Daniel Gómez (ALN).- Un documento de la propia PDVSA revela que la compañía necesita una inversión de 58.000 millones de dólares para producir 3,4 millones de barriles de crudo diarios. También necesita inversiones para reactivar refinerías paralizadas y mejorar campos en tierra y mar.
“Oportunidades de inversión”. Este es el título de un documento elaborado en febrero por la filial de planificación e ingeniería de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA.
En el informe, al que tuvo acceso la agencia Reuters, se lee que la empresa busca inversiones de capital de socios nacionales y extranjeros con el objetivo de “recuperar y mejorar la infraestructura de producción de petróleo bajo nuevos modelos comerciales”.
Concretamente, PDVSA dice que necesitaría una inversión 77.600 millones de dólares. De ese dinero, 58.000 millones de dólares estarían destinados a conseguir el objetivo concreto de producir 3,4 millones de barriles diarios. Niveles que anotaba la compañía antes de la llegada del chavismo en 1998.
Cabe recordar que fue el expresidente Hugo Chávez quien estatizó todos los campos productivos del país, y decretó que las multinacionales sólo podrían operar en asociación minoritaria con PDVSA.
Venezuela es el país con mayores reservas probadas de crudo del mundo, pero apenas produce 500.000 barriles al día, según data oficial. Esto está lejos de los indicadores anotados hace dos décadas, y lejos del objetivo fijado por Nicolás Maduro para 2021: producir más de un millón de barriles diarios.
Muchos factores explican la debacle. Pero la mayor parte de los economistas coinciden en que la caída de la producción es consecuencia del errado modelo chavista, la militarización de la junta directiva impuesta por Maduro en sus primeros años de gobierno, y, en última instancia, las sanciones de Estados Unidos a PDVSA y el sector petrolero venezolano.
¿Cómo arreglar el desastre?
Además de requerir inversiones multimillonarias, PDVSA se fija tres objetivos principales:
– Estabilizar y recuperar la producción de crudo y gas.
– Restaurar la confiabilidad, seguridad y calidad de las operaciones.
– Abastecer completamente el mercado interno de combustibles.
Para lograr lo anterior, una de las medidas principales es la de firmar “acuerdos de servicios de producción”, también conocidos como ASP.
Con estos acuerdos, “los contratistas financiarían el 100% de las operaciones en los campos petroleros y, a cambio, recibirían una parte del flujo de caja libre del proyecto como pago”, explica Reuters.
Luego están las 152 “oportunidades” de negocio para invertir. Los proyectos a los que se destinarían los 77.600 millones de dólares solicitados. Según el documento, el dinero se distribuiría de la siguiente manera:
– 69.000 millones de dólares irían a la infraestructura de producción de crudo y gas. De ese primer presupuesto, 58.000 millones serían para devolver la producción de crudo de las empresas conjuntas y los propios campos petrolíferos de PDVSA a sus niveles de 1998.
– 11.300 millones se destinarían a campos de gas en tierra y mar.
– 7.650 millones para reactivar ductos, proyectos de inyección de gas a campos petroleros, terminales y refinerías que están inactivas o con bajo rendimiento debido a la falta de mantenimiento.