(EFE).- El Parlamento español avaló este jueves el plan del Gobierno para cumplir su compromiso con la Unión Europea (UE) de bajar el consumo de gas un 7 % en plena crisis energética, causada por las fuertes tensiones geopolíticas y económicas con Rusia a causa de la invasión y la guerra de Ucrania.
La refrigeración de empresas, locales comerciales y dependencias públicas no puede ser inferior a los 27 grados en el verano ni rebasar los 19 en el invierno, y es obligatorio el apagado nocturno de escaparates y edificios desocupados a partir de las 22 horas, entre otras medidas en vigor desde el 10 de agosto.
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El Gobierno español de izquierdas, que aprobó el plan el día 1, consiguió hoy que el Congreso lo respaldara pese al voto en contra de los conservadores, la extrema derecha y los liberales.
En defensa del plan, la ministra de Transportes, la socialista Raquel Sánchez, argumentó en el debate parlamentario que el consumo energético se redujo un 9,5 % en España la última semana respecto a la anterior y un 8,5 % en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Acusó al Partido Popular (PP), el principal de la oposición, de «conservadurismo retrógrado y negacionista», que contrasta con la derecha europea «moderna».
El plan ha suscitado críticas del PP y de regiones donde gobierna, con Madrid a la cabeza, que cuestionan su efectividad y afean que no se acordara con ellos ni con los sectores económicos afectados.
Los diputados de izquierda, incluidos casi todos los ministros, asistieron a los debates parlamentarios de hoy sin corbata, después de que el jefe del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, recomendara a los cargos públicos prescindir de esta prenda cuando no sea necesaria para «ahorrar desde el punto de vista energético».