Daniel Gómez (ALN).- Promover y defender los intereses del empresariado español en Cuba. Eso “es lo más importante”, dice el presidente, Pedro Sánchez. Por eso insistió en que las autoridades cubanas se hagan cargo de los 300 millones de euros que le deben a las empresas de España. En todo esto no hay que olvidar que hace dos años, el Estado español le perdonó 1.500 millones de euros a Cuba en un proceso de reestructuración de deuda.
“Vinimos a promover los intereses de los empresarios. A defenderlos. A consolidar su presencia. Creo que esto es lo más importante de esta visita”, dijo el presidente de España, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa en La Habana.
En este sentido, la principal preocupación es la deuda. Los 300 millones de euros que debe el Estado cubano a las empresas españolas. “Insistimos en la situación de impagos en que se encuentran algunas empresas del país”, dijo el mandatario el viernes.
En este punto, cabe recordar que en 2016, el gobierno de Mariano Rajoy le perdonó a Cuba 1.500 millones de euros en proceso de reestructuración de deuda en el que participaron 16 países acreedores.
“Queremos hacer normal a nivel institucional lo que es normal para empresas y familias españolas y cubanas”
Ese elevado monto correspondiente a España era consecuencia de los intereses de mora de un préstamo inicial de 536 millones de euros. Cuba no podía hacerse cargo de los intereses, y a cambio del perdón, se comprometió a mejorar la relación comercial entre los dos países. Aunque ya se sabe que eso no fue suficiente.
Sánchez también reclamó la participación española en “algunas obras de calado”. No precisó cuáles. Pero además del turismo, se sabe que Cuba está interesada en potenciar las infraestructuras del país. Eso va desde los caminos y carreteras hasta las telecomunicaciones y los aeropuertos.
Un aeropuerto, el de La Habana, del que España quedó fuera por culpa de la “ausencia” de la que habla Sánchez. La ampliación de esta terminal fue entregada a Bouygues Inmobilier y a Aéroports de Paris en una concesión de 50 años que coincidió con la visita que el expresidente francés François Hollande hizo en julio de 2017 a Cuba.
“Lo que no tiene sentido es que por la ausencia de España en Cuba otros países vayan ganando proyectos a los intereses españoles”, dijo Sánchez.
Normalizar la relación con las empresas
Y es que, para el presidente, la visita oficial a La Habana es un acto de normalización. En lo empresarial y en lo político. La suya fue la primera visita oficial de España tras 32 años. Desde 1986, cuando Felipe González se reunió con Fidel Castro, no se producía una visita de este estilo. Y no será la única. Para 2019 ya se está planificando un viaje de Estado del rey Felipe VI para celebrar el 500 aniversario de La Habana.
“Queremos hacer normal a nivel institucional lo que es normal para empresas y familias españolas y cubanas”, apuntó. “Hay muchísimas empresas españolas con interés por invertir en Cuba”.
Desde el Gobierno de La Habana son conscientes de que necesitan inversión. 2.500 millones de euros de capital extranjero al año para que la economía avance. Y, sobre todo, capital español, pues España es su segundo socio comercial ahora que las finanzas de Venezuela están colapsadas.
Las exportaciones españolas a Cuba alcanzaron 921 millones de euros entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, un incremento de 5,7%. Además, el superávit comercial de España con el país caribeño se amplió 14% hasta 792 millones de euros. También, el inventario de inversiones españolas en Cuba supone 1.050 millones de euros. Eso por no olvidar que España es el único país con una cámara de empresarios en la isla. Pero esto no es suficiente. Quieren más.