justificaría que se aplique, “más allá de una retórica inflamatoria por parte de los independentistas”.
Dado que la formación de Albert Rivera ha exigido que se vuelva a aplicar ese mecanismo, Sánchez cargó contra ese partido en su respuesta: “Cuando Ciudadanos apoya al Gobierno (de Mariano Rajoy) porque vota en contra de esa moción de censura, en realidad la pregunta no es ‘¿quiénes son los hipotéticos socios parlamentarios del nuevo Gobierno de España, derivados de esa moción de censura?’. La pregunta es ‘¿por qué un partido que surgió, dicen, para regenerar la vida democrática acaba votando en contra de una moción de censura que propició precisamente esa regeneración democrática?’”.
Otra de las respuestas dejó en evidencia, de forma indirecta, que no quiere aplicar el 155. Sánchez sostuvo que “cuando estamos hablando de la relación y de la solución a la crisis política en Cataluña, existe una corresponsabilidad del Gobierno de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno de España. Y también de ambas Cámaras, del Parlament de Cataluña y del Congreso de los Diputados”. El Congreso de los Diputados es tan sólo una de las Cámaras de las Cortes Generales. El Poder Legislativo español también está formado por el Senado, como representación territorial.
Y se da la circunstancia de que es el Senado, y no el Congreso de los Diputados, la Cámara legislativa encargada de aprobar, si así lo propone el Gobierno, la activación o no del artículo 155 de la Constitución. Al no incluir a la Cámara Alta entre las instituciones que tienen, según él, “corresponsabilidad”, el mensaje es que no se le va a consultar sobre este asunto.
Diálogo a toda costa
Todas las respuestas que Sánchez dio sobre Cataluña muestran que mantiene la estrategia de contemporización ante el separatismo. La fórmula que ofrece ante el desafío independentista es prácticamente idéntica a la que plantea para superar la crisis política, económica y humanitaria creada por el régimen de Nicolás Maduro (Ver más: Pedro Sánchez improvisa un diálogo en Venezuela alejado de la realidad). La semana pasada propugnaba que “Venezuela tiene que abrir un diálogo consigo misma”. Este lunes dijo que “Cataluña tiene que hablar con Cataluña”.
También defendió el diálogo entre el Gobierno español y el de la Generalitat de Cataluña. “Con independencia de lo que diga el presidente de la Generalitat, el Gobierno de España no se levantará de la mesa de las comisiones bilaterales” entre ambos organismos, sostuvo.
En un claro gesto hacia los separatistas, dijo que “Cataluña tiene un estatuto que no votó”. Acepta así el argumento separatista, que sostiene esta idea debido a que el Tribunal Constitucional eliminó determinadas partes de la norma por ir en contra de la Constitución española. Defendió que el diálogo debe conducir a una votación “por un fortalecimiento del autogobierno de Cataluña”. Después aclaró que se refería a un referéndum para un nuevo estatuto de autonomía.