Daniel Gómez (ALN).- La petrolera estatal venezolana, PDVSA, tenía una regla de oro: asociarse con empresas con al menos dos años de experiencia del sector. Desde marzo no es así. Y no lo es porque el régimen de Nicolás Maduro le empezó a vender petróleo a Turquía a través de una pequeña empresa turca, creada por un exfuncionario chavista. Todo esto hace menos de un año.
Grupo Iveex Insaat se fundó el 27 de septiembre de 2018 con un capital social de 1.775 dólares. Está registrado en la Cámara de Comercio de Estambul y dice que su actividad principal es la “construcción residencial”.
Estas credenciales no fueron un impedimento para que la petrolera estatal venezolana PDVSA, una compañía que antaño acostumbraba a tratar con gigantes de la industria como Chevron y Conoco Philips, la aceptara como socia.
La información es de la agencia Reuters. La publicó este lunes. Cita, bajo condición de anonimato, a directivos de PDVSA y también documentos internos de la petrolera. Uno de estos apunta que “Iveex cargó cuatro cargamentos de crudo y productos venezolanos en abril, equivalente a poco menos del 8% de las exportaciones de petróleo de Venezuela”.
Un directivo también contó a Reuters que el 14 de marzo, PDVSA “eliminó temporalmente el requisito de que nuevos clientes y proveedores tuvieran al menos dos años de experiencia en la industria petrolera”. Una norma que hubiera impedido el contrato con Iveex.
De esta empresa turca también llama la atención su dueño: Miguel Silva. Venezolano. Dirige la Cámara de Exportadores de Venezuela. También fue funcionario del régimen de Maduro. Trabajó para el Ministerio de Vivienda. Todo esto según Reuters. Se sabe también que en Turquía tiene un socio: Erhan Kap. De este apenas hay información.
De esta empresa turca también llama la atención su dueño: Miguel Silva. Venezolano. Dirige la Cámara de Exportadores de Venezuela. También fue funcionario del régimen de Maduro. Trabajó para el Ministerio de Vivienda. Todo esto según Reuters. Se sabe también que en Turquía tiene un socio: Erhan Kap. De este apenas hay información.
Con estos datos, se puede afirmar que el nuevo socio de PDVSA es una pequeña empresa turca propiedad de un empresario afín a Maduro. También que la compañía se constituyó 10 días después de que Maduro visitara Estambul -luego de una visita oficial a Pekín– y se diera un festín de carne.
Según documentos de PDVSA, el primer negocio lo hicieron en abril. Iveex Insaat cargó el tanquero Seamuse con 294.413 barriles de gasolina natural y nafta virgen ligera con dirección a Medio Oriente. Este barco, apunta Reuters, aún no ha descargado y permanece anclado cerca de un puerto de Kuwait, según datos de Refinitiv Eikon.
Días después de ese primer envío, se hizo una carga similar de nafta virgen y gasolina natural para Iveex en el tanquero Vinjerac. La compañía turca también cargó los petroleros Delta Kanaris y Delta Harmony con más de un millón de barriles cada uno. Esos barriles llevaban crudo Hamaca, un crudo mejorado que PDVSA ha tenido problemas para vender porque su principal mercado era EEUU. Ninguno de estos tres barcos ha iniciado su ruta. Siguen anclados en puertos venezolanos.
Reuters no ha podido confirmar qué recibe PDVSA a cambio de estos envíos. No obstante, una fuente de la petrolera les dijo que la empresa turca les manda gasolinas.
Cabe recordar las buenas relaciones de Maduro con el presidente, Recep Tayyip Erdogan. El mandatario turco uno de los pocos apoyos incondicionales que le quedan en el mundo. Erdogan llama a Maduro “hermano”. Hasta le visitó en Caracas en diciembre de 2018.
Comparten un discurso, se dicen antimperialistas, y comparten también excelentes relaciones comerciales. Reportes de la firma Caracas Capital Markets señalan que, en los 10 primeros meses de 2018, Maduro envió a Turquía 901 millones de dólares en concepto de piedras preciosas (oro). Un informe de Torino Capital precisó que el año pasado, los negocios entre Caracas y Ankara movilizaron 155 millones de dólares mensuales en promedio, al menos en la primera mitad del año.