Daniel Gómez (ALN).- Latinoamérica ha avanzado mucho en materia de igualdad. Avances “alentadores y esperanzadores”, según la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero que todavía son insuficientes. La violencia de género, las brechas de pobreza y educación, así como la elevada mortalidad materna son sólo algunos de los retos que plantea la única mujer presidenta de América Latina.
En América Latina la participación de las mujeres como fuerza laboral creció 14% en los últimos 25 años. En ese mismo periodo, la brecha de género disminuyó casi 20 puntos. Mientras, en la última década la proporción de mujeres sin ingresos se redujo de 42% a 29%, situando la diferencia respecto a los hombres en 16%.
Para Michelle Bachelet, presidenta de Chile, estos datos son “alentadores”, pero todavía insuficientes. Latinoamérica es en estos momentos una de las regiones donde la violencia de género es más acuciante. Según los datos expuestos en un artículo de Bachelet que publicó la Casa de América de Madrid este jueves, al día mueren seis mujeres. “Feminicidios simplemente desgarradores”, afirma.
El texto es también un homenaje al papel de la mujer en Latinoamérica, a lideresas feministas como la mexicana Amalia González Caballero y la dominicana Minerva Bernardino.
El documento está cargado de simbolismo. Primero porque la Casa de América lo divulga este jueves, 8 de marzo, día internacional de la mujer. Segundo por la temática: la mujer y su lucha por la igualdad. Y tercero, porque la mujer que lo escribe es, hasta el próximo domingo, la única mujer presidenta que queda en América Latina.
De acuerdo con Bachelet, para alcanzar la igualdad aún hay que hacer frente a una serie de desafíos. Si bien el análisis de los últimos 25 años presenta indicadores “alentadores y esperanzadores”, los avances son todavía lentos y las brechas respecto a los hombres, persistentes. “Realidades problemáticas que quedan ocultas tras los promedios”, matizó.
Se observa, por ejemplo, cómo el crecimiento mostrado en los últimos 25 años en materia de inclusión de las mujeres en el empleo se encuentra detenido. Según la presidenta, la tasa de estancamiento se sitúa en torno a 53% en estos momentos.
El problema más grave
Para Bachelet, el problema más grave es la violencia de género. En América Latina y el Caribe, asesinan a 2.100 mujeres al año (seis mujeres al día, 175 cada mes).
“Nuestros pueblos tienen hoy más conciencia y menos indolentes”
Existen otros indicadores igual de impactantes, tal como señala la mandataria en el citado artículo: entre 25% y 50% de las mujeres de la región dice haber sufrido violencia física o sexual por parte de esposos o compañeros. De ellas, entre 41% y 82% sufrió heridas que van desde cortes hasta quemaduras hasta abortos involuntarios. Y lo que es todavía peor, hubo impunidad. Entre 28% y 64% de las mujeres maltratadas optó por no buscar ayuda ni comentar la experiencia.
Pese a la tragedia, Bachelet mira el lado positivo: “Existe una respuesta social sin precedentes. Ello indica que nuestros pueblos tienen hoy más conciencia, son más proactivos y menos indolentes con respecto a este tema. Y esto, en un contexto cultural tan machista como el latinoamericano, es un avance sustancial que permite ver el futuro con optimismo”.
Mortalidad, pobreza y educación
A Bachelet también le preocupa la mortalidad materna de las últimas dos décadas. “En América Latina y el Caribe 9.300 mujeres mueren al año por causas relacionadas con el embarazo”, precisa en el artículo.
Luego está la pobreza. Para la presidenta, “esta sigue teniendo rostro de mujer y de niña”. En el texto cita un informe de las Naciones Unidas de 2015 que dice que en Latinoamérica la pobreza femenina aumentó sistemáticamente desde 1997. Por tanto, hoy, por cada 100 hombres pobres hay 118 mujeres en esta condición.
La educación también muestra síntomas de desigualdad. “En el nivel superior se mantiene un marcado sesgo hacia temáticas vinculadas con roles tradicionales de género. La presencia de las mujeres es mayor en campos como educación, salud, humanidades y el arte, y muy minoritaria en ciencias exactas e ingeniería. Esto afecta, a la larga, a nuestros niveles salariales y coarta las posibilidades de que nos incorporemos a centros de investigación tecnológica y a las altas esferas de decisión en las empresas”, dijo Bachelet.
Con todo, la presidenta chilena concluyó el artículo con una cita de Benazir Bhutto, expresidenta de Pakistán y referente feminista: “Hoy en día, en la lucha por la liberación de la mujer, no hay cabida para los que no toman partido”. Y a continuación, Bachelet apostilló: “No hay lugar para la indiferencia”.