(EFE).- «No nos podemos permitir nuevamente otra Venezuela», dijo sobre Nicaragua la canciller panameña, Erika Mouynes, en una entrevista este martes con Efe con motivo de su presencia en Bruselas para anudar alianzas políticas con la Unión Europea (UE) y atraer inversiones a su país.
Posicionar a Panamá como interlocutor en una región con varias crisis abiertas, como las de Nicaragua o Venezuela, enarbolar la imagen de su país sin la etiquetas de paraíso fiscal y abogar por soluciones globales a la migración o al cambio climático figuran en la agenda europea de Mouynes, quien la semana pasada hizo escala en Madrid.
«La situación por la que está atravesando Nicaragua nos pone a todos en la comunidad internacional a prueba y tenemos que estar a la altura, dar una solución efectiva, real, concreta. No nos podemos permitir nuevamente otra Venezuela», afirmó la canciller.
NO REPETIR ERRORES
Mouynes ve muchos paralelismos entre la crisis nicaragüense y la venezolana, al tratarse ambas de «situaciones muy complejas», e instó a apostar por una «visión colegiada» para lograr una «solución concreta».
La falta de una hoja de ruta o la descoordinación propicia, en su opinión, «que las crisis se compliquen y luego sea muy complicado salir de ellas». Es lo que cree que pasó con Venezuela, que «ha habido muchas iniciativas en paralelo», y recordó que su país siempre abogó por «regresar a un ambiente democrático dentro de Venezuela y sobre esa base común es la que hay que trabajar y algo de eso -dijo- estamos tratando de generar dentro de Nicaragua».
En ese sentido, Mouynes aplaudió la iniciativa anunciada el viernes pasado por la UE, Estados Unidos y Canadá de abrir la puerta a «revisar las sanciones» contra Venezuela si se produce «un avance significativo en una negociación global» que repare «las instituciones del país» y permita elecciones libres.
«Nosotros apoyamos absolutamente todo lo que implique una manera organizada y articulada, con una hoja de ruta, que tenga sentido y que todos apoyemos», subrayó la canciller panameña.
FORTALECER EL CANAL DE DIÁLOGO CON LA UE
Dos asuntos que estarán en la agenda de su encuentro este miércoles con el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, con quien firmará un «memorando político» que sustituirá el actual acuerdo de cooperación que existe entre el país centroamericano y el bloque comunitario. «Latinoamérica atraviesa por momentos muy complejos y esta alianza estratégica, este fortalecimiento, sobre todo desde el punto de vista político, es clave» para las partes y para robustecer el «canal de diálogo fluido», mantuvo.
La canciller insistió en que en este momento, «en que todos nos estamos reinventando» tras la crisis generada por la pandemia, la articulación entre la Unión Europea y la región latinoamericana puede pasar «a través de Panamá».
Del mismo modo, añadió, es «particularmente interesante» para la Unión Europea que se involucre y asuma un «liderazgo» en la solución de crisis en la región y en el crecimiento económico, para el que anima a empresarios europeos -con los que se reunió hoy- a invertir en un país con estándares «similares» a los europeos.
En este sentido, la voluntad de la UE de recuperar este año las cumbres birregionales con Latinoamérica y el Caribe, suspendidas desde 2015, ayudará a la estabilidad y consenso, según Mouynes.
SOLUCIONES GLOBALES
Esa idea de coordinación internacional para buscar soluciones globales la lleva también la canciller a la migración y a la lucha contra el cambio climático, asuntos a tratar también con los comisarios de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen, y de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
«El fenómeno de la migración es global», por tanto, para dar «la atención que los migrantes se merecen» hace falta una gestión «más controlada» de los flujos que, en el caso de Panamá, llegan al país en su camino a Norteamérica.
Aboga, por ello, por la «corresponsabilidad de todos los involucrados» y por «unificar protocolos». También, en medioambiente, quiere Panamá generar una «corresponsabilidad dentro del tema de océanos a nivel mundial», ya que son «el sumidero de carbono más importante».
Panamá, destacó Mouynes, es uno de los tres países del mundo «carbono negativo», junto a Bután y Surinam, y lo ha logrado, en parte, con la protección del 30 por ciento de sus océanos.
De protección, pero frente a las adversidades del tiempo, habló el lunes la canciller con el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, a quien pidió ayuda sobre «protocolos específicos» para el nuevo Instituto de Meteorología e Hidrología panameño, que dota al país de «capacidad de dar seguimiento a los fenómenos atmosféricos» para la región.